¡No me jodas, Miya! || Baji Keisuke x OC

Capítulo 7: Veintiuno.

[ MIYAMURA ]

Desperté bastante aturdida, incluso me costó enfocar la vista. Lo primero que noté fue que estaba usando una pijama que no recordaba haberme puesto. Intenté hacer memoria, había tenido una conversación con Mikey y también fumé hierba, pero de resto, no recuerdo absolutamente nada. Baji estaba dándome la espalda, se encontraba en bóxers y de pie frente a la cama, me quedé mirándolo un momento.

—¡Ya despertaste! —dijo al verme, llevaba el cabello mojado también— Ayer estabas fumada, ¿sabes?

—Sí, no debí hacer eso —me quité la frazada.

—Me dijiste que estabas enamorada de mí.

Estoy teniendo un déjà vu.

—Qué mentira más grande, Baji —lo miré mal.

—Tu hombre se prepara para trabajar —comenzó a vestirse—. Hay que traer a casa el pan de cada día. Deberías venir a mi oficina otra vez.

—Ya me imagino para qué —dije de forma burlona.

—Cualquier cosa que te imagines, es completamente verdad —me sonrió.

—Al menos lo admites, punto para ti —caminé hacia el baño, él me siguió.

—Hablo en serio, ven a mi oficina esta tarde —dijo en una mirada potente—. Quiero estar contigo, ¿tú no?

Me estoy derritiendo, es demasiado lindo. Incluso mi rostro está bastante caliente ahora mismo de sólo mirarlo. Lleva ropa formal otra vez, aunque esta vez la camisa tiene algunos botones abiertos. Baji realmente debería ser modelo, ganaría mucho dinero si se dedicara a eso.

—Es una cita entonces —sentenció—. Te veo después de la hora de comer... en mi oficina.

🕷

Ni siquiera había podido comer tranquila, el asunto de la ida a la oficina de Baji me tenía nerviosa. Esto fue similar a aquella vez que tuvimos nuestra primera cita, esa en la que no me pidió opinión. Él sólo se apareció a mi hora de salida del trabajo y decidió tener una cita conmigo mientras yo usaba mi horrible y sucio uniforme. Hoy sí tuvo la decencia de avisarme las cosas, aunque de todas formas me tomó por sorpresa. Al menos ahora no tendría la ropa llena de crema batida, además acababa de tomar una ducha bastante relajante.

Crema, antitranspirante y perfume... ¿Estaré presentable para la cita si no me maquillo? Ay... ¿POR QUÉ RAYOS ME IMPORTA ESO? Maldita sea, hace años que no tenía estos dilemas. Pero adoro el maquillaje y a Baji le gustaba cómo jugaba con los colores. ¿Ah? ¿Y por qué estoy pensando en Baji? ¡Ya basta! Aunque no me hará daño usar el maquillaje que me habían comprado por el evento del casino...

Me vestí rápidamente y al final tomé la bolsa con el maquillaje para usar un poco. La verdad es que todo el camino a la oficina de Baji me lo pasé con el corazón vuelto loco, incluso alenté el paso en repetidas ocasiones. ¡Estaba muy nerviosa y cada vez a poco de llegar! La puerta del lugar estaba ya a un metro de mí y de pronto se abrió dejándome ver a Baji, él estaba por salir.

—Creí que me habías dejado plantado, estaba por ir a buscarte —dijo en una expresión divertida.

Me jaló del brazo para meterme en la oficina y cerró la puerta detrás de nosotros.

—Déjame verte —me hizo dar una vuelta y me escaneó completamente—. Me haces difícil el no ligarte.

Le sonreí, él fue directo a sentarse en su escritorio.