no sé

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nadie llenará ya tu vida de inquieta desesperación, pasé y decidí alejarme, tú pasaste y tampoco te quedaste; el tiempo no fue suficiente para entender la pasión que te dediqué en mis insomnios, el tiempo terminó antes de que pudieras comprender tantas y tantas letras que no dejaron en ti ni una memoria; se perdió tu razón, se llenó de hastío e incomprensión; desacostumbrado a sentir calor, equivocada tu ilusión, todo tu, lleno de miedos; mis ríos desbordados en interminables historias ahogaron tu paciencia, mis narraciones inundaron tu vida y no encontraste la manera de sobrevivir sin asfixiarte; lástima es sólo lo que queda por sentir, recelo a lo desconocido y buscar refugio en la soledad; no te culpo por huir, la sensibilidad entró en ti pero decidiste renunciar por el temor a sentir; el vacío en tu interior se llenó de emoción y preferiste matar esa sensación con el frío que habita en tu corazón; abandonaste la guerra sin ni siquiera luchar; quise atarte a mis sueños vanos, a mis anhelos fugaces y sólo logré arrojarte al precipicio de éste adiós que no tiene regreso porque la cobardía llenó todo entre tu y yo . . .

volar sin alasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora