𝙾𝚗𝚎&𝙾𝚗𝚕𝚢 ﾟ♡･｡𝑴𝑰𝑵𝑺𝑼𝑵𝑮 / 𝑯𝑨𝑵𝑲𝑵𝑶𝑾

V - El quebrantamiento de la realidad

Apenas hacía dos horas que había empezado mi turno, pero ya deseaba con todas mis fuerzas poder irme a casa a descansar.

No había visto a Jisung desde lo sucedido hace dos semanas. Había silenciado y archivado su chat, siendo demasiado cobarde como para bloquear su contacto por completo.

Llamadme cobarde, porque lo soy, lo reconozco, pero aún sabiendo que me ha enviado mensajes y que me ha estado llamando no he contestado a nada en absoluto. Tengo demasiada vergüenza de mi mismo como para siquiera pensar en lo sucedido.

A ver, tened en cuenta que desde mi perspectiva parece que forcé a Jisung a besarme y que este se dejó por el alcohol.

Aunque fuese él quien me tentó en un primer momento, no está bien lo que hice. Y la culpabilidad me carcome por dentro.

Que Jisung le haya puesto los cuernos a su novia por mi culpa me hacía sentir horrible. Pero como no tenía ya forma de remediarlo, me dediqué a inspirar fuertemente, tratando de calmar mis nervios. No me gusta que mis sentimientos intervengan en mi trabajo, cobro según lo bien o mal que lo haga al final.

Llevando puesta sólo una camisa negra que me llegaba hasta casi las rodillas y ropa interior estrecha con un arnés que me apretaba la cintura. Llevar ropa probocativa siempre aumentaba las ganancias, permitiéndome haber prescindido de las medias negras que solía llevar aquel día.

Chaeyoung estaba acabando de maquillarme, poniéndome labial rojo como detalle final antes de salir a actuar. Mina interrumpió en la sala de maquillaje y descanso, diciéndome que tenía que salir ya pero que ya a bailar al escenario.

Suspiré, resignado, disipando mis pensamientos para dirigirme a la puerta que conectaba la sala con el escenario de fuera.

Había bastante público aquella noche, era viernes así que era lo habitual. Cuando la música comenzó a sonar yo me moví con ella. Dejando que mis pies descalzos bailaran por la pista de la manera más sensual que pude evocar.

El público estaba ahí por eso al fin y al cabo, para tener bastante material mental con el que poder masturbarse en un momento de necesidad. No les interesaba lo bien que bailaba, sino lo bien que supiese mover mi cuerpo.

Bajé lentamente, dejando que mis rodillas tocasen el suelo para mover las caderas contra este. Al parecer esto entusiasmo a la multitud arremolinada alrededor del escenario, puesto que vi como los billetes comenzaban a llenar la pista. Yo encantado, cuanto más les gustase más iban a pagarme y más dinero tendría para caprichos aparte de la universidad y el alquiler del piso.

Llevé mis manos a mi camisa, revolviendola para luego comenzar a deshacer los botones, lentamente, con sensualidad.

El público gritó entusiasmado, cuando terminé de desabrochar los botones me levanté del suelo elegantemente. Hacía algo de frío ya que era invierno en aquella epoca del año, por lo que no me quité la camisa del todo, dejando que esta colgara sobre mis hombros.

Me sentía bien por las reacciones del público, por lo que me atreví a acercarme a la barra de metal. El pole dance era difícil de hacer, pero una vez lo dominas no sólo notas una sensación de libertad increíble al hacerlo, sino que además, en esta profesión, va de maravilla.

Bailé en la barra unos minutos, echándole miradas al reloj del fondo del local, contando los minutos hasta que mi turno de bailar en la pista terminase. No estaba de humor, probablemente cobraría menos por culpa de esto.

Estiré las piernas, dejando a relucir mis muslos, que según Mina, eran mi punto más atractivo. Sé que suena turbio que mi jefa me diga esas cosas, pero es ella la que está controlando cuántos billetes le caen a cada persona por actuación y con qué cosas consiguen más reacciones.