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Todo hubiera estado bien si tan solo un tigre no hubiera interrumpido mi hora de refrigerio pidiendo que lo siguiera.

Lo peor es que después de traerme a una de las aulas que no usaban, se quedo callado lo único que podía escuchar era su respiración.

Era incómodo.

-Ehh oye- ante mi llamado pude sentir como se sobresalto -¿Para que me trajiste aquí?- pregunte.

Espere un poco pero no obtuve respuesta, decidí irme ya que después de todo estaba con un carnívoro sola.

¿Y si me quería comer?.

-Me voy- dije, rápidamente apresure mis pasos hacia la salida del aula.

-Espera por favor- el tigre corrió hasta mí, me detuvo agarrandome del brazo -Necesito tu ayuda-

Al escuchar lo que dijo sentí curiosidad ¿Que clase de ayuda necesitaría un tigre de una coneja?.

-Podrías ayudarme a cortejar a la persona que me gusta- tan solo por pedirme eso las mejillas del tigre se encontraban rojas.

-¿Por que me pides eso precisamente a mí? Hay muchas personas que te pueden ayudar- Dije.

El famoso tigre de la escuela pidiendo mí ayuda realmente me sorprendía, a dónde vaya su presencia dejaba superioridad y aún que muchas veces nos hemos chocado nunca hemos hablado, entonces se me hacia raro que de la nada pida mí ayuda.

-Mikey me dijo que tu hacías esos tipo de favores- dijo -incluso te pagaré-

Ese león era famoso por hacer sus estúpidas bromas y parece que el tigre era una más de sus víctimas.

Podía ver que hablaba con tanta inocencia e ilusión que nisiquiera se dio cuenta que había sido parte de una broma, yo no ayudaba a las personas a cortejar ¿Quién diablos haría algo así?.

Pero por alguna razón tampoco quería rechazarlo, sentía pena de lo iluso que podía llegar hacer.

-Esta bien, te ayudaré- le dije

-Muchas gracias, en serio no sabía que hacer si me hubieras llegado a rechazar- el tigre sonrió aún con sus mejillas sonrojadas.

Sinceramente se veía lindo.

-Podemos adelantar un poco nuestra primera clase- dije.

-Pero ahora no tengo papel ni lapicero para apuntar- dijo inocentemente el tigre.

¿Papel? ¿Lapicero? Realmente este tigre era inocente. Acaso pensaba que iba a darle clases en una pizarra de como a cortejar mientras el escribía.

Sin poder evitarlo me reí.

-¿Por que te ríes dije algo gracioso?- preguntó.

-Si lo hiciste- dije mientras me acercaba a él.

El retrocedió hasta que chocó con la fría pared, un carnívoro estaba acorralado por un herbívoro, era divertido.

-¿Que haces?-

-Te dije que adelantariamos nuestra primera clase, y no necesitaremos papel ni lapicero-

Me acerque a su cara sonrojada, su respiración caliente choco con mi cara el ambiente estaba caliente.

Poco a poco me acerque a su boca bajo su atenta mirada nerviosa, junte nuestros labios pude sentir su cuerpo tensarse por completo, sus ojos se abrieron como platos pero tampoco me alejo.

Por que actuaba así, parecía como si fuera la primera vez que alguién lo besaba.

Busque más contacto y con mi labio atrape su labio inferior haciendo que abra un poco su boca, en el aula solo se escucha nuestras respiraciones pesadas y el sonido del beso.

Aprovechando que abrió su boca metí mi lengua lentamente, explore su boca con mi lengua, los sonidos que creaban nuestras bocas al juntarse eran obcenas, antes de separarme acaricie sus colmillos con mi lengua.

Me separe de él lentamente, comenzó a respirar rápido mientras buscaba aire.

Espere que su respiración este normal para que hable.

-Ese fue mi primer beso- dijo aún sonrojado -Y no fue con mi persona especial-

Ups.

Si esto fue su primer beso podía asegurar que nunca ha tenido sexo.

Ahora me preguntaba si había ido muy lejos, era su primer beso y le metí hasta mi lengua.

-Ahora sabes como serán las "clases" que te daré, hoy a la hora de salida te espero aquí si no vienés entenderé que no quieres mi ayuda- dije.

-No iré, siento como si le estaría siendo infiel a Mika-

-Ni siquiera estás en una relación con esa tal Mika- dije -Igual te esperaré, no sabemos cuando el gatito se pueda arrepentir- sonreí.

Me gustaba jugar con él, su actitud era como un gato domesticado no parecía un tigre.

-No soy un gato, soy un tigre siberiano-

-Pareces más un gato, me voy-

Salí del aula dejando atrás a un tigre sonrojado y nervioso, al principio iba a negarme ya que no quería hacerle favores a un carnívoro sabiendo que puedo ser su cena en cualquier momento, pero después de ver la actitud de ese tigre me llamó la atención.

Durante todas las clases siguientes no pude llegar a concentrame pensando en cierto tigre ¿Que diablos estaba haciendo?.

Cuando por fin llegó la hora de salida me dirigí a la misma aula dónde me llevó el tigre en la mañana.

Entre al aula para espererarlo aún el tigre no había llegado, decidí esperar pero los minutos pasaban y no venía, tal vez después de todo cumpliría su palabra de que no vendría.

Me hubiera gustado jugar y ponerle nervioso al gatito pero no vendrá, hubiera sido tan divertido.

Me dirigí a la puerta para salir, pero cuándo la abrí me encontré con el tigre parado en el marco de la puerta.

-Pensé que no ibas a venir-

-Tu eres la única que me puede ayudar, hago esto por Mika-

-Kazutora, se que haces esto por Mika y yo lo hago por el dinero, así que serían mil quinientos yenes por hora-

Kazutora entró al aula y saco su billetera pagandome lo acordado.

-¿Como sabes mi nombre?- pregunto.

-La pregunta sería quién no conoce tu nombre en toda la preparatoria, por cierto soy _______- me presente mientras guardaba los yenes en mi mochila- ¿Entonces que quieres hacer primero?

Su cola se meniaba de un lado a otro acaso ¿Estaba ansioso por lo que sucedería?

-P-podrías besarme como antes- Kazutora miro a otro lado su cara estaba completamente roja.

Quién diría que ese tímido tigre se convertiría en un hormonal adicto al sexo.

Gracias por leer hasta aquí, cuídense, nos vemos en el siguiente capítulo

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Gracias por leer hasta aquí, cuídense, nos vemos en el siguiente capítulo.


~Maddenys

𝐌𝐚𝐫𝐜𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐓𝐢𝐠𝐫𝐞 | 𝐊𝐚𝐳𝐮𝐭𝐨𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐧𝐞𝐦𝐢𝐲𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora