My Heart Is Yours || MiChaeng

Part 1

La vida de Son Chaeyoung cambió radicalmente luego de enterarse de su enfermedad cardíaca, nunca pensó que todos sus sueños se iban a ver truncados al momento que fue internada en un hospital.

15 años encerrada en ese lugar no ha sido fácil, era agobiante y frustrante hacer amistades que duraban un par de meses y luego simplemente debía olvidarlas cuando estas mejoraban, dándoles el alta, pero a ella... Nunca se la daban.

Cada vez que estaba lista para el alta, su corazón fallaba y volvía a partir de cero. Habían momentos en los que su respiración fallaba o sentía un terrible dolor en el pecho que no la dejaba moverse, muchas veces cayó inconsciente y en dos ocaciones tuvieron que realizarle reanimación. Su vida estaba dependiendo de un hilo y las esperanzas de salir sana de ese lugar, cada vez se iban reduciendo.

– Buenos días, Chae – saludó Jihyo, la enfermera encargada de ella – ¿Cómo te sientes hoy?

– Igual que siempre – respondió simplemente – Aunque no he tenido bajas de presión y las taquicardias se han tranquilizado. Al menos un poco durante la noche.

– Eso es bueno – sonrió la mujer entregándole unas pastillas y un vaso de agua – ¿Cómo te sientes en sentido emocional?

– Sola – fue sincera, tanto tiempo en ese lugar con la misma enfermera ya la hacía verla como una persona de confianza – A pesar de lo irritante que me resultaban sus gritos, extraño un poco a Rosé – murmuró luego de tragar los medicamentos, haciendo una mueca de disgusto – Me hubiese gustado ir a su funeral.

– Esa chica, era un poco difícil, pero era un amor – recordó con nostalgia – Aunque digas que te irritaba, igual te escuché reír junto a ella algunas veces.

– Cuando estás muriendo... – la miró – Reír es lo mejor que puedes hacer.

La enfermera le lanzó una mirada triste a la menor y tomó su mano.

– Chae, tú no estás muriendo – le dijo, aún sabiendo que las probabilidades de vida que tenía la coreana menor, eran bajísimas.

– ¿15 años aquí sin que me den el alta te parece que no? – rió con amargura – He estado cerca de la muerte cientos de veces, lo sabes – apuntó y la enfermera mordió su labio – Si no me mata este jodido corazón inútil, me moriré de aburrimiento.

– No seas tan pesimista – apretó su mano – Te tengo una noticia que quizás te alegre un poco.

– Dudo que eso pase, pero no pierdo nada en saber – se encogió de hombros.

– Tendrás una nueva compañera de habitación – anunció y la menor la miró inexpresivamente – Vamos, sonríe un poco.

– No me alegra del todo tener una compañera nueva – contestó secamente – Sé cómo funcionan las cosas, ella va estar aquí por un periodo de tiempo hasta que le den el alta o simplemente, muera – objetó y Jihyo suspiró, aunque quisiera protestar, sabía que la rubia tenía razón – O muera yo.

– Pero al menos tendrás un poco de compañía – suavizó el ambiente – ¿Quieres saber de ella?

– Bien.

– Su nombres es Myoui Mina, tiene 20 años, es japonesa – comentó – Está soltera y por lo que tengo entendido, tiene interés en las chicas – subió sus cejas y la menor giró sus ojos.

– No intentes hacer de cupido, no tengo planes de enamorarme – bufó.

– Oh, vamos, no seas aguafiestas – empujó su hombro juguetonamente – Es muy linda.

– No vas a convencerme – sonrió levemente – ¿Por qué la ingresaron aquí?

– Tiene Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica – dijo y los ojos de la pequeña se agrandaron.

– EPOC... – susurró.

– Exactamente – asintió – Aunque su condición es estable y se encuentra fuera de peligro, es necesario que sea internada para quedar en observación y seguir con su tratamiento.

– Entiendo... – comentó sin más.

El EPOC es un conjunto de enfermedades pulmonares que obstruyen la circulación de aire y dificultan la respiración. El enfisema y la bronquitis crónica son las afecciones más comunes que forman parte de la EPOC. El daño a los pulmones ocasionado por esta enfermedad es irreversible. Y en la mayoría de los casos, letal.

– ¿Cuándo la ingresan? – preguntó de repente.

– Debería estar por llegar – Jihyo miró el reloj que colgaba de la pared.

– Buenos días – una voz irrumpió el silencio de la habitación, y tanto Jihyo como Chaeyoung miraron hacia la puerta – Chaeyoung-ssi, que gusto verte.

– Hola, doctora Nayeon – saludó dando una mirada curiosa hacia una cabellera pelinegra que intentaba esconderse tras la mujer de dientes grandes.

– Te quiero presentar a alguien – habló Nayeon tomando la mano de la chica misteriosa – Vamos, cariño, no seas tímida.

El entrecejo de la menor se frunció y su boca se abrió levemente cuando la pelinegra desconocida dio la cara. Tal como lo había sospechado, la muchacha de piel pálida y lindos lunares, llevaba en su nariz una sonda que le proporcionaba oxígeno, seguramente era dependiente de ello.

– Hey, tú debes ser Mina – se acercó Jihyo tendiéndole una mano a la japonesa que asintió lentamente – Soy Park Jihyo, soy la enfermera a cargo de esta área – se presentó y apuntó la camilla donde se encontraba Chaeyoung – Y ella es Son Chaeyoung, será tu compañera desde ahora en adelante.

– Mucho gusto, Mina – habló por cortesía la rubia.

– L-Lo mismo digo, C-Chaeyoung – sonrió levemente con sus mejillas sonrojadas, aquello causó que el débil corazón de la pequeña diera un latido brusco que se vio reflejado en la máquina que los monitoreaba.

Jihyo y Nayeon automáticamente la miraron con preocupación, pero en cuanto la enfermera iba a acercarse se frenó al notar que la pequeña también se encontraba con las mejillas rojas, dándose cuenta que aquella alteración cardíaca no fue causada por su enfermedad, sino que...

Había sido causada por Mina.

Esta historia contará con tan sólo 8 partes. Primeramente iba a ser un One Shot, pero sentí que tiene potencial para ser fácilmente un pequeño fanfic.

Les digo desde ahora que esta historia atentará contra su estabilidad emocional de manera casi traumática. Así que preparen los pañuelos❤️