Hua Cheng se encontraba frustrado.
La mañana era tan agradable hasta que una emergencia había surgido.
Sabía que el poder tenía su responsabilidad, pero odiaba hacerse responsable de ello.
No le importaban los problemas de los demás. Pero cuando se involucra la integridad de la Ciudad Fantasma, él debía atenderlos.
De todas formas, él siempre hacía lo mejor para resolver anticipadamente todo y poder regresar en busca de su pareja. Esta vez no fue la excepción.
Lideró con aquella emergencia rápidamente y estaba por regresar al templo cuando una voz en su mente lo detuvo.
"Tenemos un invitado en la Mansión Paraíso."
Era su ayudante más confiable, Yin Yu. El solía encargarse de casi todo, pero había momentos en donde ni siquiera él podía liderar con algo. Por suerte, Hua Cheng no se molestaba con él ya que entendía hasta donde eran sus capacidades.
"¿Sabemos quién es?" Hua Cheng respondió a través de la matriz de comunicación.
"Es difícil de explicar," Yin Yu dudó un poco antes de continuar con su explicación,"Su alteza, el príncipe..."
"No hay necesidad de más. Voy para allá."
La única persona que tendría la autoridad para ingresar a la Mansión Paraíso sin autorización era Xie Lian.
Cuando se encontraba libre, el solía explorar la Ciudad Fantasma. E incluso se había vuelto muy conocido en aquel reino ya que siempre o la mayoría del tiempo tenía al Maestro de la Ciudad a su lado.
También habían surgido momentos en donde Dianxia decidía ir por cuenta propia hacia la Mansión Paraíso y descansar mientras esperaba al Supremo.
"Pueden retirarse," Hua Cheng mencionó a los guardias de la puerta. Sabía que Xie Lian prefería la privacidad y tranquilidad a su alrededor.
"Mi señor." Yin Yu inclinó su cabeza con respeto hacia la figura roja que caminaba por el pasillo central. "Alguien espera por usted en la estancia."
Hua Cheng asintió.
"Puedes retirarte. Si en las siguientes horas algo llega a acontecer, omite mi presencia hasta que no sea una verdadera emergencia."
Sus horas con aquella persona eran tan apreciadas.
"Pero, mi señor, usted debería saber que quien está ahí fue encontrado llorando en el templo. No creo que deba entrar en estos momentos o podría alterarlo, incluso nos tomó tiempo que accediera a entrar, "Yin Yu intentó persuadir al Supremo pero este al escuchar las palabras de que alguien estaba llorando, palideció levemente antes de aventurarse a través del salón.
"Gege, San Lang ha vuelto." Hua Cheng anunció su llegada antes de mover la cortina de perlas rojas para observar la extensa estancia.
Nadie se encontraba ahí.
"Gege," Hua Cheng llamó pero nadie respondió. Eso lo hizo sentirse confundido pero no tuvo suficiente tiempo para pensarlo cuando una fuerte vibración procedió de su propio cinturón. "¿Qué sucede?"
E-Ming se movía violentamente en su funda, tratando de liberarse.
"Detente, " Hua Cheng arremetió con un golpe hacia el mango de la cimitarra pero esta siguió molestando al poseedor, el cual desesperado de su comportamiento sacó a esta para arrojarla al suelo.
Pero la cimitarra no se dirigió ahí, sino que voló por los aires hasta que quedó sostenida atrás de uno de los asientos.
"¿Gege?" Una vez más la voz del joven mostró tranquilidad al notar a E-Ming siendo sostenida pero esa tranquilidad se disipó al notar la pequeña mano blanca que portaba el arma.
Hua Cheng no dudó en acercarse y retirar el arma de la pequeña figura, pero él se sorprendió al notar claramente quien era.
Atrás del asiento, sentado en el suelo había un pequeño niño con el cabello plateado y sus ojos tan blancos que analizaban al arma.
Pero lo impactante era que el rostro de aquel niño era exactamente al de su amado.
"¿Dianxia?"
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Nuestro amor es tan intenso que floreció en dos bellas almas.
FanfictionXie Lian y Hua Cheng han estado viviendo tranquilamente en el santuario. Pero un día ellos conocen a un niño y una niña que son idénticos a ellos. ¿El problema? Ambos niños dicen que ellos son sus padres. ¿La verdad? Después de vivir más de 800 años...