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Narrador Omnisciente;
Catherine salió de la habitación con un suspiro, sosteniendo un par de libros firmemente entre sus manos. Era sábado y debía ir a la oficina de la vice directora para cumplir su castigo. La testarudez de la joven solía meterla en problemas con su familia, pero esa vez no había sido enteramente su culpa, o al menos eso se repetia mentalmente mientras caminaba por los pasillos de Hogwarts. "¿Cómo fue que terminé en esto?" pensó, sin poder evitar una sonrisa sarcástica.
Se detuvo frente a la puerta de la oficina, tocó dos veces con suavidad, y escuchó la respuesta clara y directa de la profesora.
—Adelante.
Entró sin más, dejando los libros caer sobre la mesa con un leve golpe, y miró a McGonagall con una pequeña sonrisa divertida.
—Buenas tardes, Profesora. Lamento la tardanza, ya sabe como es la fama. —comentó con un toque sarcástico, aunque sin perder ese toque de respeto que siempre le tenía a la profesora. Pero aun así intentando ablandar la situación.
—No llegas tarde, querida —respondió McGonagall, sin siquiera levantar la vista de sus papeles—. Siéntate, abre tu tarea y avísame cuando la termines.
Catherine se dejó caer en la silla como si el castigo fuera solo otro día más en Hogwarts. Empezaba a sacar su tarea cuando unos golpes resonaron en la puerta, interrumpiendo el silencio cómodo de la oficina. McGonagall suspiró, levantando una ceja mientras revisaba su agenda.
—Catherine, ¿puedes abrir? —preguntó la profesora con ese tono autoritario que no admitía discusiones—. Sé quién es.
Catherine la miró con incredulidad por un segundo, pero no tenía ganas de discutir. Se levantó y cruzó el espacio arrastrando los pies hasta la puerta.
Al abrir la puerta, su cuerpo se tensó por un momento. Frente a ella estaba Oliver Wood, alto, con su uniforme de Quidditch y esa sonrisa despreocupada que siempre llevaba como si la vida no tuviera más preocupaciones que un buen partido.
Los recuerdos de su niñez vinieron a su mente como un golpe inesperado, y por un momento se sintió una niña pequeñita otra vez, mirando al chico que siempre había admirado desde la ventana, aunque jamás lo admitiría.
—Hola, Cath —la saludó Oliver con esa confianza que siempre la descolocaba.
—Oliver —respondió ella, intentando no parecer demasiado sorprendida, aunque sus mejillas se calentaron ligeramente al recordar los días en los que lo veía practicar Quidditch con su hermano.
McGonagall levantó la vista por encima de sus gafas, observando la escena con interés.
—¿Ustedes dos se conocen? —preguntó con curiosidad.
—Su hermano fue mi capitán en el equipo de Quidditch —explicó Oliver, como si eso lo aclarara todo.
Catherine se encogió de hombros, manteniendo la compostura, aunque los recuerdos la golpeaban uno tras otro. No era que estuviera enamoradisima de Oliver o algo así, pero había sido su pequeño amor platónico de la infancia, ese que nunca había ido más allá de sus propias fantasías.
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𝑢𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 - 𝑑.𝑚 EN EDICION
Fanfiction1991─── 𝑢𝑛𝑓𝑜𝑟𝑔𝑒𝑡𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒 ¡! • 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 ✓ Una historia donde no todo es mutuo. "-Cuando entiendas que yo soy mejor que él, vas a volver llorando y rogandome para que te perdone...-" [...] "-¿Que clase de coqueteo extraño es...