Mientras los cuatro conversaban en la cafetería Takemichi había sido trasladado a una de las habitaciones individuales del hospital. Porque si hay algo que habían hecho todos sus amigos, preocupados con la frecuencia en que era golpeado y su habilidad innata de meterse en problemas, fue contratarle un seguro de salud decente.
Lo más sorprendente no fue que entre todos le contrataran el seguro, sino que todos estuvieron de acuerdo sin chistar, incluso Kokonoi abonaba su parte de la cuota en silencio.
Ahora se encontraban fuera de la habitación en donde se suponía el médico interno chequeaba al héroe llorón, razón por la cual todas las cabezas se voltearon en dirección a la puerta deslizante cuando esta se abrió y dejó ver la bata blanca del hombre.
— Él está estable, no tengo mucho que agregar respecto a lo que les mencionó mi colega pero vivir tales niveles de estrés de forma mantenida no es saludable para nadie, podría desarrollar otras enfermedades con el tiempo, mantengo la recomendación anterior de derivarlo a salud mental —Acomoda sus gafas, recordando el estado deplorable en el que estaba su paciente antes de salir. Como ser humano empático que es no podría imaginarse por qué situación debió atravesar para acabar con esa mirada cargada de desesperación— De momento, solo uno de ustedes puede entrar, deberán ir turnándose.
— Entiendo —Fue Hinata quien tomó la iniciativa de responder al doctor— Lo hablaremos y haremos lo que sea necesario.
El hombre de bata asiente satisfecho antes de recordar algo importante.
— ¿Alguno de ustedes es Mikey?
Las miradas de los tres restantes recae sobre el aludido quien parece sobresaltarse en su puesto y enarcar una ceja, intentando adivinar cómo es que el hombre supo que estaba ahí.
¿Será que aparte de doctor es adivino por las noches?
Espanta rápidamente esa idea cuando le escucha hablar nuevamente.
— El paciente ha estado llamándolo sin parar desde que abrió los ojos —Explica con tranquilidad— Aconsejo que sea el primero en entrar si eso puede ayudar a calmarlo sin más sedantes.
Esta vez el hombre pasea su mirada sobre los cuatro presentes, pues es decisión de ellos ver si toman o no su consejo.
Mikey boquea un par de veces, sintiéndose pequeño de un segundo a otro, instante en el cual gira el rostro para buscar la mirada de Hinata, la esposa de Takemichi y quien debiese ingresar primero a verle.
Para su sorpresa, la mujer esboza una suave sonrisa y asiente un par de veces, sin tomarse a mal la situación.
— Ve, él te está esperando
Tanto Draken como Chifuyu intercambian una mirada silenciosa antes de acercarse a Hinata para acompañarla, cada uno a su costado y asintiendo de igual forma al más bajo de los presentes.
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Wake me up!
RomancePor fin ha logrado el futuro que deseaba, pero.. ¿realmente todo acaba aquí? Las consecuencias de sus viajes y experiencias anteriores pueden quebrar a cualquiera y él, no es la excepción. 𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 » TakeHina y MikeTake » Yaoi » Bebé/n...