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🅼🅰🆁🅸🅻🅴🅽

Aquí estamos en el gimnasio, más concretamente en la clase de educación física viendo a la parejita subir el muro de escalada y a la vez coquetearse en el proceso.

—"Derek tiene razón si siguen así, empezaran a sospechar del secretito de ambos" — dije entre mí.

—Tus amigos no son nada discretos — dijo en voz baja Nando para que sea la única que lo escuche, mirando la misma escena que tenemos enfrente nuestra.

—Lo se Leo, lo sé — le respondí de igual forma.

Si mí por el momento no cuñado los viera hablo esta vez en voz alta, pero en español dándole una mirada a los que nos veían sin disimulo apuesto que le dará su mirada de alfa asesino en plan: "Aléjense cabrones es mía o les desgarro la garganta con mis dientes".

Dijo imitando su voz, a lo que me reí un poco, por su imitación.

No soy la única, nos comen con la mirada en partes iguales sí, porque mi hermano tanto su camisa y short negro con franjas blancas es algo ajustada al cuerpo, marcando su figura y su cabello amarado en un chongo que se hizo rápido. En cuanto a mí, un top deportivo y arriba de este una camisa de tirantes de malla, ambas de color negro y un short rosa, algo que compartimos son los tenis grises.

—Pues

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Pues..., que te puedo decir, gracias a mamá y a papá hicieron bien su trabajo a la hora de hacernos, nos heredaron lo mejor de cada unocomento él, muy humildemente.

Y antes que pudiera decir algo, un hombre al agua, bueno no al agua literalmente; porque Scott cayo gracias a que Allison hizo que perdiera su apoyo y quedo colgando cual piñata ante las risas de todos menos la nuestras, ya que estábamos hablando y unos minutos después por fin llego a la colchoneta, el entrenador se sentó a su lado.

—McCall, no sé porque, pero tu dolor me causa una alegría especial — dijo para reírse y Scott ni le hacía caso su mirada estaba en Allison que bajaba — de acuerdo los que siguen — dijo para levantarse y mirar alrededor y nos vio — los dos Altamira-Deaton, recuerdo que su madre era buena en escalar, a ver si heredaron eso de ella — dijo mirándonos.

Cosa que es cierta a mamá le encanta la escalada y aún sigue siendo la mejor, pero como dijo el entrenador lo heredamos ella, cada cierto tiempo vamos a escalar, ya sea en la montaña o un lugar especial, nos acercamos y los tortolitos nos dieron el arnés una vez que se lo quitaran, una vez ajustado y amarados, nos pusimos a los pies del muro, yo a la derecha y Leo pues a la izquierda.

—Una apuesta hermanita — al decir la palabra mágica "apuesta" rápidamente le puse atención — el que suba y baje más rápido sin trampas, ni golpes al otro, le da al otro lo que quiera.

—Acepto — dije y nos preparamos.

—Entrenador nos da la cuenta regresiva — pedimos a la vez, si a veces parecemos gemelos, bueno gemelos dicigóticos o comúnmente llamados mellizos.

The Mexican and the Wolf | Derek Hale [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora