Luego de separarse de sus Nakamas y quedar junto la tripulación de los piratas Heart, Nami sufrió un accidente que le hizo olvidar por completo su vida, incluyendo a sus amados compañeros, quedando en las manos del cirujano de la muerte.
Todo se vue...
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El capitán de los piratas Heart estaba en los brazos de la morena mientras sollozaba desconsoladamente. La mujer contenía el joven mientras el se desahogaba fuertemente. Ella podía sentir tu pena, su enojo, su frustración, su preocupación y su inseguridad.. El necesitaba a alguien que pudiera abrazarlo y que solo escucharlo en su agonía. No necesitaba a alguien que lo aconsejara, que lo regañara ni mucho menos que le dijera que hacer. Solo quería decir lo que sentía. Y ella sería quien lo escucharía.
Ambos levantaron la cabeza. La morena con delicadeza limpió algunas lágrimas del rostro de Trafalgar
Law: No quiero verme patético... Robin: No es patético demostrar que sientes tristeza. Todo lo contrario. Es muy valiente demostrar algo que normalmente tienes oculto para ti solo, pero no debes cargar con eso solo... Puede que no nos conozcamos tanto, pero siempre tendras a una confidente y a una amiga en mi.
Un poco mas calmado Law sonrío sutilmente. Agradecía de corazón que la arqueóloga de los Mugiwaras fuera tan chismosa e insistente. Gracias a eso, se sentía un poco mejor... Quizás las cosas estaban mejorando de a poco-
Luffy: ¡¡¡¡AYUDAAAAAAAAAA!!!!
El grito desgarrador de Luffy alertó a los que estaban dentro del barco, incluyendo al cirujano de la muerte quien de inmediato se separó de los brazos de la arqueóloga. ¿Ese grito tan horrible lo habían imaginado? Nuevamente el silencio inundó el barco, un silencio completamente tenebroso y preocupante, hasta que volvieron a escuchar algo-
Luffy: ¡¡¡¡AYUUUUUUDAAAAAAAAAAAAAA!!!!
Sin pensarlo dos veces el par corrió inmediatamente a donde escuchaban el ruido. El grito de Luffy además de alertar a Law y a Robin, alertó al médico, al cocinero y al Espadachin de la tripulación, quienes estaban repartidos en el barco, y al intante fueron al origen del grito. Llegando primero Zoro y Sanji quienes encontraron a la bella muchacha en los brazos de su capitán, inconciente y pálida... Parecía un cadáver
Zoro&Sanji: ¡¡¡LUFFY!!! Luffy: C-CHICOS... NO SE QUE HACER...! Zoro: ¿QUÉ ACABA DE PASAR? Sanji: ¡NAMI-SAN!
Sin pensarlo dos veces el rubio se tiró al suelo para poder mas de cerca a la hermosa muchacha que en ese momento estaba desvanecida en los brazos de su capitán, quien sollozaba como un niño pequeño. Con la mayor sutileza del mundo, Sanji tocó su rostro y comenzó a tratar de comunicarse con ella
Sanji: Nami-San... Soy yo, Sanji. Esta todo bien... Tu estas bien, y nosotros lo estamos también... Solo debes despertarte y todo estara aún mejor...
Sanji le hablaba suavemente a la navegante, la cual no tenía ninguna señal de despertar ni de reaccionar, eso e inluyendo el sollozo de Luffy estaban agotando la paciencia del peliverde, quien instantáneamente tomó el brazo del cocinero con brusquedad y lo alejó del rostro de la pelinaranja
