Luego de separarse de sus Nakamas y quedar junto la tripulación de los piratas Heart, Nami sufrió un accidente que le hizo olvidar por completo su vida, incluyendo a sus amados compañeros, quedando en las manos del cirujano de la muerte.
Todo se vue...
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Con ojos de ira, y un gran odio rompió con sus manos cada libro que con tanto cariño le regalo a Nami. Comenzó a tirarlos por la habitación sin importarle donde caían. De su bolsillo sacó el bello colgante que le perteneció a Nami y con mucha ira lo arrojó al suelo.
Law: ¡DEJA DE HACERME SENTIR ASÍ! NO QUIERO VOLVER A VERTE SI ME HACES SENTIR ASÍ...
El capitán de los piratas Heart comenzó a sollozar desconsoladamente sobre su cama. Estaba tan enojado y a la vez sentía tanto dolor... Realmente quería hablar con alguien... Y no podía hacerlo... Quería gritar con todas sus fuerzas, pero no podía emitir sonidos fuertes. El era el capitán y nadie podía verlo derrumbandose... Todo era muy frustrante. Lo que el pasaba, y pensar lo que Nami estaba pasando lo volvía loco. · · · · ·
De esa manera comenzaron a transcurrir los días. Días que tanto para Nami, para Luffy y para Trafalgar eran muy largos. Pues a pesar de que la joven Navegante había conocido a personas increíbles, no podía dejar de pensar en el capitán y médico de la tripulación que la acogió durante un tiempo. No podía dormir tranquilamente, pues aún no confiaba del lugar en el que estaba. Y el cansancio que su mente tenía estaba comenzando a afectar físicamente, lo cual preocupaba enormemente a sus nakamas. Se notaba muy deprimida. ¿Por qué sería?
Por el lado de Luffy, quien tampoco la estaba pasando bien, dormía mucho más de lo común. No porque estuviera cansado y necesitara urgentemente dormir. No. El chico con sombrero de paja prefería estar durmiendo que estar pensando. La culpabilidad de pensar que por culpa del puñetazo que le dió a Trafalgar, el se iría lo mantenía alerta. Y eso además causó que su relación con Nami quedara estancada. Pues su navegante al saber que el capitán de los piratas Heart se iría, se encerró completamente. No estaba comiendo, y no salía de la enfermería... ¿El había causado todo eso? No podía dejar de pensar eso... ¿Qué pasaba si Nami moría de hambre? Sería su culpa...
El imponente cirujano de la muerte parecía un pequeño perro mal alimentado... Se veía débil... Triste... No había salido de la enfermería desde que Luffy había entrado al submarino, apenas comía y sus nakamas estaban muy preocupados por su salud, además que la única orden que dió fue la de zarpar en dos días, nada mas. Ahí estaba encerrado, apenas cruzando palabras.
Luffy quería arreglar las cosas... Pero la entrada al submarino de los piratas Heart se prohibió para cualquiera de los Mugiwaras. Aunque ninguno de los tripulantes entendía el por qué. La relación que tenían con ellos era excelente... Solo el capitán lo sabía... Y quizás era lo mejor.
Estaba comenzando el día donde el Polar Tang abandonaría Lisbell de una vez por todas. Law estaba acostado tratando de mantenerse despierto, el apenas haber comido se le estaba notando físicamente. Se sentía débil... Después de echar un ojo a la enfermería y lo desordenada que estaba comenzó a pensar en cuando había destruido los libros que con cariño le regaló a la bella pelinaranja... Vió el colgante en el suelo y se sintió todavía peor... ¿Qué mierda estaba haciendo? ¿El cirujano de la muerte Trafalgar D. Water Law estaba arrojando su vida a un basurero? Ya lo intentó cuando murieron sus padres, también cuando murió Cora-San, incluso cuando se enfrentó a Doflamingo... ¿Lo iba a hacer ahora por un poco de dolor emocional? ¡El no podía seguir ahí! Tenía una travesía por continuar, y aunque la mujer por quien había desarrollado sentimientos no estaría a su lado, debía seguir con su vida. Aún así eso le doliera mucho. Y como no había pasado en días anteriores, el joven moreno de 26 años se levantó de la cama y comenzó a vestirse, con un poco de dificultad. Se lanzó al rostro un vaso de agua que tenía cerca, abrió la puerta y salió del agujero oscuro de la enfermería. Aún tenía un rol de capitán que cumplir, y debía estar de pie y largarse de ese lugar... No sin antes hacer una última cosa.
