EL EMPERADOR

CAPÍTULO 98 - LA BODA

"¿Nn?" Xiao Chengjun emitió un sonido confuso y luego se volvió para mirarlo.

Hacía frío fuera. Los dos se acostaron en un diván suave y cálido, abrazándose perezosamente. Lou Jing sostuvo la mano del Emperador y jugó con ella mientras el Emperador chupaba un dulce de leche, sus ojos se cerraban somnolientos.

Lou Jing acarició con la barbilla la parte superior de la cabeza del Emperador. "Tenía seis o siete años entonces, y era mi primera vez en el palacio. Entonces te vi en el Jardín Imperial. ¿No te acuerdas? preguntó.

Xiao Chengjun masticó el caramelo en su boca y luego lo tragó. Miró los ojos brillantes de Lou Jing. Eso fue algo que sucedió hace tanto tiempo que se sorprendió de que Lou Jing aún pudiera recordarlo. "¿Eso sucedió?" preguntó.

Lou Jing parecía bastante decepcionado. Ese grato recuerdo suyo no parecía haber sido nada especial para Xiao Chengjun. "No. Madre me trajo al Palacio. Me dejó en el Jardín Imperial junto con algunos de los hijos de otros nobles. Llevabas una pequeña túnica amarilla albaricoque en ese momento, y estabas de pie con las manos detrás de la espalda con una expresión tensa en tu diminuto rostro", dijo Lou Jing. Mientras pensaba en ese joven e infantil príncipe heredero que se esforzaba tanto por parecer serio y solemne, una burbuja de risa escapó de sus labios y plantó un suave beso en la mejilla de Xiao Chengjun.

Xiao Chengjun le pellizcó la barbilla y apretó los labios en una sonrisa divertida. "Fuiste el único que se atrevió a tirar de la mano del Príncipe Heredero y no soltarla", dijo.

Lou Jing lo miró sorprendido. Ahora vio que Xiao Chengjun acababa de estar bromeando con él antes, y estaba absolutamente eufórico. "¿Así que te acuerdas?" él dijo.

"Por supuesto", dijo Xiao Chengjun. De repente se sintió bastante emocionado y apartó la cara.

En realidad, Xiao Chengjun recordaba ese primer encuentro incluso más claramente que Lou Jing. Cuando acababa de ser nombrado Príncipe Heredero, su hermano menor acababa de ser envenenado y él estaba realmente deprimido. La emperatriz Ji vio lo miserable que estaba, y convocó a todos los hijos de la nobleza que tenían una edad cercana a Xiao Chengjun al Palacio Imperial con el pretexto de que quería que el Príncipe Heredero forjara conexiones tempranas con estos niños. La verdadera razón había sido dejar que Xiao Chengjun se divirtiera un poco y olvidara sus problemas.

Sin embargo, el serio y joven Príncipe Heredero no se había dado cuenta de esto y realmente pensó que la Emperatriz Ji había organizado una sesión de redes sociales para él. Observó al grupo de niños desde un pequeño montículo y descubrió que todos parecían recibir órdenes de un niño particularmente atractivo. Se dio cuenta de que Lou Jing era el líder de esta pequeña banda de niños. Si uno quería someter a un nido de ladrones, tenía que atrapar a su líder y, siguiendo este principio, Xiao Chengjun determinó que la única persona que necesitaba para ponerse de su lado era Lou Jing. Si lograba eso, todos los demás niños simplemente se alinearían. Por eso el pequeño Xiao Chengjun le había ofrecido a Lou Jing ese dulce wosi .

"Toma, toma esto...", dijo el pequeño príncipe heredero, extendiendo una mano. Un bonito caramelo wosi descansaba en el centro de su pequeña y regordeta palma.

Lou Jing acababa de pelear con los hermanos Zhou. Cuando vio lo limpias que estaban las pequeñas manos al vapor de Xiao Chengjun, rápidamente se limpió las sucias manos con un pañuelo antes de aceptar el dulce ofrecido. También aprovechó esa oportunidad para agarrar esas manitas de bollo al vapor.

Después de agarrarlos, Lou Jing no quería soltarlos. Había jugado con tantos niños antes, pero nadie tenía manos tan agradables de tocar como las de Xiao Chengjun. Sintió que acababa de descubrir un nuevo juguete interesante, y siguió tirando del príncipe heredero de la mano mientras corría por todo el lugar. Nunca soltó esa pequeña mano, como si tuviera miedo de que alguien le robara al Príncipe Heredero.