Uniste Mi Alma A La Tuya

¿Cuál será nuestro destino?

Los personajes no me pertenece son de DC y UCM Marvel, solo escribo con el fin de mi propio entretenimiento y de quién desea leer mi historia.

Este es un fic yaoi con contenido homosexual, a quien no le guste puede salir de la historia. Para quien guste de estás historias espero sea de su agrado y disfrute. Atte: Bbye Gracias por su atención.

Mi mundo personal está ubicado exactamente en un agujero negro en medio de algún determinado lugar en el espacio. Cómo desearía que en realidad no fuera solo un sueño...

Cómo tantas otras veces en mi vida desde que tenía uso de razón, lo había visto aparece en mis sueños, claro, no era tan recurrente pero siempre estuvo allí, aún que nadie lo supiera. El aire asfixiante en medio del espacio a mi alrededor no me ayudaba a poder ver con claridad aquella figura en la oscuridad al contraste de la luz del sol, o eso creía yo que era, pues era mas opaca que está pero de ese lugar salía flotando esa persona frente a mí . Él era alto fuerte e impone con una capa que hondeava, su presencia me hacía sentir cosas que nunca tuve. Seguridad, amor, comprensión, y por último..., Esperanza.

Siempre quise tocarlo pues era como si me dijera, "estás en casa".

Pero era solo un sueño, nunca lo ví volverse real. Pues aunque luche por llegar a ser ese alguien, nunca lo pude volver realidad, ni por todo el dinero del mundo, ni por más que Batman luchará, en cada rincón de las calles de Gotham, nunca. Solo dolor y pena me acompañaron tantos años que logré olvidar el maldito sentimiento de necesidad, aunque ese sueño siempre regresó, dejé de aferrarme a el como cuan era un pequeño que aun lloraba por el recuerdo del asesino de sus padres.

Hasta que un día.

- Te has golpeado la maldita cabeza Stark, creo que el cambio de nuestra humanidad te ha hecho daño, ¡deberías ir a un psiquiátrico!, diablos valla que lo necesitás.- el bajo honbre sentado frente a mí me vió con un atisbo de diversión y un ceño fruncido por un pensamiento errónea sobre imaginaciones y deducciones estúpidas hechas por él.

- Me vas a perdonan Bruce Wayne, pero es una posibilidad que pude ser válida, que debes aceptar como mis otras 5 deducciones, tu la bomba de la farándula, el grandísimo Bruce Wayne!todo esto que aún tienen el descaro de publicar las revistas y sus paparazzi, una raza que debió haberse estinto con el movimiento de las placas tectónicas si me permites opinar..., Estás aquí sentada sin un atisbo de responsabilidad por tus inhumanos deseos hacía un hombre extraterrestre que lo único que ha hecho es salvar vidas por todo el vasto mundo.- sus ojos se volvieron a mi con expresión scusante - y dices que el enfermo mental soy yo ?. - me levanté, no le daré potestad alguna para acusarme.

- Statk - dejé mi postura de presa asustada para relajarme - has dicho que un sueño que vive conmigo desde que tengo memoria, está frente a mis narices y que es la representación del amor, además que es un mensaje que viene del universo gracias a qué un lazo rojo une mi corazón con otro. ¿Cómo se supone que le llamé a ese drama japonés que te has inventado?. Mi idea de matar a Superman es por mucho más cuerda y está mejor justificada que esa.

Stark se encogió de hombros, se hizo un ovillo en su asiento y tomo su taza de café caliente, a su falta de indiferencia me volví frustrado.

- Oye Bruces no has pensado alguna vez que el destino está totalmente descabellado es decir si fuera una persona y no una simple noción de lo que ocurre por azares de la vida.- me volví a verlo de frente, tomaba otro trago de su café - te digo, yo personalmente, tu buen amigo Tony, eh ido con mi corazón y... bondadosa voluntad, a preguntarle a una buena amiga sobre tu asunto- me asombré, enserio acabo de desir que..
- no le dije nada de lo que juré! - respiré entonces, mi bilis volvió a su lugar- y esa fue su respuesta aceptada, además de que no eres la única persona que ha tenido esos sueños así, existen billones de personas que las han tenido.-la respuesta de Stark no tenía ni pies ni cabeza, es al único sínico al que le cuento mis cosas porque le debo la vida de dos de mis hijos, y además, lo considero por alguna razón como mi igual.