Historia basada en la historia de Susan Pevensie y Caspian X de la película "Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian".
Todos sabemos que luego de derrotar a Miraz, los cuatro reyes y reinas de antaño volvieron a su mundo, Caspian y Susan se ena...
Las primeras semanas de su romance fueron tranquilas para ambos jóvenes, aun cuando el rey telmarino se encargaba de atender los asuntos de su reino. Cuando Caspian estaba ocupado, Susan se distraía paseando por el patio del castillo o salía a pasear durante un rato. Pero pronto comenzaron las primeras discusiones.
Un día, Caspian se desocupo antes de sus obligaciones y cuando salió de su despacho, no encontró a Susan. Preocupado le preguntó al personal si no la habían visto y alguien le contó que en cuanto él estaba ocupado, ella salía a pasear por el patio o fuera del castillo y luego de 1 hora regresaba.
Cuando la reina de antaño regresó de su paseo, se encontró con un serio joven esperándola en la puerta que daba al patio.
¿Se puede saber dónde estabas?-preguntó molesto el rey.- Hace poco más de una hora que te espero.
Sali a pasear al bosque mientras estabas ocupado.-dijo la monarca de los narnianos calmada- Siempre salgo cuando tú atiendes los asuntos del reino y regreso luego de una hora.
Esta vez me desocupe antes y no te encontré por ningún lado-dijo serio Caspian-Estaba preocupado al no saber donde te encontrabas.
Lo siento por preocuparte-dijo Susan seria mirando a Caspian.
Para la próxima vez dime que vas a salir y me quedo tranquilo-dijo más calmado el monarca-¿De acuerdo?
De acuerdo-respondió seria y se alejo de él en el interior del castillo.
Otro día, Susan y Caspian discutieron porque el monarca telmarino no estaba de acuerdo en que ella visitara sola su mundo y ella le rebatió recordándole que él debía hacerse cargo de los asuntos de su reino. La discusión acabo con la reina de antaño cruzando el portal que la dejaba visitar el mundo del que venia y con Caspian X molesto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De a poco, las discusiones de ambos se hicieron constantes y el entendimiento comenzó a faltar entre ambos monarcas.
