Compañeros Omegas (BingJiu)

Capitulo 2

El barco llegó al puerto, algunos fueron directo al mercado de esclavos, mientras las dos joyas preciosas y algunas más fueron directo al harem del Emperador Luo BingHe.

En todo el trayecto el pequeño omega se la pasó escuchando el chisme de las demás esclavas, recolectando información, para luego contárselo al mayor. Este a veces no mostraba interés pero solo era fachada, en si escuchaba con mucha atención.

Según hablaban las esclavas el nuevo emperador tenía muchas mujeres en el harem, la mayoría betas, también había Alfas, todas de una gran belleza, pero ninguna pudo dar a luz al primogénito del Emperador. Para poder ser el príncipe heredero hay dos requisitos:

Primero ser varón y alfa, si en caso nace mujer Alfa puede competir para el trono, pero será dejada como última opción o si en caso el príncipe heredero no llega a las expectativas necesarias.

Se decía que el Emperador es hijo de una hermosa Omega, que según rumores; es muy hermosa pero una verdadera fiera, no dejaba que ninguna de las esposas o los demás príncipes se acercaran a su hijo.

–¡En fila! –Ordenó un beta– Vamos a revisarlas y... Revisarlos. –Este empezó a revisar sus caras, sus cuerpos, etc. A juzgar estaban bien en apariencia, pero a las que no consideraba hermosas las mandaban para el otro castillo a ser simples sirvientas. Así pasó eligiendo a uno, a otra, hasta que llegó a las dos joyas.

–Ustedes, por lo que se son omegas masculinos, a veeeeeeer... –Los revisó, abriendo la toalla que llevaban puesta alrededor de su cuerpo proporcionada por una beta al entrar, vió que no tenían ninguna marca –Supongo qué ¿Ya se presentó su primer celo?

Shen jiu se sintió irritado al ser tocado y revisado, como si fuera solo una cosa, aquel Beta notó el aura asesina del aquel Omega, dándole un escalofrío en su columna. Trató de ocultarlo yendo a revisar al otro omega, que por cierto, se fue a esconder detrás del pilar de mármol del lugar. El Beta jaló al Omega menor para empezar a revisar su cuello; sin marca... Qué bueno, su cabeza está a salvo.

Ambos Omegas, sin marca; ahora solo faltaba una prueba.

–Síganme, se van a bañar y luego vamos con el médico –Y como dijo el Beta mal educado que ni se presentó, fueron a los baños.

Los baños eran simplemente hermosos; amplios y con un gran agujero que funcionaba como bañera, donde yacían algunas betas mujeres, había otras en otras bañeras más pequeñas, Shen Jiu se sintió aliviado que solo fueran Betas mujeres y no estúpidos alfas.

Cuando miró a su lado vió que su compañero también se sintió menos tenso.

Los pilares de mármol, paredes blancas como la nieve, y algunos adornos de oro adornaban el lugar.

Las toallas alrededor de su cuerpo cubrían su pecho y hasta arriba de las rodilla, dejando al descubierto sus hombros y casi toda sus piernas. Por lo que no era necesario tener que sacarse nada. Ambos entraron a la bañera; se relajaron un rato, Shen Jiu lavaba su largo cabello negro como la tinta y suave como el pelaje de un gato. Sus ojos veían el agua moverse por los movimientos de las demás.

Les gritaron que se apuraran. El beta recargado del umbral de la puerta tenía los ojos cerrados con otro par de toallas en sus brazos para que se secaran.

–Jiu-ge no pongas esa cara, seguro que podemos sacar algo bueno –Dijo el menor, levantándose y saliendo de la bañera para extender su mano al mayor para ayudarlo a salir, pero fue rechazado, cuando Shen Jiu salió solo.

–Jiu-ge no te molestes, somos compañeros y tenemos que apoyarnos–Decía mientras caminaba atrás del más alto.

Shen jiu estaba irritado ya que el otro empezó a llamarlo "Jiu-ge" de la nada, sumándole a que estaba encerrado y miles de kilómetros lejos de su hogar. Aunque todos estaban muertos, ahí aún era su hogar.