Capítulo 18 No tan fácil

1.4K 249 21
                                    

Subieron al auto ya un poco más calmados, con las respiraciones tenues y leves suspiros. Zhan se colocó el cinturón y Yibo así lo hizo también, cruzando sus fuertes piernas mientras colocaba los brazos a los costados de su cabeza, en una pose tan casual que a cualquiera que tuviera un libido medianamente alto se lanzaría sobre de sus piernas; eso es lo que causaba Wang Yibo en cualquiera. 

Y realmente Zhan no se entendía, más bien, no entendía a su corazón, porque lo demás estaba en una constante lucha.

Su cuerpo deseaba fisicamente a Yibo junto con su lobo interior. El propio aroma le hacia repensar todo lo que su mente le genereaba.

No debia estar con Yibo, un Alfa y la persona a la cual le rompió la nariz, le quitó el invicto y rompió con su reputación.

¿Y si todo era un plan maquiavélico de Yibo para acabar con él? Después de todo lo único que conocia del tipo era su supuesta reputación y las cosas que su lobo decía, no, más bien, rugía.

Casa, Zhan. Casa...hogar. Yibo, él, ¡Alfa!

Su lobo seguía aullando y el sujeto detrás suyo podía oírlo, porque el suyo también lo hacía. Zhan quería borrar esa arrogante sonrisa suya a golpes.
Y así estaba todo el tiempo, de un momento a otro. Primero quería golpear a Yibo por ser un sujeto que se metía en su vida de la nada, y ser simplemente, un Alfa. Con eso bastaba para querer golpearlo.
Y luego estaba su lobo y su cuerpo cuales tenían una constante atracción hacia el.

¡Se había sometido! Nunca había hecho eso. Nunca una voz de mando le había afectado ni mucho menos había abrazado a un Alfa por súplica.

Pero allí estaba, siendo chófer de quien su lobo había aceptado como su compañero.

- Gira a la derecha por la siguiente avenida - dijo Yibo mientras se disponía a mirar por la ventana, como si nada pasara. Como si Zhan no acabara de gritarle para luego tirársele encima a abrazarle. Realmente la situación interna de Zhan era una constante lucha sobre ceder o no. A quien le daba las riendas de su vida. A su lógica, o a su corazón.
Zhan asintió y giró a la derecha, sin tener que colocar el cambio pues este coche tenía la palanca automática.

Mucho lujo para él.

Aunque el hombre era millonario al parecer.

Joder Zhan...podrías aprovechar...Pero...¡No! No sería lo correcto y tu madre terminaría por enfermarse. No puedes hacer eso, menos con este Alfa arrogante. Debes cobrar el premio.

Y por más que dejó el tema de lado, Zhan lo pensó tan sólo por unos segundos:

Aunque quizás...Si lo haría por mi familia. Un futuro. Dinero y un plato de comida todos los días. Sólo por...mi cuerpo. Y mi vida.
Mis libertades.
Mi integridad física...por mi familia.

Pero esos pensamientos eran todo lo contrario a lo que le había enseñado su madre, su tesoro más grande en esta vida junto a su hermano.
Debía valerse. Debia hacerlo por si mismo sin importar sea Alfa, Omega, Gato o Pez. El debía mantenerse estable. No debía dejarse pisotear. No como ella. No debía terminar así.
Y esos mismos valores le enseñaba a su hermano, todos los días.

Pero podría hacerlo.

Esos valores podrían esperar si Zhan podía salvar a su familia.

- Aquí. Detente, Zhan.

Otra vez ese jodido nombre.

- Ya te dije que es Xiao para tí - le dijo furioso mientras apretaba el manubrio entre sus dedos. Lo poco del Omega se le había ido. Los sentidos estaban dejando de nublar su mente y ahora estaba enojado por haberse dejado doblegar tan fácil. Las feromonas de Yibo le volvían loco y no podía pensar con claridad. El simple hecho de pensar en Wang le ponía los pelos de punta y ya estaba enojado nuevamente.
Yibo se sorprendío y sonrió.

A los golpesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora