—Maldición, Luis...— El científico echo para atrás la cabeza, sintiéndose totalmente extasiado por la atención que estaba recibiendo en su miembro por parte de su pareja.
Sintió sus piernas temblar cuando su acompañante aceleró el vaivén de su cabeza, sintiendo como la punta de su extensión llegaba a lo más profundo de la garganta contraria, tuvo que agarrarse de la mesa del laboratorio (Ya que se encontraba de pie.) para no caer, por que si, todo el acto se estaba llevando a cabo en el laboratorio después de un largo periodo de trabajo.
El mexicano arrodillado frente a él dejó salir una risita divertida, después de sacar el pene de su pareja de su boca, mirándolo fijamente.
—No vayas a eyacular aún, que apenas vamos empezando.— Murmuró sin vergüenza alguna a los pies del científico.
Senku, sin siquiera poder responder, volvió a percibir la sensación cálida y húmeda envolver nuevamente su miembro. Soltando un ronco gemido, llevó su mano derecha a los cabellos rosas de su pareja, tirando de ellos ligeramente con una sonrisa.
Miraba con completo deleite al mexicano arodillado frente a él, este no solo se encontraba haciéndole una felación, a la par se masturbaba a si mismo, soltando pequeños y no tan sonoros gemidos, estos últimos enviaban ligeras vibraciones al pene del bicolor, causándole aún más placer.
