✧・゚: *Tres✧・゚:*

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Aún te amo

Desperté e iba a estirarme, pero por unos fuertes brazos que rodeaban no logré completar mi cometido. Abrí los ojos y lo ví. 

Sonreí, extrañaba tanto amanecer junto a él. Acaricie dulcemente sus largos y sedosos cabellos mientras lo veía dormir. Su respiración era tranquila, su rostro me transmitía paz. 

¿Cómo podía ser fuerte para alejarme de él? Es que parecía ser algo realmente imposible y lo sabía perfectamente, ya que lo estaba intentando. Pero es que, ¿como no podría caer en la tentación cuando aún tenía mi corazón en sus manos?

Desdé aquella primera vez que lo ví, en el último año del instituto, pude sentir como hizo estragos en mi interior, se hizo dueño de mis suspiros. Luego fue realmente duró tener que alejarme de él gracias a la universidad, pero parecía ser que el destino estaba a nuestro favor y tenía todo preparado, porque volvió a mi gracias a la empresa que fundé junto con Taehyung. ¿Quién diría que mi primer accionista sería el hermoso peli morado con sonrisa encantadora?

Al vernos nuevamente, como si fuera arte de magia, nos enamoramos, o tal vez simplemente nuestro futuro ya estaba escrito. Debíamos estar juntos. 

Y un día como el de ayer, nos casamos. Todo era tan perfecto para ser real, fuimos tan felicidades que no me podía quejar absolutamente de nada... Hasta aquel día. 

—Amor —su hermosa voz adormilada había interrumpido mis pensamientos. 

—Buenos días —sonreí y acaricie su mejilla. 

Cerró los ojos y disfrutó de mis caricias. 

—Buenos días —dijo al fin— ¿Cómo dormiste? 

—Muy bien —bostece.

El metió su dedo índice en mi boca, como solía hacer para molestarme. Golpee suavemente su pecho y reí. 

Luego de estar jugando un rato en la cama, mi celular sonó llamando mi atención. Era un mensaje de mi mejor amigo, los nuevos socios querían vernos hoy.

Perezosamente me pare de la cama.

—¿A dónde vas? —me tomó del brazo. 

—Debo ir a la empresa —bufé.

Me dirigí a la puerta de la habitación, pero me detuvo nuevamente. 

—¿Qué tal si antes tomamos una ducha juntos? —sonrió pícaramente, acercó su mano a mi cuello y lo tomó con firmeza.

Empezó a acariciar los negros mechones de mi cabello que estaban por la zona y joder, ¿como podia decirle que no si lo necesitaba con la misma intensidad que él a mí? 

Asentí y enrede mis brazos en su cuello. Me agarró de los muslos, me cargo y atacó mis labios con pasión. Luego de eso, a tropezones llegamos al baño, al entrar me dejó en el suelo y nos desvestimos con desesperación. 

Entramos a la ducha, abrí la llave del agua caliente y luego la fría. Esperé unos segundos hasta que la temperatura estuvo perfecta. 

—Ya está como te gusta. 

Él se limitó a sonreír y me volvió a besar, pero esta vez con suma ternura. 

—Te amo —susurró aún en mis labios— ¿Tú lo haces? 

—Sí —asentí— Aún te amo. 

***

Estaba en mi oficina acomodando las papeles con los nuevos proyectos que les propondría a Min y Jung. De un momento a otro llegó a mis pensamientos todo lo que había pasado anoche y parte de está mañana, inconscientemente sonreí. Pero al entrar en razón, me di cuenta de lo que realmente había hecho. 

Metí la pata hasta el fondo— pensé. 

—¡Carajo! —golpeé mi escritorio con ambas manos— No, no, no. 

Repetía lo mismo una y otra vez mientras caminaba de un lado a otro. 

—La cague —restregue mi rostro con desesperación— ¡Estupido, eres un estúpido, Jimin! 

Tire todo lo que estaba en mi escritorio de un solo empujón. A los pocos minutos mi secretaría apareció y asomó su cabeza por la puerta de la oficina, en su rostro se podía notar preocupación. 

—Señor Jimin —dijo con hilo de voz. 

—¡Lárgate, quiero estar solo! —grité y la mujer salió corriendo mientras decía que llamaría a alguien, la verdad no le estaba prestando atención. 

Luego de eso empecé a golpearme la cabeza repetidamente con mis puños cerrados. 

—Eres débil —me dije a mi mismo.

Grité con frustración y agarré un jarrón que decoraba el lugar. Lo tiré fuertemente contra la pared, rompiéndolo en pedazos. 

Me siento igual a cómo quedó ese maldito objeto— pensé. 

—Mimi —escuché la voz de Taehyung. 

Quedé estático, mi respiración se hizo aún más pesada y sentí una presión en el pecho. Apreté mis puños clavando mis uñas en las palmas de mis manos. Debía calmarme, no podía lastimarlo por error. No dejarías que eso pasará otra vez. 

—Ven —extendió sus brazos y sin dudarlo corrí hacia él. 

—Tae...—rompí en llanto.

—Shhh —acarició mi espalda— Cálmate, Mimi. 

Me subí a él como un koala y escondí mi rostro en su cuello. Conmigo encima se dirigió a uno de los sillones del lugar y me arrullo mientras lloraba cual bebé. Luego buscó entre sus bolsillos y sacó un frasco. 

—Ten —me tendió una botella con agua y una pastilla. 

Negué con la cabeza y bajé la mirada, no quería. 

—Jimin.

Suspire pesadamente y agarré ambas cosas. Puse aquel pequeño círculo blanco en mi lengua y lo pase con agua. 

—Todo estará bien, Mimi —me acercó a él nuevamente y acarició mis cabellos negros— ¿Que te pasó? 

—Él —di una pausa— Tenía una sorpresa para mí en el departamento. Y-yo en vez de sacarlo de ahí le seguí él juego y... 

No pude terminar de hablar pues mi voz se había entrecortado. 

—No digas más —suspiró— Se que es difícil para ti, no te culpes, no hiciste nada malo. Ayer era un día importante para ambos y que hiciera eso solo revolvió esos sentimientos aún vivos en tí. 

—Pero, no —sentí mis ojos hacerse cada vez más pesados y se me hacía difícil hablar con normalidad— No debí... Yo no...

—Luego hablamos —me acostó en el sillón— Ahora solo duerme, Mimi. 

Me acomodé mejor y sentí como todo mi cuerpo se relajaba. 




"Te puedo asegurar que jamás dejaré de sentir ese cálido sentimiento por tí"

Déjame Ir - ◐кσσкмιη◑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora