Después de un domingo intenso cuidando de mi amiga la resacosa, por fin llegó el lunes y volvimos a la universidad.
-¿Como te sientes Martha?- le pregunté a mi amiga que llevaba gafas de sol y estaba más pálida que un vampiro.
-La próxima vez q beba sácame de ahí o clávame un tenedor en la pierna para reaccionar.
Obviamente iba en broma pero estaba así por culpa mía en parte yo la llevé a la fiesta y le dije q se divertirá.
-Vamos a clase anda tenemos que terminar el trabajo. Por cierto, ¿cómo vais Cameron y tú?- le pregunté con interés ya que es su crush desde q entramos a la universidad.
Al entrar a clase me golpea en los ojos el sol dejándome ciego solo dejándome ver a Eric y su perfecta sonrisa.
-David ven aquí tenemos un trabajo por terminar.- dijo el chico de sonrisa brillante nada más verme.
Me senté con Eric y varios de los chicos populares que ya conocía y al parecer ellos a mi me saludaron y comenzó la clase.
-Ha empezado la clase y Cameron no ha llegado, ¿crees qué le haya podido ocurrir algo?- me preguntó Martha que estaba en la mesa de al lado de la mía muy preocupada.
-Tranquila seguro no le ha pasado nada, se encontrará mal de ayer, no está acostumbrado a beber.
Al día siguiente seguíamos sin saber nada de Cameron, contactamos con su familia y ellos tampoco sabían de él, la policía estaba buscando por los alrededores pero no encontraron nada.Paso el día y estuvimos ayudando a buscar a Cameron, hicimos grupos hechos por Martha y como es obvio me puso con Eric así que no me pude concentrar. Seguimos buscándole, Eric y yo nos quedamos solo es la hora de preguntarle si se acuerda de todo lo de ayer.
-Eric, ¿puedo preguntarte algo?- le pregunté tímido pero directo a saber la respuesta.
-¿Ya la has hecho no?- dijo riéndose.
-Eric es algo un poco serio no te rías de mi.- le mire con cara preocupada.
-Bien, te escucho chico adorable.- me respondió poniéndome nervioso.
-Eh, el sábado en la fiesta me dijiste que me confesara al chico que me gusta, pero no lo hice por miedo a su respuesta.- le conté con la cabeza agachada.
-Creo que si pero no recuerdo mucho de ese día, había mucho alcohol y la música.- dice algo confundido.
-Bueno, pues, eso haré, Eric la verdad es que...- de repente empezó a sonar mi móvil, era Martha. Cogí la llamada algo molesto y me contó lo que pasaba, en un instante mi cara cambió y colgué la llamada.
-¿Todo bien David?- me miró algo preocupado
-Si si, era Martha han encontrado a Cameron está en su casa.- le dije a Eric y fuimos corriendo a la casa de Cameron.
ESTÁS LEYENDO
Un Amor de Metro Noventa
Teen FictionUn amor gay de universidad. Típico y adorado cliché de estar enamorado del capitán del equipo de fútbol. Contada en primera persona.