Vampiro precoz.

442 89 4
                                    

Duró un día en lo que el vampiro no visitó al brujo, Baji estaba algo apenado por lo que habían hecho, sintiéndose avergonzado por haber tocado de más al de orbes ámbar, cuando llegó al castillo e ingreso a la habitación en donde su amado realizaba sus pociones, lo encontró estudiando, de solo verlo hizo que sus mejillas se ruborizaran e intentó huir, pero el tigre apareció en la puerta impidiendo que salga. 

—No seas metiche.— Susurró tratando de empujar a la tigresa de la puerta que obstruía su escape. 

La felina rugió pero Baji ni se inmutó, siguió empujando el cuerpo del animal para salir por la puerta, pero el sonido de un libro cerrándose bruscamente hizo que diera un pequeño salto del susto, Kazutora se levantó hacia la dirección del pelinegro y habló. 

—¿Ya no quieres pasar tiempo conmigo?

Baji se tensó un poco al oír su voz, con la cabeza baja volteó estando frente a frente del brujo, no quería verlo porque sentiría vergüenza de sus actos. 

—No es eso, solo...— No sabía como explicarlo, no pensó que aquella vez el contrario no iba a detenerlo para tocar su cuerpo, no sabia que hacer. 

—Piensas mucho. ¿Por qué simplemente no haces lo que quieres?— Se acercó hacia él tomando sus manos y llevándolas a sus mejillas. —Quiero que me toques, Keisuke.— Tomándolo de sus manos lo llevó hacia el sillón que había en la habitación, viendo su confusión solo hizo que soltara una risilla. 

Kazutora sentó a Baji en el sillón, soltó sus manos para acariciar sus brazos y llegar a sus hombros, con cautela se sentaba arriba de él y seguía acariciando su cuello llegando a su rostro, la temperatura de Kazutora era tibia comparada con la de Baji que la tenía muy baja, con la yema de sus dedos acarició sus labios, acarició sus mejillas y llevó el cabello negro del contrario atrás para que no estorbara mientras admiraba el atractivo rostro del vampiro, tan hermoso.  

Mientras Baji veía algo sorprendido y confundido como estaba actuando Kazutora, no sabía que decir, solo estaba inmóvil sintiendo el peso del contrario en su regazo y siendo distraído por sus toques cálidos, cuando su camisa estaba siendo desabrochada comenzó a ponerse nervioso, sus mejillas se tornaron rojas y agarró las muñecas del de lunar para que se detuviera. 

—No entiendo Kazutora... ¿Qué haces? 

—Si tú no te atreves a tocarme, entonces yo lo haré.— Decidido, tomó sus mejillas y se acercó a sus labios para besarlos. 

El roce de labios aumentaba a uno húmedo, Kazutora hizo que Baji abriera su boca para poder atacarlo mientras movían en sincronización sus mandíbulas, el brujo se llevaba el aire del vampiro haciendo que sus respiraciones se hicieran aceleradas, también movía su cadera en forma circular para estimularse a si mismo y al pelinegro, el ánimo aumentó cuando sintió un bulto pincharle sus glúteos, deseaba tanto a ese vampiro como él deseaba al brujo. 

Baji rompió el beso tratando de regular su respiración, estaba agitado, ruborizado y con una erección que no soportaba, vio como Kazutora se puso firme y comenzó a desvestirse siendo observado por los ojos de Baji, esos orbes cafés, su mirada de almendra y acechadora lo hacía estremecer, tiró su sombrero, su capa, su camisa y pantalones hasta quedar en ropa interior, por las ropas anchas no se podían ver su erección, ahora sin ropa que lo estorbe, comenzó a quitarle la camisa al pelinegro y a desabrochar su pantalón, tenía una sonrisa en su rostro que hacia poner nervioso a Baji, la mirada de lujuria que tenia Kazutora hacia que el pelinegro no lo detuviera. 

