✧・゚: *Cinco✧・゚:*

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¿Cuándo va a acabar?

Taehyung me había dejado en mi departamento luego de aquélla discusión, insistió en quedarse conmigo, pero me negué. Quería estar sólo.

Me quité toda la ropa y quedando nada más en bóxers, me fui a mi habitación. Tenía la cabeza hecha un desastre y los sentimientos revueltos, no sabía qué hacer.

Suspire y me acurruque en la cama. Abracé a mi peluche, un conejo rosado que él me regaló en nuestro primer mes de novios y sin darme cuenta empecé a llorar.

Lágrimas bajaban una y otra vez por mis mejillas.

Bebé —escuché su voz a mis espaldas. Volteé rápidamente y no ví nada.

Sorbí mi nariz e intenté limpiar con las sábanas mis lágrimas, pero era imposible ya que seguían saliendo como cascadas.

Ya no llores, amor —escuché nuevamente su voz, pero esta vez era un sutil susurro.

Me di la vuelta y lo ví. Mi respiración se entrecorto.

—Vete —sollocé fuerte— ¡Vete, vete, vete ya!

Cerré los ojos con fuerza y golpeé con mis puños la cama. Mi respiración cada vez era más agitada. Conté hasta diez para intentar calmarme un poco, abrí el cajón de mi mesa de noche y saque un frasco de pastillas, agarré una y la trague sin agua.

Empecé a tararear mi canción favorita, esa que me hacía relajar al instante, hasta que mis ojos se cerraron solos.

***

—Minnie —escuché un susurro— Despierta.

Me estiré un poco y abrí mis ojos perezosamente. Lo ví nuevamente y grité.

—¡Vete de una buena vez! —empecé a golpear su pecho sin parar— No te quiero ver.

Mi vista se nublo a causa de lágrimas.

—Mimi, ¡Mimi! —agarró mis muñecas para detener los golpes— ¡Soy yo, Tae! Cálmate, por favor.

Parpadee repetidas veces y recupere la visión, el semblante de mi mejor amigo reflejaba preocupación. Me tiré a sus brazos y lloré amargamente.

—¿Cuándo va a acabar? —dije con un hilo de voz— Estoy cansado de todo esto.

—Shhh —empezó a acariciar mi espalda baja— Tranquilo.

Llevaba varios días viéndolo y escuchándolo dónde quiera que estuviera. Una simple ilusión que me hacia vivir en una constante paranoia.

Ahora me encontraba sentado en la isla de la cocina, con una pijama de cuerpo completo de pollito. Viendo como Taehyung hacía el desayuno para ambos.

—Ten —me extendió un plato con puré de papas y carné. Cada vez que estaba triste cocinaba eso para mi. Desde que éramos adolescentes lo hacía, era una tradición entre nosotros.

Lo agarré con entusiasmo e iba a probar el primer bocado, pero me interrumpió.

—Pero antes —me extendió una pastilla— Tu medicamento.

Hice un puchero y negué con la cabeza.

—Jimin —dijo serio pero volví a negar. Luego revisó el frasco y frunció el ceño— ¿Las has estado tomando?

Trague en secó, había olvidado por completo mi tratamiento a causa de todo el estrés que estaba viviendo.

—No —dije con un hilo de voz.

Suspiro pesadamente y me miró directamente a los ojos.

—Sabes cómo es esto —hizo una mueca— Así que toma. Te preguntaré diario si la tomaste de hoy en adelante.

A regañadientes la agarre y con un vaso de agua la trague.

—Bien —asintió, tomó un plato y se sentó a mi lado— Ahora sí, a comer.

Desayunamos en completo silencio. Al terminar lave los platos y nos sentamos en uno de los sillones de la sala.

—¿Cómo están las cosas en la empresa? —tomé el control de la TV y puse algún programa, aunque realmente no iba a prestarle atención.

—Solo han sido unos cuántos días sin tí y se ha vuelto un caos —se encogió de hombros.

Abrí mis ojos con asombró y me puse en pie.

—¿¡Por qué no me habías dicho nada!? —iba a correr a mi habitación para arreglarme e irme de inmediato, pero me detuvo.

—Minnie —soltó una sonora carcajada y me tomó de ambos hombros para sentarme nuevamente— Solo estaba jugando.

—Idiota —frunci el ceño. Tome un cojín y se lo lancé a la cara.

—Dime que no hiciste eso —entrecerro los ojos.

—Sí lo hice —le saque la lengua cual niño pequeño.

—Corre —sentenció— ¡Ahora!

Sin dudarlo dos veces, lo hice. Duramos un largo rato de esa manera; yo huyendo y él intentando atraparme. Hasta que lo logró y me tiró en la cama, posicionándose encima de mí. Sí habíamos llegado hasta mi habitación.

—Para ser tan pequeño —dio una pausa, su respiración estaba acelerada a causa de estar corriendo— Eres resistente, y demasiado rápido.

—¡Oye! —intenté golpearlo pero me tomó de ambas muñecas.

—¡Y todavía vas a intentar atacar en mí contra! —gritó indignado— Todo mal, Minnie.

—¿Qué vas a hacer al respecto? —dije divertido por la situación. Amaba demasiado a mi mejor amigo, era el único que sabía hacerme reír y alegrar mis días.

—Le diré al monstruo de las cosquillas que te ataque —respondió simple.

—Vamos, Tae —bufé— Dime algo nuevo, ya no tenemos cinco añ...

No pude terminar de la frase, ya que había empezado a hacerme cosquillas.

-—¡Para, para! —dije entre risas, mientras intentaba quitarlo de encima de mí. Pero él no paraba.

-—Tú te los buscaste —empezó a reír junto conmigo. Siempre decía que mi risa era contagiosa.

En eso sonó el timbre, llamando nuestra atención.

—Te han salvado —se bajó de mí y se fue de la habitación.

Negué con la cabeza y me puse en pie, mientras intentaba regular mi respiración. Al llegar a la sala veo a Taehyung con un sobre en la mano y su rostro serio.

—¿Por qué la cara larga? —me acerque a él.

—Dijeron que lo mandó Jeon —soltó sin más.

Trague en seco y me dio el sobre. Nos sentamos y me dispuse a abrirlo, pero mis manos temblaban.

—¿Quieres que lo haga por ti? —asentí y se lo di.

Lo abrió y leyó atentamente, sus ojos se abrieron de sobremanera.

—¿Qué pasa? —empecé a jugar con mis dedos en señal de nerviosismo.

—Son los papeles del divorcio —me miro directamente a los ojos— Los firmó.

Esas últimas dos palabras fueron como un balde de agua fría. Se supone que era lo que quería, ¿por qué dolía tanto?

Suspire y luego simplemente todo se volvió negro.




"No soportar más"










Holi, el capítulo siguiente es el último, amores. (T_T)

Sin más que agregar, no leemos luego. 💜

Déjame Ir - ◐кσσкмιη◑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora