-Odio y Rencor: Almas Trituradas, Corazones en el Polvo-

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Una oscura noche caía en Gensokyo, una noche en la que dos de los seres más poderosos de toda esta tierra onírica no podían derrotar a un monstruo salido del odio y el rencor de las personas, irónicamente, era el poder incomparable de Yukari Yakumo y Okina Matara era un inconveniente para derrotar de una vez por todas a Nikushimi to Urami, la causante directa del cambio emocional de todos en Gensokyo; ya que si peleaban, el monstruo podría aprender y evolucionar, pero si hablaban podría desarrollarse más y mejorar su capacidad de aprendizaje y evolución... no importa cuantas opciones había, todas eran malas... bueno, no todas.

"Okina, tú distráelo, mantenlo ocupado... yo tengo una idea, pero puede tomar algo de tiempo." Yukari le susurró a la diosa rubia mas o menos lo que tenía en mente, llamar a Reimu lo antes posible para que esta pueda purificarlo, y con suerte separarlo de Yūutsu to kanashimi.

"Muy bien... vete ahora, yo veré que hago." Susurró la diosa rubia mientras miraba fijamente a los ojos de Nikushimi to Urami, bueno... los puntos blancos y brillantes que tenía en lugar de ojos normales. Yukari abrió una brecha lo suficientemente rapido como para irse directamente al Templo Hakurei. 

...

"Bueno... es una lastima que mi amiga favorita se haya ido... ¡pero aún estás tú! no eres mi favorita, pero si llegaste a divertirme~" la voz de Nikushimi to Urami parecía ser cada vez más fluida con cada segundo que pasaba; Okina tragó en frio al notar esto, no era broma que esta cosa evolucionaba rápido.

"Silencio monstruo, hoy es el día en el que mueres y desapareces para siempre, ¡ahora contempla, el verdadero y único poder de una diosa!" Okina crea con sus manos una fina linea de energía que se asemejaba a una puerta, y de la nada comenzó a expulsar un poderoso viento, el viento le levantaba el cabello y Nikushimi to Urami no pudo evitar reír de la emoción, al parecer, esto era un juego para él... ¿o ella? ciertamente el sexo del monstruo no era importante ahora, ni mucho menos.  

"¡ADELANTE! ¡MUESTRAME EL FIASCO QUE SON LOS DE TU TIPO!" Gritó Nikushimi to Urami con todas sus fuerzas, alcanzando un tono muy agudo en su voz, Okina iba en serio, ella también tendría que ir en serio si quería sobrevivir.

La diosa rubia se elevó e inmediatamente comenzó con un patrón violento, comenzó a disparar balas en forma de cuchillos a toda velocidad; pequeños cuchillos salían de pequeñas puertas que estaban detrás de Nikushimi to Urami, a diferencia de lo que pensaba Okina, la entidad oscura pudo esquivar todas las balas, lo hizo con dificultad, sí... pero el hecho de que haya podido esquivarlo todo sin excepción hizo que la diosa sudara en frio.

"Secret Ceremony" [Danmaku Dupion]

Una violenta ráfaga de pequeñas balas verdes rodeaba a Okina, aparecían y desaparecían a una alta velocidad, Nikushimi to Urami no pudo evitar abrir los ojos de sorpresa al ver esta Spell Card. La entidad la esquivó como pudo, tuvo muchos problemas al momento de concentrarse en un solo punto, ya que habían otras pequeñas balas amarillas que iban por un camino aparentemente aleatorio, no pudo evitar ser golpeada una y otra vez por culpa de una reacción en cadena que, en consecuencia, hizo que perdiera la concentración del todo. 

La Spell Card acabó y Okina no tenía intenciones de parar. Nikushimi to Urami tenía serias heridas en la cintura y parte de las piernas, aún así no tenía pensado detenerse, no ahora.

"Secret Ceremony" [Fire of Ena] 

La diosa se acerca a la entidad oscura un poco y comienza a disparar una gran cantidad de balas de fuego a una velocidad qué, si bien era mucho menor que la anterior Spell Card, era bastante elevada. Nikushimi to Urami rodeó a Okina y se puso detrás de ella, a lo contrario de lo que pensaba, las balas comenzaron a seguirla, siendo casi teledirigidas; a comparación de otras, ésta era un tanto fácil, la entidad pudo notar un hueco en la defensa de la diosa, hueco que no iba a desaprovechar ya que Okina aún no se volteaba... por alguna razón. Nikushimi to Urami generó una lanza de gran tamaño y procedió a lanzarla lo más fuerte posible, sintió que le hizo algo de daño, ya que pudo escuchar un gemido de dolor.
Cuando Okina estaba por sacar otra Spell Card, Nikushimi to Urami notó como hay un pequeño intervalo de segundos en donde no atacaba. La diosa rubia simplemente no vio venir la lluvia de lanzas que aparecieron de la nada en dirección a ella, puedo esquivar las más mortales, pero venían en gran cantidad y no puedo evitar que algunas atraviesen algunas partes de su cuerpo; dando un gran grito de dolor en consecuencia.

"Noches Llenas de Melancolia" [Touhou: P-FO] #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora