Maddox será una chica transferida a Hogwarts, pero no tendrá la bienvenida que ella llego a esperar, será rechazada por todos y solo por las acciones del que fue su padre.
-¿Cómo entraste aquí? -la miró lleno de furia.
-No se ni en donde estoy, no t...
Después de ver como Tom poseía el cuerpo de la pelirroja, me quede sentada, escuche a mi cuervo de lejos, esa bola negra siempre lograba encontrarme.
-Hola Hades. -murmure y lo acaricie.
Al hacerlo vi el pergamino en su pata, lo tome y lo leí; Draco estaba buscándome, el sonido de los pasos me trajo de vuelta, levante la mirada y vi como Tom despedía a la estúpida pelirroja.
-Ahora podemos hablar. -se acercó a mi.
Suspire y me prepare para contar mi historia, jugué con mi poder.
-Mi padre, el me uso, todos sus experimentos los aplico en mi, sus "amigos" científicos lo ayudaron y alteraron mi ADN. -hable jugando con mi magia en la mano derecha. -El quería que yo fuera su mano derecha cuando su guerra mágica estaba en la cúspide, desde que nací lo hizo, se lo llevaron cuando yo tenia cinco años, pero yo ya estaba alterada.
Tom me miraba atento.
-¿Nadie lo sabe?
Negué.
-Draco vio mis ojos y mis manos, pero no hizo preguntas, yo sola tuve que aprender a controlarlo y en un orfanato fue muy difícil. -sonreí con tristeza.
-Yo también crecí en un orfanato. -dijo serio.
Suspire, odiaba recordar todo eso, se que papá hacia que mamá bebiera esas cosas raras mientras estaba embarazada de mi, porque lo dejó en sus diarios, es lo único que me queda de el, bueno quedaba, los destruyo el ministerio de magia.
-Es horrible y mas por el hecho de ser diferente, eres un blanco fácil. -dije.
-Entiendo, en el Orfanato siempre me golpeaban, hasta que les puse un alto. -hablo serio.
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-
Es un asco, me juzgan por cosas que yo no hice y en mundo muggle solo me tratan mal por no saber controlar mi magia. -río sin gracia.
Tom me observó atento.
-¿Dolio? -pregunto mirandome.
Lo observe y asintí.
-Me dieron muchas ventajas, lo acepto, pero...
Tom me miro curioso,
El resto del día estuvimos hablando, Tom me pedía que le mostrara mi magia y yo lo hacia, inexplicablemente ambos nos llevabavamos y entendíamos bien.
(...)
Cuando llegue a mi sala común, lo primero que ví fue a Draco, me sintí culpable y me acercó.
-Por Merlín, Mad me preocupaste. -se levanto y me abrazo.
-Lo siento, quería estar sola Draco, gracias por preocuparte. -bese su mejilla.
El negó y acaricio mi mejilla.
-Somos amigos, yo cuido a los que quiero Mad. -me sonrio de lado.
Agradezco en este momento el tener a Draco en mi vida.
-Vamos a dormir.
Asentí y nos dirigimos hacia los dormitorios.
-Nos llaman malos a nosotros, pero nunca se detienen a pensar sobre el porque nos hicimos de esta manera. -murmure y surpire.
...
Al entrar al gran comedor, los murmurllos comenzaron, cuando iba a bajar la mirada, sentí dos pares de brazos a mi alrededor.
-¿Estas bien?
-Nos preocupamos.
Sonreí y les devolví él abrazo.
-Estoy bien chicos, no se preocupen, se que ustedes no fueron. -sonreí.
Al separarse, ambos me sonrieron, besaron mis mejillas y se fueron a su mesa; los gemelos Weasley son los mejores.
-Buenos días Mad. -Theo me sonrió.
-Buenos días Theo. -le devolví la sonrisa.
Hice lo que me dijo Tom, mantuve la cabeza en alto y una mirada tan seria que nadie se atrevía a mirarme durante mucho tiempo, no lo voy a delatar, en realidad lo ayude a que el diario regresara a la pelirroja.
-El profesor Snape esta orgulloso de ti. -murmuro Draco.
Sonreí, es algo que ya sabia, le gusta ver como me desenvuelvo en su materia y no tengo ningún error.
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-Amo Pociones, el lo ve, por eso soy su discípula. -dije con orgullo.
Tom tiene razón, no tengo porque bajar la cabeza ante tantos imbéciles, yo soy mucho mas poderosa que ellos y con chasquido si yo lo quisiera, podría hacerlos polvo.
