Haruka Nanase [7]

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[5 años después]

Después de tener una vida en Tokyo la pareja había decidido tomarse su tiempo para aclarar unas cosas, al parecer un discusión resultó esta vez peor de lo normal donde se dijeron cosas hirientes y casualmente fue por el estrés, tensión e incluso el poco tiempo que se estaban viendo lo que hizo que ambos terminaran con esa discusión, una cosa había terminado en la otra cuando calmaron los ánimos y habían decidido darse su espacio, la chica que había decidido ser veterinaria se concentraría un tiempo en Iwatobi trabajando en el acuario de su padre ayudándole con los animales que de alguna forma buscó especializarse, al estar sentada en la sala donde alguna vez le habían celebrado el cumpleaños a Haru vio pasar un par de delfines que les gustaba juguetear cuando habían personas al rededor.

Ella suspiró aburrida, sus ojeras parecían darle ese aire opaco y sin luminosidad a diferencia al que se solía tener, se acostó en la silla larga dejando caer unas lágrimas, a pesar de que habían pasado unas 2 semanas desde que decidieron darse su respiro de ambos, se sentía pesimamente. Claramente se notaba la falta de su pareja porque ahora si era que no lo veía en absoluto, al estar ambos concentrados en sus vocaciones se veían como mucho en la noche y acordaban los días libres para estar todo el día juntos.

— Hija ¿Necesitas algo?

Vio a su madre asomarse por la puerta doble preocupada por la actitud de su hija, al parecer no dormía lo que normalmente hacía y se quedaba despierta haciendo estudios para su trabajo de maestría que se basaba en animales marinos y el trato de los mismos, la vio hacer un gesto con la mano restándole importancia.

— Solo quiero descansar un rato no te preocupes.

— Ten cuidado hija, no quiero que te sobre esfuerces podrías enfermar.

— Tranquila.

Al escuchar la puerta cerrarse se largó a llorar, ese día se sentía peor que el resto, sabía que era porque sin querer se había colocado a ver un par de artículos de natación donde había un par que hablaban del pelinegro, al verlo en esa fotografía hablando como si nada con algunas personas le hizo dar un bajón de ánimo. Ella sabía que estaba cansada y con el sonido que generaba el agua junto con el sonido de los animales que pasaban por allí se durmió de a poco apretando su mano en el pecho y con su brazo pasando encima de sus ojos.

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Por otra parte, el nadador parecía muy ensimismado en lo que hacía si antes no hablaba con nadie ahora lo hacía menos, se veía incluso enojado con todos con los que se cruzaba espantando mucho a las personas que entrenaban en él gimnasio. Se había esparcido el rumor de que había terminado con su novia e incluso algunas aprovechadas no se hacían las de esperar ante la supuesta ruptura que tuvo con su novia. Sólo pocos sabían lo que había pasado y se preocupaban por la salud de ambos porque si bien en el tiempo que llevaban eran inseparables el repentino distanciamiento les podía cobrar factura. Makoto que en ese tiempo mantenía cerca del oji azul lo veía preocupado incluso su pareja lo hacía, sabía que ella era una parte fundamental de su vida.

—Haru ya son las 10 de la noche deberías ir a casa.

— Para que voy a ir si nadie me está esperando.

Dijo con tono de voz amargo y su mirada era perdida como si le importara poco en ese momento cualquier cosa incluso su salud. El de cabello oliva suspiro y se acuclillo cerca de orilla de la piscina, Haru que aún se encontraba dentro de la piscina lo miró aburrido.

— ¿Por qué no la buscas?

— No creo que ella me quisiera ver, Makoto le dije muchas cosas horribles. —Apoyó la cabeza en su brazo.

One- shots Free! Personaje x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora