Capitulo 25

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Y llegó el amor, lo trajiste tú....suena el vallenato.
Llegó Joel, el día más frío y lluvioso del año, como era una persona querida y deseada por todos, se apareció con mochila y maleta por lo de Belky que era donde yo vivía, dispuesto a quedarse conmigo esa noche y la vida entera..... Mireya mi cuasi mamá, tenía otros planes, criada a la antigua y sabiendo de nuestros amores turbulentos lo echo, no de mala manera, más bien como si fuéramos niños: bueno, bueno, a despedirse que ya está muy tarde y  mañana tenemos que trabajar. Miguel posaba sus ojos de un Joel suplicante a su rígida mujer, interviniendo para que no pase frío,que llueve mucho, para donde se va a ir, puede quedarse en el sofá. No hubo caso y la discusión termino en que es gringo, tiene dólares, hay muchos hoteles, alguno va a encontrar. Reaccione muy lejos del amor y la solidaridad, me descostillaba de la risa, a los treintañeros esa madre nos mandaba a dormir sin chistar.
Los días siguientes fueron un poco similares mucha gente alrededor, el tenía que rendir cuentas en su trabajo y yo viajar con el mío, cuando al fin logramos estar juntos no nos perdimos en un fuego abrasador, ni tuvimos sexo alocado, como se esperaba luego de tanta abstinencia, fue una escena de película romántica, patética, como la que sueñan muchas mujeres,dónde  yo cuál diva estaba acostada en el sofá, él se hallaba sentado sobre un almohadón en el piso, mientras la tv reproducía un capítulo de alguna tonta serie de Netflix. Estaba de un humor de padre y señor nuestro, con unos cólicos que me retorcían las tripas y un sangrado que me hacía desear la menopausia.
Hablamos de todas las vidas que vivimos, trabajos, planes, hijos, casamientos, era extraño que aquel hombre que no le sostiene la mirada a nadie, me mire fijamente, como adivinando todo lo que tengo dentro, de la forma como me mira mi papá, solo que esta criatura exótica aveces me mira con un fuego que siento que mi cuerpo arde....y la sangre....hierve...de tal forma que si no desvió la mirada puedo terminar convertida en cenizas.
No todo es tan dulce o poético, le halle un poco de defectos que me sacan de quicio y me hacen perder la cabeza y los celos....¡Uyyy esos celos!!!!! A excepción de Victor y creo Manuel (al menos nunca lo nombró) ahhhh y del psicólogo, siempre encuentra mil cosas positivas en los otros hombres, cosas buenas por las que yo lo podría dejar. No es el típico reclamo de "que hacía con ese" "o vea cómo la mira" o que me aleje, esa carga de inseguridad que arrastra desde pequeñito lo hace sentir poca cosa al lado mío y creo que de cualquier mujer, aveces en el afán de consentirme o de darme todo se vuelve fastidioso, y ni para que les cuento, cuando sabe que jamás miraría a alguno de sus "prototipos de mejor hombre" se monta en una soberbia inaguantable.
Lejos de lo que se imagina la gente por su carácter, su forma de ser y su trabajo es un ser pacífico, nunca me puso un dedo encima y que ni se le ocurra alguna vez. ¿Discutir? Ya es otra cosa, tenemos de tres clases o al menos él, aveces se queda como niño pequeño oyendo el regaño en silencio, haciendo muecas y riendo cínicamente, como si no le importara, otras huye como rata por tirante, se va y lo deja a uno con la palabra en la boca y unas ganas de partirle un palo en la cabeza, por lo general cuando vuelve ya se me bajo la espuma y podemos hablar civilizadamente, en algunas ocasiones sostiene la idea firmemente aunque se le vaya la vida en eso, alzando la voz ¡Si! pero con mucho respeto al contrario de mi papá que cuando discutía con Roxana se gastaba todos los adjetivos descalificativos que existen y le decía cosas tan hirientes que incluso a mi me parecían crueles, siendo yo su enemiga N°1 y de los insultos de ese señor enojado nadie se salvaba, con decirles que el hombre de mi vida le gritó, porque le gritó, durante una discusión al amor de mi vida, que yo no valía, que estaba enferma, que para que quería una drogadicta. ¿Hay amores sin respeto? No sé, pero hay amores que duelen. Obvio mi papá siempre lo negó y dijo que fue invento de Joel, un invento que oí y en la época que ya estaba sobria.
Tal vez el bambuco no era era el indicado, pero me respetaba, me alentaba a ser mejor,no lo sé, no puedo explicarlo con palabras, es especial, es mi complemento.
Mucha gente nos ve raro y es entendible, pero antes de cualquier decisión todo el tiempo hablamos con psicólogos y psiquiatras, y es la misma conclusión, atravesamos un mundo en distancia, gente, experiencias y nos volvemos a elegir. Solo que ahora más tranquilitos, con pies de plomo, para evitar viejos errores, nos amamos, vivimos juntos pero no revueltos, independientes, como dicen por el monte cada pollito en su cajita.

Los Hombres De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora