Seguro te pierdo [Mitsukkai]

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No te mentiré, me aferré a no buscarte por mi orgullo. Me dijeron que estoy provocando revuelo porque las cosas se me subieron a la cabeza, característico de mí, ser inmaduro y no aceptar un no por respuesta, pero no fue así. Huí sin darte un solo segundo de aclarar lo que pensabas, porque tampoco quiero tu lastima o mentiras, porque sé que no es recíproco y eres tan capaz de cumplir mi capricho de estar junto a ti solo por no hacerme llorar. Mi martirio fue duro, eres indespensable en mi vida, la rutina de acudir a ti, pasar tiempo contigo, haciendo lo más mínimo, que me cuidarás, la rompí por casi cuatro semanas.

Vengo de nuevo, solo a enfrentar las consecuencias de lo que he hecho, has respetado mi espacio, esperas a que de el paso para ir hacia ti y resolver esto, no querías invadirme o presionarme, lo supe en cada día que tuve que ir al taller. No me dirigías la mirada, hablabas con frases cortas y tono neutro, todo el mundo se metió de por medio pero no salió palabra de ti, y yo tampoco comenté algo al respecto.

Traté de llamarte para vernos en el parque donde nos conocimos, pero no sabía bien que decir, preferí esperarte sin aviso, teniendo en cuenta que vendrías para ver jugar a tus hermanas. Sentado en los columpios, meciendome lentamente, con una brisa baja. Divisé tu figura al caminar, con dos pequeñas corriendo impacientes delante de tuyo. Sonreí inconscientemente.

— Hola, Takashi — No llamarte como siempre marcaba un antes y después en mí.

— Hola, Hakkai — Te planteaste enfrente mío con pasos lentos.

— Vengo con la intención de solucionar lo que pasó hace unas semanas, quiero que hablemos como es debido — El ambiente era particular, no entraba en lo frecuente de ambos. Te colocaste a mi lado.

— Bien, me agrada que estés listo — te mecias ligeramente a le vez que hablabas con la vista en las niñas — Dime, ¿Puedo comenzar sin que me interrumpas?

— Sí, hazlo —

— Debo decir que no me tomó desprevenido tu confesión, pero cuando recién lo supe no sabía cómo manejarlo, eres importante para mí y te quiero, pero al menos no de esa manera — el silencio parecía eterno aunque solo fuera momentáneo.

— Lo entiendo —

— Creí que lo dejarías pasar y lo olvidarías, pero seguías en lo mismo, todos me lo mencionaban a cada oportunidad y no podía seguir con eso por tu bien — Sueltas una risa y no sé cómo tomar eso — Estuviste raro un tiempo, y después no te vi durante una semana, antes de que llegarás con tu pregunta peculiar.

— Me tomé esos días para pensar si era buena opción declararme.

— Sí, ahora lo sé, pero en su momento mi mente me jugó mal y pensé que te habías enamorado de alguien más. Cuándo preguntaste que opinaba de las relaciones en mis pensamientos se cruzó la imagen de ti con otro tipo y no supe si eran celos o mi instinto paternal — Quisiera emocionarme con tus palabras pero no puedo, no debo, ya no — Mis sospechas fueron descartadas cuando comenzaste a coquetearme, pero siendo sincero estoy confundido, agradezco que te hayas ido ese día porque te hubiera dicho que era mutuo, porque me gustó que lo hicieras pero no quiero creer que solo me gusta tu atención.

La puesta de Sol debería ser considerada una maravilla del mundo, te regala calma y colores dispersos en el cielo entremezclados con las nubes. Es un instante sereno y pacífico, despide un largo día y da comienzo a la espesa noche. Un punto medio de dos escenarios. Momento oportuno para tomar una decisión.

~ Crisantemo 🦋