—Disfrutemos los dos.— Llevó dos de sus dedos a la boca del azabache y los lubrico con su saliva, luego liberó la erección del contrario para comenzar a masturbarlo. —No te contengas.~

Refiriéndose a sus gemidos, comenzó a masturbarlo, agarrando el tronco con gentileza y apretándolo cuando llegaba a la punta, los gemidos que no retenía Baji hacían excitar al de tatuaje, el vampiro lo estaba disfrutando porque era su primera vez experimentándolo, no retenía para nada su voz, soltando jadeos, gemidos y suspiros sintiendo espasmos por su cuerpo, pudo tranquilizarse y calmar su voz cuando Kazutora dejo de masturbarlo. 

—Kazutora...— Pidiendo un poco más de ese placer, rogó sutilmente al contrario para que continuara. 

Eso le pareció adorable al brujo y le besó su mejilla, su mano estaba mezclada de los fluidos preseminal del vampiro y con su saliva, ahora iba a lubricar su interior para poder meter el miembro del contrario en su recto, se quitó su ropa interior y abrio sus piernas para que el azabache tuviera una mejor vista del como iba a meter sus dedos, con su mano se agarraba del sillón para que no se cayera y con la otra comenzaba a meter sus dedos en su entrada. 

—Nng.~— Se mordió el labio cuando ingresó ambos dedos, su interior estaba estrecho y tenia una sensación rara. 

Sus mejillas no tardaron en sonrojarse y siguió penetrando su interior, queria que estuviera bien lubricado y nada estrecho para recibir al azabache, Baji veía como el de lunar se embestía con su mano, su miembro estaba más duro de solo verlo, siendo tan desvergonzado al abrirse de piernas y mostrarle como se metía los dedos, queria tomarlo y follarlo hasta cansarse, pero se mantenía quieto. Kazutora jadeo y sacó sus dedos, se acomodó estando arriba de Baji e ingresó su falo en su entrada, llevando sus manos a los hombros del pelinegro comenzó a bajar sintiendo como el miembro del contrario entraba completamente. 

—Baji.~— Susurró cerca de sus labios. 

Ambos sentían sus respiraciones en sus rostros, Baji llevó sus manos a la cadera del de mechas rubias y lo ayudó a levantar su trasero y hacerlo caer en su erección, Kazutora comenzó a gemir sintiendo como llegaba a su punto que hacia que temblara en su interior, apretando sus paredes internas con el miembro del pelinegro haciéndolo gemir de forma grave, ambos se abrazaron, Kazutora envolvió la cabeza del contrario con sus brazos y Baji rodeó la cintura del de lunar, el brujo movía sus caderas en forma circular mientras el vampiro lo baja y subía de su erección. 

—Kazutora~ se siente bien...— Lo acercó más a su cuerpo y fue hacia su cuello para besar su tatuaje y oler su aroma, le encantaba todo de él. 

El brujo sentia la respiración caliente del vampiro en su cuello, recibiendo gustoso sus besos y lamidas, cuando sintió chupones en su piel se contrajo haciendo que nuevamente sus paredes internas redujeran el espacio y haciendo que Baji termine por correrse, sintió el esperma caliente en su interior. 

—¡Ah!~— Soltó Baji agitado sin dejar de soltar el cuerpo del contrario, estaba algo avergonzado por correrse antes de tiempo. 

Kazutora dejo de abrazarlo para agarrar sus mejillas y comenzar a besar todo su rostro, se reía un poco por la poca resistencia del pelinegro pero lo hacia ver tan adorable que no se resistía a besarlo. 

—Te amo.— Ruborizado lo dijo mientras veía sus ojos, tan lindos y con brillo cuando ambos se veían. —¿Continuamos? 

Baji no esperaba esas palabras, su corazón latía con tanta fuerza que no pudo negarse, ahora lo recostó en el sillón y se acomodó entre sus piernas renovando la penetración, Kazutora sonreía y no se contenía en gemir recibiendo las estocadas, ambos se amaban e iban a demostrarlo. 

El Vampiro Embrujado. || 「BajiTora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora