EL EMPERADOR

CAPÍTULO 88 - RETROCESO

Los dos caminaron en silencio por el corredor hacia la residencia principal para no molestar al tipo desconsolado que se destacaba en la tormenta.

Xiao Qirui se había quedado dormido y su niñera lo había llevado de regreso a su habitación de al lado. El cielo estaba nublado y los truenos retumbaban en el horizonte. Xiao Chengjun y Lou Jing yacían en la suave cama, abrazándose mientras miraban por la ventana la lluvia torrencial.

"Por favor, no te enojes con mi segundo tío", dijo Lou Jing en voz baja, acariciando la mejilla de Xiao Chengjun. Había visto desde el principio que su segundo tío se negaba a tomar esposa en gran parte debido a la emperatriz Ji, pero la emperatriz Ji estaba mucho más allá de él. Xiao Chengjun definitivamente se sentiría incómodo con esto.

"El corazón quiere lo que quiere", dijo Xiao Chengjun, suspirando. "Cuando todo se haya calmado, le preguntaré al padre emperatriz qué piensa."

"¿Chengjun?" Lou Jing se incorporó para mirar más de cerca a su esposo, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

Cuando el nuevo Emperador tomaba el trono, la Emperatriz del Emperador anterior generalmente tenía que ser enterrada junto con él. Hubo algunos emperadores con un pensamiento más moderno que permitieron que la emperatriz siguiera viviendo como la emperatriz viuda, pero sin importar qué, el amor de su segundo tío nunca se realizaría si se seguía el precedente. Lo que Xiao Chengjun había dicho... ¿Había realmente otra manera?

Xiao Chengjun levantó una mano para tocar la cara de Lou Jing. "Un hombre que está hecho para ser Emperatriz siempre sufre. Solo espero que después de que me haya ido, la familia Xiao los trate con compasión", dijo.

Lou Jing frunció el ceño. "No necesito eso. Estaría feliz de ser enterrado contigo", dijo.

Xiao Chengjun se rió entre dientes. Esta era la primera vez que escuchaba a alguien decir que estaría feliz por algo así.

"Acostarnos en la misma cama mientras estemos vivos, y acostarnos en la misma tumba cuando estemos muertos. Para mí, eso es suficiente", dijo Lou Jing, retorciéndose para descansar su cabeza en el pecho de su esposo y abrazándolo con fuerza. Cuando un ganso perdía a su pareja, gemía de dolor hasta que moría. Si Xiao Chengjun se fue antes que él, nunca elegiría vivir sin él.

Al día siguiente, en la reunión habitual de la mañana.

Zhao Xi había ido a cada una de las seis oficinas del departamento una por una el día anterior y se había familiarizado con las personas que trabajaban allí. Zhao Xi había trabajado los poderes de su lengua simplista y había logrado ganarse a todos los Jefes de Departamento. Pensaron que Zhao Xi era un funcionario menor que había sido enviado por la Corte Imperial. Parecía ser muy inteligente e ingenioso, y todos querían incluirlo en su departamento.

Xiao Chengjun se sentó en el asiento principal, mirando a Zhao Xi, que estaba de pie justo al frente, justo debajo del asiento principal, aunque todavía no tenía ningún cargo oficial. Ninguno de los funcionarios se opuso o incluso pareció encontrar esto extraño. Xiao Chengjun asintió interiormente para sí mismo. Zhao Xi se parecía a Zhao Duan en que era muy suave y hábil para establecer relaciones con las personas. "Esta persona aquí es Zhao Xi, el Zhuangyuan de la capital que logró el primer lugar en los tres niveles de los exámenes. Deberías haberlo conocido ayer", dijo.

Los funcionarios reunidos se agitaron un poco. No habían pensado que este tipo resultaría ser un volador tan alto.

Los seis jefes de departamento ahora realmente no se atrevían a usar Zhao Xi. Eran solo funcionarios menores en una provincia remota y la mayoría de ellos habían obtenido resultados mediocres en los exámenes imperiales. La educación y el conocimiento de un Zhuangyuan estaban tan por encima de ellos como los cielos estaban sobre la tierra.