Marilén.
Oscuridad es lo único que veo, ¿tengo miedo? No. Ya lo viví cuando tuve el "accidente" hace 7 años, bueno en ese hecho si tuve miedo, pero es normal era una niña de 10 años que no sabía al 100% lo que mi familia se dedicaba, siempre supe lo que soy, una hibrida de sangre de lobo y bruja, pero no lo otro. Lo que mi familia eran protectores de lo sobrenatural, ya que las brujas por naturaleza son el puente de ambos mundos, humanos con habilidades que no son para nada normal.
Las brujas o magos pueden o no ser protectores de lo sobrenatural, pueden decidir, claro mientras no hagan un voto de promesa, ya que si lo hacen ellos y sus descendientes tienen que seguir el juramento hasta que el último Altamira caiga en combate, se preguntaran: ¿Qué pasa si no se cumple la promesa? No se sabe, pero mejor no averiguarlo como dice la frase mejor prevenir que lamentar.
—¿Marilén? – escuche que me llamaban, por la voz era mi tío.
Abrí los ojos poco a poco y al hacerlo mi vista se encontró con el techo de mi habitación y la cara de mi tío, haciendo que lo mire para bajar la mirada a lo que traía, una bandeja con comida y a lado un bote de pastilla, dejo la bandeja en mi cama de noche.
—Intenta sentarte y si no puedes me dices.
Solo asentí y me senté en la cama con algo de dolor en la parte baja de la espalda, pero soportable no como ayer o eso creo. Cuando me senté en mi cómoda camita, me reviso mi tío y me puso la bandeja en las piernas, antes de dar el primer bocado, mire a mi tío.
—Sucedió otra vez ¿no? – pregunte sabiendo que a veces antes de la luna llena no se sabe cómo mi cuerpo hace que sea más sangre de lobo que bruja o viceversa.
Solo asintió con la cabeza — Llame a tus padres y ya sabrás como se puso Abi.
No tenía de imaginarlo mamá es mamá se preocupa por nosotros, su apariencia la hace ver tranquila, pero ¡Huy! Pásate de listo y veras la otra cara de Abigail Deaton.
—Cuando llevamos de la junta que puse una inyección de acónito azul con Bola de nieve, es lo mismo que tienes en las pastillas, pero con dosis más pequeñas, si tienes un dolor intolerable tómatelas, por cierto, avise a la escuela no iras hoy, pedí que con un compañero(a), te dijera lo que vieron hoy, para no atrasarte. Aunque no lo necesitas, pero eres como Abi siempre quieren tener la mente ocupada – aviso y solo asentí, dio media vuelta y me dijo que estaría trabajando y si se me ofrece algo llamara.
Solo dije que, si con la cabeza mientras tomaba mi jugo de naranja y le daba una mordida a uno de los molletes, después de unos minutos la comida que había en la bandeja paso de esta a mi pancita, deje las pastillas en mi mesa para quitarme la bandeja y colocarla a un lado mío y con dolor levantarme completamente de la cama ver el reloj y dame cuenta que paso ayer.
Deje el reloj para tomar una piyama de cuerpo entero para ir al baño con al dirigirme allá, caminaba raro como si..., bueno tengo que decirlo si me hubieran dando duro por detrás, lo creería, pero ¡Hola! tengo mi flor, puede que el himen no este, pero eso depende de la mujer porque o pueden ser muy débil y con alguna actividad física se rompa, y la otra cara de la moneda puede que sea muy elástica aun teniendo una vida sexual activa hay está feliz de la vida intacta como si no hubiera entrado alguna cabeza por allí.
Una vez limpia de cuerpo al igual que mis dientes, me fui nuevamente a mi camina, pero antes de un movimiento de la mano hice desaparecer la bandeja para aparecerla en la cocina, sabiendo que estaba sola y puede que los chicos o quien sea que venga vendrán después de clases, así que tome de manera aleatoria un libro para leerlo.
Unos cuantos libros más tarde.
Tras terminar el libro tome otro y cuando lo termine hice lo mismo hasta llegar a este que es ligero (que ligero para mi es uno de esos libros anchos que me gustan), cuando estaba a diez hojas de terminarlo, escuche el timbre de la casa, deje marcado donde me quede con un separador de Harry Potter para luego cerrarlo y levantarme e ir hasta la puerta principal.
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The Mexican and the Wolf | Derek Hale [Editando]
FanficMarilén Itayetzi Altamira-Deaton, ese es mi nombre tras terminar mis estudios mágicos en la academia Tezcatlipoka en mi natal México decidí (claro con el permiso de mis papás) ir a vivir al pueblo donde viví toda mi niñez Beacon Hills que para mejor...