Capítulo 21

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Jennie pasó semanas en el hospital, y Lisa seguía junto a ella, a pesar de que todo lo que pasaba allí, esperarla, le afectaba, verla igual que el día anterior, sin tener noticias de cómo se encontraba, si podría curarse o si aún había que esperar.

La última buena noticia que habían recibido fue que su cuerpo había recibido el transplante sin problemas, aunque tampoco tenía mucho sistema inmunológico de sobra para pelear contra lo único que podría salvarla.

Aún así, debía quedarse en el hospital porque estaba bastante débil, y tenían que esperar meses para saber si estaba finalmente curado, por ahora, debía conformarse conque el transplante funcione.

Fue una noche, en la que Lisa pidió permiso especialmente para llevar un regalo a Jennie, un pastel, de vainilla con chocolate y crema, decorado con fresas, todas cosas que la mayor sabía que a su novia le gustaban.

ㅡ¡Kim Jennie! ㅡLisa entro de golpe y gritando a su habitación, haciendo que la mayor diera un salto y la insultara, cargaba con una caja en su mano, con el pastelㅡ. Sorpresa, cariño.

ㅡ¿Es alcohol? ㅡpreguntó la mayor.

ㅡNo, pero tiene.

ㅡ¿En serio?

ㅡNo.

Jennie hizo un puchero.

ㅡEres una pésima novia, no me pasas alcohol al hospital.

ㅡPues tú eres una novia aún peor porque te olvidaste de nuestro aniversario ㅡLisa hizo un puchero aún más marcado.

Jennie abrió sus ojos ampliamente y se puso roja de vergüenza.

ㅡLo siento, Lisa, no, no, yo-

ㅡPor eso te lo recuerdo hoy, porque es mañana ㅡLisa levantó la tapa de la caja, mostrando el pastel con frutillas que decia "Feliz aniversario", escrito en chocolate—. Admiro la letra del pastelero, yo no puedo escribir ni mi nombre así de bonito.

Jennie soltó una risa y quiso golpearla por haberla asustado con algo así, por un momento si se había sentido mal.

ㅡ¿Por qué hay un pastel de aniversario el día anterior a nuestro aniversario?

ㅡPorque es para después de la cena romántica que vamos a tener, me quedaré la noche contigo y ya pasadas las doce será oficial. Duh.

Se miraron hasta que Jennie sonrió de forma tonta.

ㅡ¿No serás muy buena conmigo no? ㅡpreguntó, haciendo que Lisa no entendiera del todo, pero que una parte se sintiera halagada—. Demasiado buena para mí.

ㅡ¿Quién eres tú para decir que tanto de "bueno" mereces? Mereces más que yo.

Jennie negó.

ㅡMerezco menos que tú.

ㅡError ㅡdijo Lisa, buscó una silla y se sentó a su lado—, por cierto, ¿Mencioné lo de la cena romántica, no? ㅡJennie asintióㅡ. Bueno, es pollo frito.

ㅡOh ㅡJennie estaba dispuesta a hacer el chiste, pero Lisa habló más rápido.

ㅡY velas románticas de mentira porque no me dejaron incendiar el hospital ㅡLisa sacó del bolsillo de su abrigo unas velas pequeñas, a batería, con un pequeño foco de luz que imitaba a una llama pero de forma muy mediocre.

Fue prendiendo una por una con cada uno de sus pequeños botones, encendiendo una luz amarilla en cada velita falsa, dejándolas al rededor de Jennie en la fea camilla.

ㅡTe la estás ingeniando mucho, Lili.

ㅡTodo para mí Nini ㅡdijo, dejó un beso en su nariz.

Se quedaron hablando largo rato, Jennie estaba ruborizada y se veia hermosa a la luz de la velas, aunque fueran falsas, y Lisa sólo pudo admirarla, tan bonita y encantadora, se volvió a enamorar de ella a cada segundo.

La menor había prometido no cortarse el pelo hasta que Jennie estuviera de alta, así que lo llevaba largo y casi siempre se lo ataba, a Jennie le gustaba jugar con su cabello, y se dedicaba a hacerle trenzas y a probar distintos peinados, al final, terminó haciéndole una trenza cosida cuando el enfermero tocó la puerta antes de entrar, interrumpiendo para traer su comida.

Con un balde grande de de pollo frito, varias salsas y gaseosa, Jennie pensó que nada estaba mal.

Estaban terminando de comer cuando una alarma sonó, Lisa asintió, limpiando sus manos en sus pantalones haciendo que Jennie lo recrimara, antes de cortar la alarma de su celular.

ㅡOficialmente, Jennie, es nuestro aniversario ㅡdijo, mostrando su celular, que marcaba la medianoche, dejó el aparato a un lado para tomar ambas manos de la mayor entre las suyas—. ¿Sabes cuánto cumplimos hoy, nena?

ㅡ¿Tres meses? ㅡJennie alzó una ceja.

ㅡMuy bien, tres meses, ¿Y sabes hace cuánto que te conozco?

ㅡMás de siete, casi ocho meses.

ㅡSe nota que eras buena en matemáticas, joder, que me acuerdo de nuestro aniversario pero porque es mi cumpleaños pero en otro mes.

Jennie rió, Lisa sin duda era mucho más tonta de lo que alguna vez creyó.

ㅡQuería decirte que eres una de las personas más maravillosas que hay en este mundo, y tengo suerte de haberte encontrado a ti entre todas las personas del planeta, y quiero que tengas muy claro que sin tí, Jennie... No lo habría logrado.

ㅡLis-

ㅡDéjame terminar, impaciente. Cómo te decía... Te amo mucho, Jennie, y te amo para mucho tiempo más.

Jennie se mordía el labio con una sonrisa.

ㅡAhora sí, puedes hablar, que yo sé que quieres.

—Lisa... Lo siento, pero yo no tengo preparado nada bonito para tí ahora.

ㅡ¿Yo pedí algo?

ㅡNo, pero-

ㅡJennie —Lisa alzó sus cejas—. Tú sola presencia en suficiente para mí.

Jennie sonrió y era tanta su vergüenza y nervios que no pudo decir nada por unos segundos.

ㅡTe amo mucho, Lisa, de una manera que no creí que fuera capaz de volver a amar, en realidad, es incluso más grande que la última vez ㅡllevó una manito a su corazónㅡ. Gracias por estar conmigo este tiempo, incluso en el difícil.

ㅡMás que nada en el difícil, porque te amo de verdad, Jennie.

ㅡNo lo dudo, Lisa— dijo Jennie.

ㅡ¿Beso de aniversario y después pastel? ㅡpreguntó la menor, y la otra asintió, tomó sus mejillas y juntaron sus labios en un beso lento, sus lenguas se encontraron con suavidad, y ligeros chasquidos se escucharon por lo bajo.

Jennie enrredó sus dedos en el cabello de la menor, entre los mechones de la trenza que ella le había hecho, y no pudo evitar sonreír.

Disfrutó del contacto y de las caricias de los labios de Lisa en los suyos, estiró el momento todo lo que pudo, e hizo del beso eterno en su mente.

Disfrutó del contacto y de las caricias de los labios de Lisa en los suyos, estiró el momento todo lo que pudo, e hizo del beso eterno en su mente

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Chemo | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora