capítulo 80

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Narra julian:

Me desperté con mucha sed, al abrir mis ojos pude divisar a marcelo con su celular, cuando moví mi mano me miró a los ojos

-Como estas? Te duele algo?- me preguntaba atento

Recordar todo lo que hace unas horas atrás pasó me genera angustia, mucha angustia e impotencia, ganas de llorar, de gritar, etc

No le dije nada, no puedo hablar, tengo un nudo en la garganta, desvio mi mirada hacia la ventana de la habitación, está nublado parece.

Siento que me abraza, escondo mi rostro en su cuello, siento mis lágrimas caer sin control-yo...- susurré- yo...no sabia- lloré y sentía sus palabras en mi oído sobre que nadie sabía, que no es mi culpa y cosas así pero sinceramente sentía que era mi culpa, si bien yo no sabía porque es la verdad pero yo sabia que algo andaba mal en mi, que debía ir al médico y no lo hice y eso me hacía poner peor de lo que ya estaba.
Me dolía el cuerpo, me sentía agotado pero estaba cansado, irritado de estar aquí, en este hospital, en otro país, quiero estar en mi cama, tranquilo.

-me quiero ir- dije despacio, con la voz muy apagada

-Tal vez mañana ya nos vamos, no lo sé bien- me dijo y me dio un beso en la frente

....

A las horas me trajeron mi "almuerzo" todo liquido, por el momento, tampoco tenía hambre pero debía comer algo 

En todas las redes sociales estaba mi caída, de cómo me sacaron del campo de juego, no quiero ni leer ni escuchar las cosas que se deben decir de mi.

El tiempo iba pasando, los intentos de subirme el ánimo de Marcelo no funcionaban, simplemente no podía, el también debe estar mal, es algo obvio. Por suerte me dijeron que mañana por la noche ya me daban de alta pero con una estricta dieta y reglas a seguir sobre esfuerzos, etc.

Nos íbamos a ir en un chárter, directo a Baires, a casa.

Al otro día fué lo mismo, comida líquida, dormir y nadie hablaba nada.

Cuando la noche llegó y ya teníamos el alta, me ayudó a cambiarme y con cuidado nos fuimos.

No podría decirles que hablamos en el chárter hasta llegar a casa porque sería una verdadera mentira, nadie dijo palabra alguna, no se podía, no queríamos. Y sinceramente era mejor así, lo único que quiero al llegar a casa es estar en la cama tapado y ya 

Ya me sentía incómodo de tanto estar sentado en una sola posición, quería acostarme.

Cuando llegamos a Baires, con cuidado me ayudó a bajar, hasta que llegamos a un auto, cuando nos acercamos pude ver que era Gerladine, la salude con un gesto por educación, nada más, solo quiero estar solo.

El trayecto a casa, fué totalmente silencioso, nadie se empeñaba ni obligaba a conversar a nadie, tampoco era un silencio incómodo, todo lo contrario, agradezco que sea así

...

-Ya te ayudo- me dijo marcelo cuando le dije que me quería ir a la cama, debía subir todas estas escaleras, solo asenti

Me ayudó, paso por paso hasta llegar a la cama, en donde me ayudó a cambiarme y acostarme, con dificultad me di la vuelta dándole la espalda. Sabia que aún seguia aquí, de hecho sentía como estaba sentado en la cama

-Perdón- dije en un susurro que se escuchó por el silencio que reinaba en el lugar

-No ten- lo interrumpo

-Si, todo es mi culpa, debi ir al médico antes- dije cerrando los ojos- no debí tratarme mal todo este tiempo, ni yo me entendía- dije con sinceridad- yo...- no pude seguir porque las lágrimas empezaron a salir

No me dijo nada, sabía que necesitaba que yo me descargara, que sacara todo.

Deje que me abrazara despacio, lo necesitaba

-Siempre serás lo más importante para mi Julián, te amo- me dijo en el abrazo y asenti porque a pesar de nuestras peleas y todo, yo puedo sentir su amor como él, el mío- debes descansar, son las tres de la mañana- me dijo dándome un beso en el cachete- voy a ver a los chicos y vuelvo- me dijo y asenti, matias y santino estaban durmiendo en sus habitaciones.


Narra marcelo:

Le conté todo a geraldine, era la única a la que le podía contar mis problemas.
Solo bastó contarle las cosas para recibir ese abrazo que necesitaba.

-Tenes que estar bien por el pero también por vos-  recuerdo que me dijo y tiene razón

-Pa, todo bien?- dijo matias cuando llegue a verlo a su cama

-No- le dije y les conté, ellos debían saber las cosas como eran y como estar durante los siguientes días hasta que todo pueda tranquilizarse o intentar volver todo a la normalidad como antes

Recibí un eterno abrazo de mis hijos y sabía muy bien que iban a hacer todo lo posible para que Julián se sienta bien, confiaba en ellos.

Cuando volví a la habitación, Julián se había dormido, me cambié y me acosté a su lado, con cuidado lo abracé y me dormí así, seguir un largo día dentro de un par de horas.

....

Me desperté exaltado por la alarma, eran las siete. Con cuidado me levanté y me fuí a bañar, tenía que ir al club a informar la situación y poder que haya consideración con Julián, no podía permitir que se vaya a otro país.

A las nueve de la mañana, todos los demás jugadores estaban en pleno entrenamiento y luego me llamaron, me llamaba Brito.

Cuando llegué a su oficina, él ya estaba en conocimiento de todo, me dijo que Julián debía decidir eso y firmar las cosas, si se iría o no. Mucho tiempo no había.


Narra julian:

La mañana la pasé en la cama, en compañía de matias, era obvio que intentaba subirme el ánimo, logró sacarme una que otra sonrisa con las tonterías que decía, luego me dió mi espacio.

Me puse a pensar en todo, en mi carrera... en el deseo de querer dejar todo e irme.
Igual iba a estar bastante tiempo sin actividad física, no podía.

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