Capítulo 4

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Tirada en su cama, escuchando música instrumental tremendamente triste, Lisa miraba el techo, a la espera de que se cayera encima de una puta vez.

Sé sentía como la mierda y todas las noticias que había recibido en ese día la hacían sentir más y más mierda.

Su teléfono sonó por doceaba vez, pero estaba a un metro y medio de distancia y le pareció demasiado lejos.

Fue a la décima tercera vez que se cansó de que sonara y atendió, se fijó en el nombre de "Kim Jennie" en la pantalla.

ㅡ ¿Qué quieres?

ㅡ ¿Por qué no estás en la sesión de quimio, Lisa? ㅡ Jennie estaba más que enojada, furiosa, y necesitaba descargarse con todos los insultos que conocía y dirigirlos todos a la razón de su molestia.

ㅡ Decidí que iba a dejarlas... Es una pérdida de tiempo.

ㅡ No, ¿Me escuchas Manobal? Yo te digo que no.

ㅡ No eres nadie para decirme qué hacer.

ㅡ Pues sí, no lo soy, ¿Y qué? Te lo digo igual, imbécil, ¿Qué problema hay?

ㅡ ¿Por qué me insultas?

ㅡ Porque eres una maldita desgraciada, Manobal, ¿Tengo razón?

Lisa se mantuvo en silencio varios segundos.

ㅡ Pues sí.

ㅡ Y si te quedas allí eres una perdedora, de las peores, Lisa, eres una perdedora pero de los que se rinden, idiota.

ㅡ ¿Puedes parar?

ㅡ No, no quiero, ya me tienes harta y ya empecé está peleaㅡ replicó Jennie, sin duda, estaba quedando como un loca frente a sus compañeros de quimio, que la miraban con ojos muy abiertosㅡ. Lalisa Manobal, ¿Al menos no vas a venir a despedirte de mí? ¿De todos nosotros?

ㅡ Fue un gusto conocerte, Jennie-

ㅡ Ven y despídete de mí cara a cara, mierda, ¿Que ahora me tienes miedo, o qué? Idiotaㅡ escuchaba a su linda chica de gorro apretar la mandíbulaㅡ. Ya sabes dónde estoy, ¿Qué mierda estás esperando?

ㅡ Está bien.

Lisa colgó, y pensando en Jennie, se abrigó, y salió de su departamento para pedir un taxi hasta el hospital.

Bajó frente al edificio de aquel gran hospital, pasó hasta llegar a la sala de quimioterapia, dónde está vez, había dos personas, una de las mujeres de antes y un hombre, y Jennie, quien estaba de pie, de brazos cruzados, en medio de la sala de quimio.

Su ceño estaba fruncido y en sus ojos contenía lágrimas.

ㅡ ¿Y ahora qué? ㅡ preguntó, su gorro no estaba, estaba acalorada furia y se había quedado sólo un con suéter, su cabello castaño estaba a la vistaㅡ ¿Por qué lo dejas? ¿Qué razón estúpida tienes esta vez?

Lisa la miró un momento, la chica estaba por llorar de molestia.

ㅡ Estoy cansada... Mucho, como nunca antes en mi vida, estoy cansada de todo y no quiero hacer nada.

ㅡ ¿Leíste el folleto de los efectos secundarios de la quimio?

Lisa asintió.

ㅡ Depresión está entre esas cosas, Lisa, pero no es excusa para dejarte estar.

ㅡ Y después... La mujer, que estaba aquí, ㅡ señaló un asiento vacíoㅡ. No lo logró, ¿Y sabes que es eso? Un recordatorio de que tampoco lo lograremos, ¿Por qué estar aquí de todas formas?

ㅡ Porque tú no eres ella, nadie de aquí lo es y nadie dice que no podremos salvó tú misma Lisa, te estás arrastrando sóla.

Lisa sorbio su nariz, sintiendo las lágrimas.

ㅡ En mis últimas pruebas... Todo salió igual que cuando empecé con esto, nada cambió, y sólo me estoy sintiendo como la mierda para que al final resulte en nada, ¡Nada!

ㅡ ¡La quimio funciona así! ㅡ Jennie estaba roja de furiaㅡ ¡El que estés igual es una señal de que está actuando!ㅡ suspiró de forma pesadaㅡ... Si fuera nada seguiría creciendo, pero ahora eso no ocurre, está igual que antes y es luego que empieza a reducirse, que da la casualidad que eso pasaría ahora ¡Ahora! ¡Y vas a dejarlo ahora!

Lisa lloriqueo, dejó que las lágrimas corrieran por sus mejillas porque no tenía fuerza para limpiarlas, se sentía horriblemente vacía por dentro y supuestamente todo lo hacía esa quimioterapia.

ㅡ J-Jennie... ㅡ murmuró su nombre, bajó su rostro con vergüenza

La nombrada se acercó a ella con pasos rápidos, tomó su rostro y juntó sus labios en un inesperado beso que dejó a sus dos compañeros de sesión y a las enfermeras que estaban viendo el alboroto boquiabiertos.

Sus labios se movieron con seguridad sobre los de Lisa, quien respondió, y con mucho gusto, recorriendo los carnosos labios de su chica favorita con ganas.

Al separarse, había dejado de llorar.

ㅡ Ahora no querrás irteㅡ murmuró Jennie, y claro que tenía razón.

ㅡ Ahora no querrás irteㅡ murmuró Jennie, y claro que tenía razón

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Chemo | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora