Omnipresente
Tal y como les ordeno el menor de los Altamira, aunque si no se lo hubieran dicho lo haría de todos modos, siguieron al Kanima que el lugar donde señalaba era en la ciudad, Derek al ir corriendo tras la criatura llego a la parte que sostenía un puente y cuando escucho a quien buscaba le gruño.
Pero no muy lejos el dúo de amigos llegaron, pero al ver que Jeep no pudo pasar por unos pinchos y una reja el adolescente hombre lobo dejo a su amigo humano para ir tras el kanima, que este estaba en combate cuerpo a cuerpo con el Hale, una batalla donde estaban a la par, cuando el kanima quiso rasguñarlo con sus garras al alfa uso una puerta como escucho, pero al estar pendiente del reptil su espalda toco muro, ambos se gruñeron, pero una energía rojiza rodeo al alfa, para lanzarlo a la otra estructura.
Derek solo conoce a la persona que hace eso, pero ahora tal persona estaba lejos de aquí, busco a su alrededor y juro ver a la chica Altamira, pero lucia diferente su figura era algo trasparente casi fantasmal o eso le recordó gracias a las películas que veía cuando tenía más o menos la edad de la chica.
Vio como la criatura se recuperó del golpe, ya que no fue muy delicado, le gruño o siseo como la serpiente, para escalar la estructura para atacar, pero una flecha de luz, de parte de los Argent hizo que el alfa Hale se deslumbro por la intensa luz, pero a ese despiste el kanima agarro al hombre lobo para lanzarlo lejos de él.
Esperaba el impacto, pero nunca llego, sintió como su cuerpo era rodeado, cuando salió de la ceguera momentánea miro a su alrededor encontrándose con la forma que vio de la chica.
—¿Ailén? — pregunto confundido.
La mencionada solo asintió mientras se escuchaban de fondo los disparos de Christopher Argent al Kanima.
—No creerás que un brebaje raro, puede dejar fuera de juego a un Altamira, ¿cierto? Puede que, a su cuerpo físico tal vez, pero al alma, suerte con eso — respondió la figura fantasmal.
Antes de que pudiera decir algo, otra explosión se escuchó del lugar.
<<Otra flecha de luz >> pensó el alfa, girándose a ver dónde estuvo hace un rato peleando con esa cosa.
—Los Argent no son los únicos que van tras el Kanima — dijo tras escuchar como el mencionada se quejaba por la explosión que hizo uno de los suyos — algo me dice que después de esto los Argent, bueno el señor Argent no debe algo, aunque pueden que sean tan orgullosos de decir lo contrario.
Habla segura, ya que la menor tenía razón, tras dispararle el cargador entero al kanima se desplomo, se acercó en buscar del Hale, pero al estar tan concentrado en su tarea, una vez recuperado se levantó lanzado al Argent al muro, que rápido tomo el arma para apuntarle, pero se dio cuenta que era todas las balas que tenía su arma.
Se acerco amenazante al hombre, pero lo ayudaron ya que una flecha de luz se clavó a unos centímetros arriba de su cabeza explotando, se vio como se quejó del dolor por la luz intensa, pero conoce bien sus flechan de luz y esa no fue de las que tiene su familia ya que su padre estaba parado a lado de auto viendo a la criatura, que esta se quejaba, miro a su lado derecho y rápido noto a Aurelio en busca de algo, que solo le dio una mirada y un gesto con la cabeza, para mirar al Kanima que al salir de la ceguera miraba al más mayor de los Argent.
— Tus cachorros están en mi casa — hablo cuando vieron como fue Jackson, aunque eso solo lo sabe ella, fue tackleado por Scott.
Solo asintió, para mirar atrás suya y no ver a la chica, solo negó y fue tras él.
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Scottt tras seguir al Kanima llego a un mar, se escondió detrás de muro de la esquina para ver como entraban las personas tras ser revisados por el portero, se voltio y se asustó al ver a su amigo que a pesar de sus sentidos aumentados no vio venir a su amigo.
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The Mexican and the Wolf | Derek Hale [Editando]
Fiksi PenggemarMarilén Itayetzi Altamira-Deaton, ese es mi nombre tras terminar mis estudios mágicos en la academia Tezcatlipoka en mi natal México decidí (claro con el permiso de mis papás) ir a vivir al pueblo donde viví toda mi niñez Beacon Hills que para mejor...