"Me atormenta tu amor que no me sirve de puente, porque un puente no se sostiene de un solo lado."
Julio Cortázar (Rayuela)21 de septiembre 2021 - Presente
En cuanto Amelia y Beltran oyeron que Olivia tenía algo para contarles, quisieron que se los dijera justo en ese momento, pero los tres debían volver a trabajar. Por lo que para su completa desilusión, tuvieron que posponerlo para más tarde.
Cuando por fin, luego de su turnos de trabajo, ocuparon lugares en una cafetería cercana y terminaron de hacer sus pedidos, Amelia y Beltran la miraron expectantes.
Olivia rio.
—Suéltalo —dijo Amelia—. Te he contado un montón de secretos estas últimas semanas y resulta que tú también tenías algo guardado. Me siento traicionada.
—No podía decirlo como si nada —se excusó Olivia—. No quería hacer de nuestras conversaciones solo sobre mí.
—Se trata de compartir información —contradijo Amelia, mientras Beltran paseaba su mirada entre ambas como si observara un partido de tenis—. Hice que nuestras conversaciones se traten sobre mí en las últimas semanas.
Olivia endulzó su té y resolvió con la cucharilla haciendo que la misma chocara con el borde de la taza, el único sonido que interrumpió el silencio que siguió a continuación.
No le importaba mucho que las conversaciones hayan sido sobre otra persona siempre. Es más, lo agradecía. Se la pasaba sobrepensando acerca de lo ocurrido durante demasiado tiempo, como para que las charlas en el trabajo se basaran completamente en eso.
—¿Sobre qué es el secreto? —preguntó Beltran hablando por primera vez.
Olivia levantó la mirada de su taza y miró a Amelia.
—Hoy preguntaste si Alexander me parecía guapo.
—¿Quién demonios es Alexander? —inquirió la otra con un gesto de confusión.
—El tipo de la cafetería.
El rostro de Amelia se llenó de entendimiento y una sonrisa se dibujó en sus labios, entonces asintió.
—Oh, sí —colocó sus manos debajo de su barbilla—. ¿Qué tiene que ver el secreto con él?
—Todo.
—Mira —intervino Beltran—, si creaste una expectativa tan grande en nosotros para decir que sí te parece guapo, entonces debo decirte que mejor te inventes en los próximos cinco segundos un chisme mejor. No es un secreto que es apuesto, hasta yo lo he admitido.
Olivia le dio una mirada de ojos en blanco.
—Sí, es guapo —admitió por fin en voz alta—. Pero no es sobre eso de lo que quiero hablar. Hay algo que no te he dicho —miró a Amelia—, pensé que este sería un buen momento porque justo hoy comentaste sobre él —y, antes de continuar, dirigió sus ojos hacia Beltran—. Y también hay una explicación para que realmente siempre esté por todos lados.
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Noche Blanca
Romance«No sé si de ahora en más pueda seguir viendo las noches blancas sin acordarme de la noche en la que corrimos por San Petersburgo. Me cambiaste la perspectiva de muchas cosas, porque, desde ahora, cuando pienso en Rusia, no pienso en Gogol, Tolstoi...