Dia 4: No Soporto Más

115 7 7
                                    

Ya no puedo más, esto es muy... muy... Irritante. Ya no Soporto a esas personas, que lo único que saben hacer es molestar a todo el mundo, no saben valorar ni respetar a los demás.

Llegó el momento de irme, son exactamente las 8:30pm, hora en que veo a la luna asomándose por mi ventana.
--¿Que estas haciendo?. -me pregunto la luna
--Llendome de este lugar, no sabes las cosas tan desastrosas que pasan durante el día.
--Debe ser muy grave para que tomes una decisión así.
--Pues si.: le dije algo apresurada.
--Bueno, no te dejaré sola, te acompañare... Pero, ¿A donde piensas ir?. : me pregunto muy preocupada.
- No tengo idea, pero si sé que será muy lejos de aquí.: lo dije recalcando la palabra "muy".
-entonces, este será el trato.: Dijo la luna muy seria pero dulce como siempre.
-Te irás y harás tu recorrido en busca de lo que quieres solamente por las noches, así podré protegerte y cuidarte. Por los días estarás cerca del lugar donde te deje, para no perder tu ubicación.:
-Esta bien, te lo prometo, pero tu también prometeme algo.: le dije muy seria.
-¿Que cosa?. :me dijo algo confusa.
-Nunca te separes de mi, me perderé sin tu luz en el oscuro cielo, no sabre por donde ir, y no tendré con quien conversar.: Le dije muy triste, tanto así que me hizo llorar.
-Noa, no llores, o harás que también me ponga triste, yo siempre estaré contigo, no te dejaré jamás.
-Esta bien. Entonces podemos irnos.:Dije yo, después de secarme las lágrimas y poniendo una enorme sonrisa.

Ya tenía todas mis cosas listas, ropa, mis zapatos, mis cosas de valor sentimental y una carpa, para dormir por los días y seguir mi recorrido por las noches, tipo así como una gitana, solo que esta gitana tenía 7 años y no sabia nada de la vida de afuera.

-Bueno luna, estoy lista.: dije emocionada junto a mi perro Chazz.

Entonces, una cadena de estrellas luminosas, al mando de la luna, llegaron unidas hasta mi habitación, era como un puente brillante, era algo mágico, algo que solo se ve en las películas animadas.
Al principio me dio miedo subirme ahí, pues tenia miedo de caer, pero la luna dijo que no me iba a pasar nada, que todo estaría bien.

Entonces empeze a caminar por el puente junto a Chazz, estuvimos saltando y corriendo por tan hermoso puente de luces mágicas.
Estuvimos como unos 20 minutos caminando, hasta que llegamos a un lugar muy apartado de la ciudad. Al final del camino, la luna me obsequio un pequeño pastel, algo así como un panquesito, y tenía crema pastelera de color celeste y la imagen de la luna, y una botella de agua.

-Cuida el pastel, es mágico, con una mordida podrás comunicarte conmigo mientras yo estoy en otro lugar del mundo haciendo mi trabajo.
- Oww, gracias, pero... ¿Cuando el panquesito se acabe?.: pregunte algo curiosa.
- Cuando se acabe, no podremos comunicarnos, tendrás que esperar a que yo llegue por las noches, pero mientras lo tengas, me podrás avisar cuando tengas problemas, el sol, el aire y las nubes te ayudarán por mi.
-Esta bien, lo cuidaré como a mi propia alma.

Entones, el cielo empezaba a aclararse, las nubes se hacían más notorias y por el otro lado una esfera gigante llegaba con un calor intenso,... Había llegado el día, y la luna se tuvo que ir.
Y como se lo prometí, me quedaría cerca del lugar en donde me dejó. Arme mi carpa y junto a Chazz, nos quedamos dormidos en medio de la nada.

30 días Bajo La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora