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|00| ESTARÉ JUNTO A TÍ, CUIDANDO TU ESPALDA
A Sara Braun no le gusta ver llorar a su madre, lamentando la desdicha de ser eldiana y no una ciudadana de Marley. Aunque trata, Sara no puede encontrar en Karina el refugio que quisiera tener de una madre, por eso agradece tener momentos junto a Reiner, su mellizo, porque juntos, en ocasiones, logran hacer surgir el destello de lo que quizás habría sido su vida si hubieran tenido más suerte.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Cuenta Sara, ansiando llegar a diez para poder comenzar a buscar a Reiner, su hermano. Le gusta jugar con él, porque jugando los dos olvidan que son descendientes de demonios, como todos los demás siempre les dejan en claro; así olvidan que están retenidos en aquella ciudad sin una forma de salir, ni esperanzas de vivir como personas libres.
Jugando, Sara y Reiner, son solo dos niños disfrutando de un momento de diversión. Sin demonios, sin Eldia, sin Marley, sin Libero.
Sara anhela esos momentos con todo su corazón, porque el refugio que no encuentra en su madre, lo tiene en Reiner; su única familia. Ella lo ama, y sabe que quiere estar siempre junto a él, porque es lo que siempre ha tenido. Desde el primer momento en el que vino al mundo.
—¡Diez! ¡Ahí voy! —grita Sara, separándose de la pared y descubriendo sus ojos. Una sonrisa se dibuja en su expresión mientras sale de la sala y comienza a buscar a Reiner—. ¡Será mejor que te escondas bien esta vez, hermano!
Atraviesa el umbral de la puerta entrando a la cocina, revisa debajo del mantel de la mesa y sube a la habitación al no ver atisbos de la presencia de Reiner, se escabulle sigilosamente en el cuarto que ambos comparten y, agachándose sobre sus rodillas, echa una mirada debajo de las camas. Es entonces cuando la expresión frustrada se convierte en una de victoria. Sara sonríe mostrando todos sus dientes.
—¡Te encontré!
En silencio Sara ve a Reiner salir de debajo de su cama haciendo crujir la vieja madera del suelo cuando se pone de pie, con aire abatido. Ella siempre gana, siempre lo encuentra, por más creativo que él sea al esconderse.
No lo entiende.
—¡Pero esto no es justo! Siempre me encuentras, ¿cómo lo haces? ¿Acaso has hecho trampa? —refunfuña, señalándola de manera acusadora.
Sara se siente ofendida, porque ella jamás traicionaría a Reiner. Y así es como ella le da un empujón, dando media vuelta, con ganas de irse de ahí. Le ha dolido que él pueda pensar así de ella.
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𝐒𝐄𝐌𝐏𝐈𝐓𝐄𝐑𝐍𝐎| 𝗽𝗼𝗿𝗰𝗼 𝗴𝗮𝗹𝗹𝗶𝗮𝗿𝗱 & 𝗷𝗲𝗮𝗻 𝗸𝗶𝗿𝘀𝘁𝗲𝗶𝗻
FanficEl amor de Sara Braun hacia los tres hombres de su vida iba a ser más eterno que su propia existencia. Y tan sólido como el dolor que siempre cargaría sobre los hombros por haberles fallado a todos ellos. «Aquí yace el sempiterno amor de Sara Braun».