¡No me jodas, Miya! || Baji Keisuke x OC

Capítulo 8: Comenzó en Krono.

⚠️ SPOILERS:
Capítulo 157 del manga.

[ MIYAMURA ]

—Emma —le dije—, no sé disparar un arma.

—¿Hablas en serio?

—Sí lo hago.

Emma se puso de pie, luego de eso se dirigió a su clóset mientras nos indicaba a las chicas y a mí que la siguiéramos. Con sumo cuidado, abrió uno de los cajones —el más largo de todos— de su mueble principal. Lo que había dentro eran nada más y nada menos que armas dentro de un estuchero de lujo, había distintos calibres y distintos tamaños. Ni siquiera Baji me había mostrado sus armas tan de cerca, así que sentí un poco de adrenalina apenas las vi, era mucha impresión.

—Muy fácil, sólo tienes que sostenerla —Emma tomó una de las armas y me la tendió—. Mira... Tómala y tienta el peso.

La tomé apenas me la dio, era mucho más pesada de lo que me imaginaba. No tenía idea de que las armas tenían ese peso, estuve algunos segundos intentando acostumbrarme a ella, pero Emma me miró con una expresión de preocupación y me quitó el arma al instante.

—¡Miya! ¡Si disparas esa cosa, nos matas a todas! ¡Estás temblando como chihuahua! —se burló y miró a las chicas— Ahora ustedes...

—¡Ni hablar! —dijeron Yuzuha y Hina al mismo tiempo.

—No sé disparar un arma tampoco —añadió Hina.

—No quiero actuar como su madre —Emma nos miró mal—, pero no es posible que estemos a días del conflicto final y no sepan siquiera tomar un arma.

Las tres nos quedamos calladas, realmente Emma estaba en modo mamá. ¡Hace tiempo que alguien no me regañaba! Ojalá hubiera sabido cómo tomar esa maldita cosa con seguridad. Ella tenía razón, las cosas pintaban mal y ni siquiera podríamos defendernos si no sabíamos utilizar una maldita pistola. Teníamos que aprender a hacerlo si queríamos tener al menos una pizca de ventaja al encontrarnos en peligro.

—Hace mucho calor —Emma agitó su mano buscando refrescarse— y huele bastante a madera, esto no...

—¿Quieres que encendamos el aire acondicionado?

—Emma, estás muy pálida —en automático sujeté su rostro—. Oye... Estás sudando, ¿estás bien?, ¿qué es lo que...?

Emma se quedó helada, evitaba mirarnos y se llevó la mano a la boca. Sus mejillas estaban bastante rojas, no era común que le sucedieran estas cosas a ella, Emma no solía sonrojarse jamás... Sólo le sucedía cuando se trataba de Draken. Ella respiró profundo y nos miró consecutivamente, bastaron algunos segundos antes de que rompiera ese silencio.

—Estoy... —comenzó a decir— Estoy embarazada.

Las tres nos quedamos atónitas, bastaron algunos cuantos segundos de silencio antes de que Emma se sonrojara de nuevo y nosotras la fundiéramos en un abrazo grupal bastante efusivo. ¡Emma estaba embarazada! ¡No me lo podía creer!

—¡Así que al final sí te preñaron! —festejó Hina.

—¡Cállate! —se quejó Emma— ¡Dios! ¡Yo ya había planeado darles a ustedes la sorpresa con un bonito pastel, pero lo arruinaron!

—Ayyyy, mi Emma está embarazada —dije pegando mejillas con ella.

—¿Desde hace cuánto lo estás? —preguntó Yuzuha.

—Ocho semanas —respondió en una sonrisa—. Ni siquiera Draken lo sabe aún, todo este asunto es muy estresante como para que ahora se preocupe por mi embarazo.