Pov Joy
Me puse junto a Diana y Claire, viendo como el helicóptero de Ashley despegaba. A través del vidrio de la ventana vi como la mujer sacudía su mano con una hermosa sonrisa en su cara. Nuestra hija alzó su pequeña mano sacudiéndola rápidamente en respuesta. Pronto el helicóptero empezó a moverse, volando lejos del edificio de las Industrias Pérez. Suspiré profundamente, con cierta insatisfacción. Recibiendo una mirada atenta de Diana, quién sonrió débilmente.
- ¡Vamos, Joy! No estés así. - Comentó mi mejor amiga en un intento de animarme.
Odiaba cuando Ashley tenía que viajar, odiaba estar lejos de mi esposa. Ambas éramos mujeres totalmente ocupadas. A pesar de trabajar en el mismo lugar, no nos cruzábamos mucho, Ambas teníamos posiciones importantes, que demandaban demasiado nuestra atención. Últimamente prometimos pasar más tiempo juntas, pasar más tiempo con nuestra hija y Sofi. Como promesa, Ashley dejó claro que el fin de semana de mi cumpleaños, que era el domingo, nuestra familia iría a la cabaña junto con nuestros amigos más cercanos y familia, todo en una gran celebración por mi cumpleaños número 31. El tiempo vuela, ¿verdad? Lo sé.
-Ay, Diana. Sabes que no me gusta cuando viaja sin mí.
-Lo sé, te quedas con esa cara cada vez que se va.
Diana rió mientras caminaba al ascensor. Sostuve la mano de mi hija, llevándola a la caja metálica.
-A mami no le gusta estar sola. - Claire le dijo a Diana.
- ¡Y por eso tu dormirás con ella! ¿Escuchaste lo que dijo Mamá Ashley?
-¡Sí! ¡Voy a dormir en la cama grande! – Celebró emocionada, haciéndome sonreír.
-¡Esa es mi chica!
Diana extendió su mano para que Claire la chocara. Las dos simplemente estaban pegadas, amaba la relación cariñosa que existía entre las dos. Muchas veces mi mejor amiga cuidaba de mi hija cuando Ashley y yo teníamos que viajar por negocios, y honestamente, no había mejor persona para cuidar de ella. Después de la ruptura con Alfredo, Diana estuvo sola un tiempo. Lo que me puso muy triste, amaba su relación y siempre esperé una hermosa boda. Pero con el tiempo descubrimos que la rubia tenía otros intereses, y muy conocidos. En la fiesta de la boda de Eli y Troy, Diana nos dijo junto a Valeria que estaban juntas. Esa realmente fue la sorpresa del año, para todos nosotros. El ambiente fue pesado inicialmente, lo que causo que Alfredo se distanciase de nosotras, pero hoy en día todo es muy natural. Él sale con una hermosa chica canadiense. Y siempre viene a visitarnos.
- ¿Dónde está Valeria? - Pregunté cuando salimos del ascensor.
-Está en "Imperium". Dijo que tenía que pagar a algunos proveedores hoy.
-No sé qué haría sin Valeria en ese lugar.
-Mi novia es increíble, lo sé. - Habló engreídamente.
-Lo es, pero no te pongas arrogante, Benson. Yo también tengo una mujer maravillosa.
-Lo llevas diciendo años, Joy. No puedo olvidarlo.
Nos quedamos unos minutos en mi oficina mientras resolvía algunos asuntos pendientes de las Industrias Pérez. Diana había tomado la posición de supervisora general de la sede central, con la ayuda de Elizabeth, quién controlaba el sector financiero. Honestamente, Ashley era como un huracán, no únicamente en mi vida, pero en la de todos. Comparada a nuestra situación años atrás, en la cuál Eli, Diana y yo vivíamos en un pequeño piso compartiendo gastos, hoy estábamos mucho mejor de lo que hubiésemos imaginado. Con mi ascenso a la presidencia, vi como mí deber ayudar a ambas mujeres quienes me habían ayudado a través de los años. Y Ashley no me cuestionó, sabía la confianza que tenía en mis amigas, o mejor dicho, en mis hermanas. Hoy, no solo yo, pero todas nosotras vivíamos en una buena situación financiera.
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The Stripper
De Todo¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que si. Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Joy, una mujer dulce y dedicada, Tirzah, sexy e imponente, ¿Cuál elegirias tú? ¿Cuál...