Extra 1: Trafalgar Law.
—Yo sabía que él no era capaz de quedarse conmigo, pero aun así lo intente.
***
Los Mugiwara estuvieron animados a retomar su viaje, sin embargo, la noche estaba cayendo y su hermano mayor aconsejó hacerlo al amanecer a lo que los otros refutaron, pero al final terminaron accediendo, sabían que debían descansar.
El sol se guardó, la luna salió, las estrellas comenzaron a adornar el cielo con pequeños puntos brillantes. Los tripulantes de los diferentes barcos se acercaron y comenzaron a convivir, Sanji cocinó para todos, y lo que había iniciado como una simple comida, terminó en una fiesta llena de risas, alegría y sobre todo en algo que al final podrían recordar con mucho fervor. Las fiestas con Luffy siempre eran así, escandalosas, pero tenían la capacidad de animar a cualquiera.
Law se había acostumbrado a ello, antes le era algo fastidioso y sobre todo muy tedioso, pero eso no quitaba el que se sintiera feliz, sobre todo al ver a su tripulación riendo por las locuras que hacía el capitán aliado. El pelinegro comió un poco de onigiris, odiaba el pan y agradece que Sanji se acordara de ello. Al terminar de comer observó unos momentos el lugar. Habían puesto pequeños faroles que había construido Usopp, Sanji cocinaba con la parrilla, el esqueleto tocaba su violín mientras otros tripulantes acompañaban su música, Nami y Robin comían a gusto y se reían junto a otras chicas aliadas. Y como siempre, Luffy hacía sus bromas junto al reno y francotirador. Una pequeña sonrisa tiró de sus labios, aunque no lo admitiera en voz alta, el chico se había vuelto muy especial para él.
Se puso de pie y tomó sus katanas para buscar un lugar más silencioso. La colina se veía bien, era silenciosa y fuera de todo el ruido que ocasionaban sus alianzas. Caminó hacia allá ignorando todo lo que pasó a su lado. Un Zoro borracho hasta el tope, Bartolomeo riendo y asegurando que era el seguidor más fiel de Luffy. Los pastos verdes se movían por el aire de la noche que estaba fuerte, su gorro por poco y sale volando. Una piedra casi de su tamaño se encontraba a unos metros de la ofrenda para aquellos hombres y lo único que pudo hacer fue sentarse cruzando las piernas y dejando su katana entre ellas, como siempre.
Cerró sus ojos, y por una vez en su vida envidio a alguien. Deseaba poder haber tenido la oportunidad que tuvo Luffy, la que tuvo Sabo o la que tuvieron los tripulantes de Shirohige.
¿Qué se sentiría ver a la persona que más ama después de haberla perdido injustamente?
¿Qué diría aquel hombre al ver su destino? ¿Lo extrañaría?Muchas preguntas y pocas respuestas. Como siempre.
—¿Por qué está tan alejado de la fiesta? —la rubia se puso frente a él con los brazos cruzados. Law la ignoró —. Ser amable no es lo tuyo.
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La Reunión Esperada. (ASL)
FanfictionLa guerra por el título de Rey de los Piratas está cerca, y Luffy se prepara para enfrentar la última contienda que lo llevará a la victoria. Pero durante la batalla, sufre una pérdida devastadora: la muerte de otro ser querido. El olor a sangre y...