ESTE ES NUESTRO FINAL,
lee el capítulo 10 primero.
¡QUE LO DISFRUTES![ BAJI ]
Poco se sabía sobre lo que sucedía después de la muerte. Terminar en el infierno o ganarte el cielo, reencarnar e incluso tener la oportunidad de volver a la vida si lograban ayudarte. Algunas personas decían que no había nada después de la muerte, sólo un vacío y nunca algo más. Siempre creí que eso sería lo que me sucedería a mí, siempre creí que moriría de forma violenta por ser un pandillero y justo eso me sucedió. Morí de un tiro en la cabeza y llevaba ya algunos segundos envuelto en sólo oscuridad. No hay nada detrás ni delante de mí, este es el famoso vacío del que hablaban. Ni siquiera siento mi cuerpo y ni siquiera puedo verlo. No sé qué sucedió, lo único en mi mente es ella. Lo único en mi mente es Miya. Quiero ver a mi Miya una vez más, quiero casarme con ella. Si ya es bien sabido que el tiempo es relativo, entonces no existe un principio y tampoco un fin. De alguna manera eso logra esperanzarme y aún en este lugar, me siento en completa calma. La esperanza continúa ardiendo muy dentro de mí, la esperanza de ver a mi Miya de nuevo y casarme con ella, la esperanza de poder cambiarlo todo. Fue justo en el momento en el que pensé eso, que la sensación de estar por renacer, vino hacia mí. Recuperé la respiración y abrí los ojos en automático, me estaba ahogando, era difícil controlar el aire que llegaba a mis pulmones.
Mi vista enfocó poco a poco. Estoy en casa... Estoy en casa otra vez. Mi cuarto con mis pósters gastados, mi cuerpo con escasos tatuajes y mi música a todo volumen. Estoy de vuelta... Estoy de vuelta y estoy vivo.
—¿Qué mierda? —solté buscando mi viejo teléfono celular.
Cinco de septiembre de 2021: un par de días antes de conocer a Miyamura. No sé si esto es un sueño o si será lo que creo, pero no perderé mi tiempo. Me levanté de golpe y entré a la ducha, todo lo hice tan rápido como pude... Salí del baño y me vestí, intenté arreglarme y verme decente, claro está. Tomé mi teléfono y mis llaves para después ir corriendo al primer piso. Abrí la puerta y salí a la cochera: mi moto no estaba. ¡Seguramente estaba en el puto taller! ¡Tendré que usar el auto! Al instante le quité la alarma y me monté en él sólo para intentar encenderlo y darme cuenta de que hoy, precisamente, no quería arrancar. ¡NO PUEDE SER! ¡NO PUEDO PERDER EL TIEMPO, MALDITA SEA!
Salí a la calle y comencé a caminar, pero pronto mis pasos se convirtieron en trotes... Al final terminé corriendo como un desquiciado. ¡Necesito llegar ya!
—¡Oye! ¡Préstame esa bicicleta y te pago, niño! —le grité a un niñito que iba con sus amigos.
—¿Ah? ¡Ni hablar, maldito loco! —me miró mal.
—Toma todo esto —saqué unos billetes.
—¡Es muy poco!
Fruncí el ceño y me acerqué de forma violenta.
—Bájate o te bajo —lo amenacé.
—Atrévete —me miró mal.
No perdí más tiempo, lo empujé lo más lejos que pude y me monté en la bici al instante. Pedaleé más rápido de lo que mis piernas me permitían y a lo lejos escuchaba los insultos de esos pubertos, me gritaban un montón de groserías. ¡Ve más rápido, Baji! ¡Tú puedes hacerlo! ¡Tienes que llegar cuanto antes!
Pasé por la florería que quedaba cerca de la estación del subterráneo y tomé un maldito ramo lo más rápido que pude. Ni siquiera me importó el puto cambio, yo arrojé muchos billetes a manera de paga. Continué pedaleando sin parar y esta vez me detuve en la tienda de conveniencia que estaba junto a la estación. Me metí y tomé una caja de brownies y una bolsa para después tirar otro montón de billetes en el mostrador. Metí las flores y los brownies dentro de la enorme bolsa y volví a montarme en la bicicleta.
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¡No me jodas, Miya! || Baji Keisuke x OC
Fanfiction―Sabes que me gusta romper las estúpidas reglas, Miya ―dijo muy seguro―. Me ordenaron que no te coqueteara, pero nunca dijeron que no puedo molestarte de nuevo hasta que vuelvas a estar loca por mí. ―Baji, eso no va a... ―Ya te enamoré una vez, lo p...