Capítulo 12

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"Es tan corto el amor y tan largo el olvido"
Pablo Neruda (Veinte poemas de amor y una canción desesperada)

"Es tan corto el amor y tan largo el olvido"Pablo Neruda (Veinte poemas de amor y una canción desesperada)

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12 de octubre 2021 - Presente

El mediodía del sábado Olivia se encontraba en casa de sus padres para almorzar y pasar el resto de la tarde con ellos. Era algo habitual incluso desde antes de que ella se fuera a Rusia. Cuando regresó a Nueva York, la costumbre se mantuvo, fue algo que nunca se perdió.

Ir a almorzar con sus padres algunos fines de semana, era algo especial y que esperaba con ansias, no solo porque la comida de su madre era increíblemente deliciosa, sino también porque Olivia amaba compartir tiempo con sus padres. El calor de su hogar le traía muchos buenos recuerdos.

A pesar de tener su propio apartamento, estar con sus padres se sentía como estar verdaderamente en casa.

Cuando se había mudado con Alexander, despegarse de ellos y adaptarse a la rutina de no verlos todos los días, había sido una de las cosas más difíciles. En un principio había hablado con ellos casi todos los días, hasta que se habituó al hecho de estar un poco lejos.

Olivia y su madre se encontraban en la cocina terminando de cocinar el almuerzo mientras hablaban.

—¿Dormiste tarde anoche? —preguntó su madre acariciándole el cabello— Te ves cansada, ¿O acaso estás trabajando mucho? Debes descansar —frunció el ceño.

—Estoy durmiendo perfectamente bien, mamá.

—¿Saliste? —preguntó yendo hacia el horno para controlar el pollo.

—Por la tarde, con las chicas y un amigo, fuimos a merendar.

—¿Un amigo? —inquirió su madre curiosa, ya que sabía que el grupo solo consistía en Giulia, Denisse y ella— ¿Es el novio de alguna de las chicas?

No era raro que preguntara, dado que Olivia ni siquiera estaba cerca de tener un acercamiento amoroso, su madre podría sospechar que la pareja de alguna de sus amigas se sumara a la ecuación.

—¡Qué chismosa eres! —bromeó—. No, es mi amigo del trabajo, nos encontramos en una cafetería por sorpresa con ellas, luego de que tuvimos una reunión con un cliente.

—Oh, ¿Cómo se llama?

—Beltran. Estuvo trabajando un tiempo conmigo en lo del nuevo edificio, cuando mi jefe se fue a España. Y ahora tenemos otro proyecto juntos —dijo, le gustaba contarle cualquier cosa que ocurría dentro del ámbito laboral—. Trabajamos bien juntos, él es muy agradable.

—Qué bueno que tengas un amigo del trabajo y que también sean una buena dupla. Deberías invitarlo a comer aquí —sugirió de repente y Olivia rio.

—No seas exagerada.

—No pidas cosas imposibles —habló su padre entrando a la cocina y su madre le pegó en el brazo—. ¿Qué hizo ahora? —preguntó mientras buscaba un vaso dentro de la alacena y luego lo llenaba con agua.

Noche BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora