Diario de un suicida.

Estereotipos.

20/09/2019.

Desde niños, vemos como existen múltiples concursos de belleza en los que se centran en explotar tus habilidades para ganarte una corona, y como si eso no fuera suficiente, en la escuela los hacen constantemente para elegir a alguien que represente a la institución en actos y toda la tarima de actividades escolares que al final, son realmente innecesarias.

Creo que desde que tengo uso de razón, siempre quise ser modelo, me gustaban los concursos, me emocionaba el maquillaje y estar a la moda. Y con ese mismo entusiasmo con el que me gustaba ese mundo, me postule en unos de los reinados escolares, ya que contaba con los estereotipos que exigían. Delgada, de estatura promedio, linda sonrisa y cabello bonito. Y a decir verdad, me fue bien, ya que al ser de 3ero de primera, nadie pensó que le llegará a ganar a las chicas mayores que yo. Pero lastimosamente, ahí no acaba está historia.

Al ganar, recibí toda la aceptación de mis compañeros, todos querían jugar conmigo e incluso compartían sus meriendas conmigo, ya que era la reina del colegio. Pero como reina, tuve que enfrentar un reto mayor, es decir, otro concurso, pero esta vez sería con la reina seleccionada de secundaria. Ustedes dirán, ¿Cómo van a poner a competir a una niña de 3ero con una adolescente? La verdad, eso muy poco me importo, ya que tenía a mis compañeros y la aprobación de más de la mitad de la escuela. Pero no fue así, resultó que el concurso entre la otra chica y yo, se haría en la tarde, con los estudiantes correspondientes a ese turno, y ningún año de primaria, veía clase en ese horario. Solo era yo, con un montón de adolescentes pubertos.

No sé cómo mantuve el optimismo, pero siempre estuvo presente. Sin embargo, la ganadora obviamente fue la chica de secundaria y eso no era problema para mí, me alenté diciendo que había llegado muy lejos. El problema fue que mis compañeros y toda la primaria no vieron eso, solo vieron que perdí.

Luego, comenzó una ola de comentarios, en lo que me repetían lo fea que era y que ahora sí entendían porque perdí. Unos me decían que quizás no era lo suficientemente flaca, otros me decían que estaba en estado esquelético. Lo obvio de todo, mi vida social se esfumó así de rápido como apareció.

¿Las consecuencias? Problemas alimenticios. Por un corto período de tiempo, me veía demasiado flaca, por lo que comencé a comer un montón y hacía que mis papás me comprarán jarabes para el apetito, y bien me gustó ese estilo de vida. Hasta que ví que engorde en lo más mínimo y entonces dejé de comer, mi alimentación cayó en picada y de manera catastrófica. Incluso llegar a botar los desayunos que llevaba para el colegio, ya que no me gustaba que me vieran comer en la escuela y además, porqué nunca tenía apetito. Me acostumbre a no comer, a no desayunar, y pronto hasta deje de tomar agua. Cuando comía, era en ocasiones especiales con mi familia, pero muy poco y aunque seguía tomado jarabes, nunca me daba hambre.

Hasta el día de hoy, no tengo apetito, cómo porque sé que es lo mejor para mí, pero cuando me deprimo, dejo de comer y tomar agua. Y lo peor de todo, es lo fácil que bajo de peso, siempre fui flaca y aún así, estoy llena de estrías por el estiramiento de mi piel.

Éramos niños, pero no puedo olvidar eso. No entendíamos nada, pero no puedo regresar mi apetito. No era nuestra culpa que inventaran esos concursos, pero ese daño mi vida en cierto aspecto.

«Malditos estereotipos que nos enseñan por todas partes.»

Y bien sé, que hoy todo es diferente, ya no me importa mi peso, pero sí me cuesta aceptar mi cuerpo, sea gordo o flaco. Y me encuentro en la encrucijada de no saber que hacer al respecto, ya que cada vez que mi abdomen engordar un poquito, dejo de comer y cuando me veo los huesos de la clavícula, me pongo a llorar, porque no sé que hacer para taparlos.

‹‹Soy hermosa de la forma que sea, eso lo sé. Pero vivir el infierno de no comer y no sentir el vacío que se supone que debes sentir, cuando tú cuerpo llega al punto de rechazar hasta el agua o nisiquiera tomar tomar de ese líquido vital y sentir como te secas por dentro, no es algo que se controla por si mismo y de manera fácil mucho menos sencilla.››