¡No me jodas, Miya! || Baji Keisuke x OC

Capítulo 2: Descartados.

Es importante que lean las advertencias para entender cuáles son las versiones pasadas, presentes y futuras de nuestros personajes. Si ya las leíste, ya puedes comenzar con el chisme de abajo😩👍🏻

[ MIYAMURA ]

Desperté con la respiración agitada, tardé unos segundos en enfocar la vista, misma que pronto clavé en todos lados para ubicar en dónde me encontraba ahora mismo. Hace un momento había comenzado el viaje en el tiempo, así que tenía que estar alerta.

Sentí una mano tomar mi antebrazo, era Baji, el Baji del presente. Él hizo una seña para que me quedara callada, su respiración también estaba agitada. Pronto me di cuenta de que ambos estábamos en la habitación de Koko, la habitación de su antigua casa.

—Así que si no quieres que te mueva de forma brusca, levanta el maldito trasero ahora —esa era la voz de Baji.

¿Qué demonios? Giré mi vista hacia la cama y ahí estaban nuestras versiones pasadas, el Baji y la Miya del pasado. Rápidamente dirigí la vista esta vez hacia mi cuerpo, me toqué a mí misma en un intento por ver si todo esto era real y pude comprobar que sí lo era. Baji y yo habíamos viajado al pasado, pero no como nuestras versiones pasadas... sino como espectadores. Estábamos presenciando el pasado en tercera persona. Baji y Miya estaban a punto de tener sexo frente a nosotros, el sexo del día de la fiesta navideña de Koko, esa fiesta en la que Baji se me confesó. Mis mejillas ardieron en ese instante, eso era algo bastante íntimo para nuestras versiones pasadas.

Abrí bien mi boca y volteé a mirar al Baji del presente, él tenía una enorme sonrisa en la cara.

—Dios mío, sí —dijo victoriosamente y señaló la escena—. Realmente soy el puto amo, mira todo lo que te estoy haciendo.

—¿Acaso estás loco? ¡No quiero ver esto! —susurré totalmente sonrojada— ¡Vámonos de aquí!

—No tienes que susurrar —me avisó—, ellos dos no pueden vernos ni escucharnos.

—¡Deja de mirarme! —lo regañé al ver que tenía la vista bien clavada en la escena— Digo... ¡Deja de mirarnos! ¡Invades nuestra privacidad!

—¿Cuál privacidad? Yo voy a mirarlo todo, esto no me lo pierdo por nada del mundo —se burló.

—¡Baji, ya basta! —me puse de pie e intenté ignorar lo que ocurría en esa cama— ¡Hay que salir de aquí!

—Sí, sí, pero espera a que venga la mejor parte —dijo en una sonrisa enorme.

—¡No! ¡Y ya deja de jugar! —solté con las mejillas más rojas que un tomate— Tenemos que regresar y contarle a todos que lo logramos.

Él seguía bastante concentrado en la escena de nosotros en la cama. De tanta vergüenza ya me había olvidado de que le grité, qué puto susto, él estaba tan enfocado que tal vez ni notó mi insolencia. Lo tomé del brazo y se puso de pie, ambos nos dirigimos al baño, el cual estaba abierto.

—Al menos aquí hay más privacidad —suspiré—, si tocamos algo, ¿se moverá? ¿Ellos podrían darse cuenta de eso?

—Para nada —contestó mientras miraba por la puerta.

—¿Y cómo lo sabes?

—Ese Baji que ves en la cama jamás se daría cuenta ni del fin de los tiempos, está bastante concentrado en ti —dijo en una sonrisa maliciosa.