"Hola niños, su tío favorito ha llegado."
Al principio, los menores dudaron del aspecto de aquel joven. Si bien sentían una fuerte energía dentro de su núcleo, dos de sus extremidades faltaban y eso les daba más ventaja. Por lo cual solamente lo ignoraron para enfocarse una vez más en su "padre".
Xie Lian sonrío hacia aquel ex-dios marcial, inclinando levemente su cabeza como saludo. "Es bueno volver a verte, QingXuan."
Shi QingXuan no se veía tan interesado en compartir formalidades ya que era un hombre terrenal, sin embargo solamente correspondió el asentimiento y miró a los dos niños, analizando sus facciones. "Su alteza real ha tenido buena compañía en estos días, ¿Puedo preguntar quiénes son?"
Si bien el joven se autonombró tío de ambos menores, eso lo había hecho con intención de retirar los primeros rastros de miedo que los pequeños tuvieron al ver su cara. No era que el joven luciera mal, pues a pesar de vivir en el mundo mortal, aún intentaba cuidar su cara como la última joya que le quedaba y lo que menos deseaba era desagradar visualmente a alguien menor, si bien los mayores eran una molestia, los menores aún podían respetarlo.
"¿Cree que usted pueda intuirlo?" Hua Cheng intervino en su conversación, llevando una de sus manos hacia el cabello del retoño de los ojos rojos, quién observó al mayor para alzar sus brazos con la clara intención de desear ser cargado. Pero el Supremo solamente palmeó su cabeza una vez más, como orden para calmarse.
Shi QingXian observó al mayor y el menor, notando los pequeños detalles que los diferenciaban. Uno tenía dos ojos, su piel más brillante, cejas más delineadas... Eran escasas las diferencias entre ellos, e incluso su personalidad podría intuirse que sería similar. "Solamente logro ver una correlación positiva entre ambos."
Xie Lian asintió. "Ellos realmente son como dos copias nuestras. Pero, no son de nuestra misma sangre. Incluso sus padres no tenían relación alguna con nosotros o nuestras familias."
QingXian alzó sus cejas sorprendido al escuchar su explicación, casi negando con su vida. ¿Acaso no era como si esos cuatro salieran de los mismos moldes?
"¿Y de casualidad no comparten sus poderes?" El joven preguntó sarcásticamente, pero se quedó atónito al observar el asentimiento del dios marcial. "¿Qué es lo que pueden hacer? ¿Acaso ya han roto rocas y saben cómo lanzar los dados correctamente?"
Xie Lian sonrío con diversión al escuchar sus propuestas. Era todo aquello que una vez atrás habían realizado para salir ilesos de diferentes situaciones, pero por fortuna los menores no deberían experimentarlo al tener la suerte de Hua Cheng en su cercanía.
"Poseen la fortaleza de su Alteza, además de que logran utilizar nuestras armas como si fueran suyas," Hua Cheng comentó antes de alejarse de ellos, caminando hacia el pañuelo que dejó Shi QingXian para continuar con la limpieza del polvo sobre el altar.
El dios marcial casi lo detenía, pero al notar a ambos menores caminar detrás de él, permitió que los tres se alejaran un poco para poder sostener una conversación más amena con su conocido.
"¿Cómo los encontraron?" Shi QingXian preguntó emocionado al notar como los menores repetían lo que Hua Cheng hacía, sosteniendo cada uno un pedazo de tela para intentar limpiar o mejor dicho raspar los palos de madera bajo el altar, que era el único lugar donde alcanzaban.
"En realidad, ellos llegaron a nosotros. Aún no tenemos certeza sobre que desean o porque están aquí, pero claramente hay una correlación extraña entre nosotros y ellos," Xie Lian respondió antes de alzar su manga para sacar un paño de su interior. "La energía que tienen es muy similar a la de una devastación, pero aún son pequeños que es imposible saber de dónde la han conseguido."
Xie Lian dudó un momento antes de seguir, "Ambos portan la luna de la soledad. Además, lo principal es saber si es mejor dejarlo aquí o terminar con todo antes de que se salga de nuestro control."
Shi QingXian alzó su mirada hacia el mayor, mostrando aquel rostro de confusión. "Su alteza sabe que el destino es siempre poderoso; si para ellos se predijo un destino agonizante, será complicado evitarlo. Incluso si tarda, el destino siempre llega."
Aquellas no eran palabras vacías, obviamente lo decía por experiencia propia. Y Xie Lian estaba de acuerdo, simplemente no podía predicar que el salvaría el destino de alguien.
"Controlarlos es lo principal. Así mismo fomentarles el crecimiento de la energía para evitar influenciarlos a la matanza como fuente de energía. Sin embargo, aún son muy jóvenes para ello," Xie Lian comentó antes de agarrar una pequeña canasta de madera y dirigirse hacia la puerta.
Al notar sus movimientos, los menores corrieron detrás de él, gritando pequeños "Pa" para evitar que el Dios saliera sin ellos. Pero su Alteza solamente les sonrió para luego señalar hacia la puerta.
"¿Quieren ayudarme a conseguir agua para lavar los pisos?"
Era una sugerencia irrelevante, pero ambos menores asintieron efusivamente a lo poco que entendieron.
Shi QingXian observó como su Alteza atraía con un aura muy alegre a ambos niños. Él aún no lograba entender lo que sucedía, sin embargo no deseaba comentar sobre ello ya que el dios marcial se veía tranquilo con aquellas almas.
"Tienen muchas desventajas. Ambos poseen energía para destruir pueblos, e incluso será difícil tratar con ellos en esa edad," Hua Cheng comentó tranquilamente al observar como a través de la puerta abierta se mostraba la imagen del pequeño Honghong-er corriendo detrás de Hún Lì mientras Dianxia sonreía tranquilamente al llenar levantar sus mangas.
"Pero su Alteza no se encuentra solo, nosotros debemos apoyarlo," El supremo comentó antes de asentir con su cabeza hacia Shi QingXian, quien estaba levemente aturdido por sus palabras. ¿Al fin aquella temible calamidad había aceptado que necesitaba apoyo de él? Incluso podía sentir que los cielos habían temblado e iba a ascender una vez más.
"Claramente lo apoyare en todo lo que puedo. Al final, ¿Qué tan malo es contar con un niñero?" Shi QingXian comentó alegremente antes de salir del templo, siguiendo con rapidez hacia el menor de cabello blanco mientras decía que quería unirse a su persecución.
Hua Cheng observó aquella imagen desde el interior del silencioso templo. Era el momento adecuado para irse, así que de manera silenciosa y rápida como una brisa, su presencia desapareció del interior del templo.
Xie Lian, quién estaba dirigiéndose al pozo, sonrío levemente al notar la pequeña mariposa plateada volar cerca de su hombro.
Su amante había encontrado algo.
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Nuestro amor es tan intenso que floreció en dos bellas almas.
Fiksi PenggemarXie Lian y Hua Cheng han estado viviendo tranquilamente en el santuario. Pero un día ellos conocen a un niño y una niña que son idénticos a ellos. ¿El problema? Ambos niños dicen que ellos son sus padres. ¿La verdad? Después de vivir más de 800 años...