Capítulo 4: El reencuentro (parte uno) ✔

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Capítulo 4: El reencuentro (Parte 1)

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Capítulo 4: El reencuentro (Parte 1)

—Se fue y dolió tanto, pero la única forma de seguir, era aceptarlo.

***

El sunny seguía en la misma isla, después de la visita de la mujer, los demás quedaron con más ganas de poder cumplir el deseo de su capitán, solo que ahora faltaba la aprobación de este.

Tras la marcha de la mujer los demás siguieron con sus acciones diarias, hasta unas horas después cuando llegó Luffy, el pelinegro se veía más alegre y con más vida, al parecer ver a la mujer que consideraba su madre lo hacía sentir mejor. Cuando llegó con Dadan escuchó historias de su abuelo y de Ace. Le dijo que a su abuelo jamás le hubiera gustado verlo triste. Que lo que hubiese querido es que se pusiera de pie y luchará. Que viviera feliz.

Luffy lloró. Lloro por su abuelo. Por Ace. Por sentirse débil. Lloró cuando fue a la casa del árbol y notó que ahora era demasiado pequeña para él y sus hermanos. Lloro cuando se dio cuenta de que jamás serían tres. Que esa bandera que todavía ondeaba en el aire solo tenía a dos de sus dueños. Lloró cuando se dio cuenta que jamás, jamás vería a Ace. Lloró por lo que jamás podrá ser. Lloró cuando fue consciente de que Ace no vería como cumplía su sueño. Lloró cuando recordó nuevamente sus palabras. Lloró cuando vio a Sabo y supo que jamás sabría de Ace. Jamás sabrá cómo habla su hermano. Jamas lo verá. 

Cuando las lágrimas cesaron, miró al cielo y se despidió de Ace y de su abuelo. Le dolía el corazón. Demasiado.

Se dio la vuelta y caminó junto a Sabo. El rubio lloró al verlo ahí, destruido. Pero también lloró por su propio dolor. Solo tenía recuerdos de algunos años. Luffy tenía recuerdos de diez años. Tuvo a Ace 10 años. El lo tuvo por menos. No sabía cómo era su voz. Si era fuerte o débil. Si era ronca o suave. Nunca vio los modales que había mejorado según Luffy. Jamás volvió a escucharlo reír. Y dolía. Dolía demasiado. A veces veía a Ace en sus sueños, pero la voz que tenía solo era una simulación. Una mentira.

—Estaremos bien, Lu. Ya lo verás —su brazo rodeaba su hombro. Lo apretó y sonrió —. Es hora de volver al sunny.

Luffy asintió. El chico con tanto entusiasmo llegó y pidió de comer, a lo que Sanji no se negó, al contrario, se sentía feliz al ver que de nuevo aquel chico estaba entusiasta con la comida. La tarde fue mejor de lo que los demás creyeron, Luffy jugó con sus dos amigos, Chopper y Usopp, estuvo por unas horas haciendo bromas, Robin se la paso leyendo e investigando un poco más sobre la mujer, Zoro entrenó y desde lejos observó a su capitán haciéndose la misma pregunta que los demás. ¿Todavía necesitaba ver a Ace? Una pregunta que dependiendo de la persona y punto de vista tendría respuestas diferentes.

—Luffy —llamó la arqueóloga al capitán, el chico de goma dejó a sus amigos un momento para caminar a su amiga.

—¿Qué sucede Robin? —preguntó algo confundido.

La Reunión Esperada. (ASL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora