cobardía, esa que disfrazada de falsa libertad, impide que se funda el calor de nuestras pieles; cobardía es no decir los te amo que guardan los suspiros de nuestras almas; cobardía es huir de la miel de los besos que se consumen en nuestros labios; hasta cuándo esta cobardía continuara alejando el cobijo de mis sueños en la tibieza de tus sábanas; esta cobardía que encierra tus deseos en el baúl de los jamás; mi cabeza no entiende, no comprende, el porqué la cobardía vive adueñada hasta de la sombra que pisas; el palpitar de mi vientre se aleja cada vez más del éxtasis que le provoca tu íntima indecisión, por esa cobardía que te aprisiona en el invierno del abandono; tanta cobardía abruma mis sentidos e inquieta mi inspiración, cobardía la que amenaza con apartar las letras de mi pluma y agotar las historias que hablen de lo que siento por ti . . .
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volar sin alas
Puisitrozos de inspiración sin principio ni punto final . . . ideas mil revolotean entre el tintero y páginas en blanco, historias que se posan en las noches de insomnio y se abrazan de mi loca razón. . .