capítulo 87

414 19 0
                                    

Narra nahuel:

Sabia perfectamente que no podía escapar, simplemente no podía, no sé, no tengo conciencia de cuánto tiempo estoy aquí

Ahora estoy terminando de cambiarme, me bañé, era mi único momento a solas.

-Ezequiel apurate- me gritaba roberto desde el otro lado de la puerta

No respondí nada, simplemente terminé de colocarme la remera y salí, me vió de pies a cabeza y sonrió 

-Te queda hermosa la remera que te compré- dice y se acerca a darme un beso en el cuello

....

El tiempo pasaba, era consciente de que ya no estaba aquí desde hace diez días, pasaron más días, estoy seguro, puedo asegurar que pasó un mes
No podía saber porque la televisión no se prende en esta casa, no se ve simplemente.

Estaba muchísimo más flaco de lo que estaba antes, estaba más débil, no había dudas, estaba cada vez más destruido tanto físicamente como emocionalmente

-Ya vengo, no tardo- dice saliendo y cerrando la entrada con llave, una vez que ya no siento sus pisadas cerca, me levanto de la silla y me acerco al gran ventanal que había en la casa, se venía una gran tormenta, el viento era fuerte, podía ver como se movían las copas de los árboles
Intento ir a las otras ventanas y todo con seguro, me frustro más

No me queda de otra que aceptar que de aquí no salgo más, cierro los ojos un rato, no sé cuanto tiempo pasó pero Roberto volvió con unas bolsas, no le presté atención

-Dicen que se viene una gran tormenta- ese dicen, significa que hay personas cerca?, no contesto nada, veo como por primera vez saca el control y enciende la televisión, mi vista se enfoca para ver la fecha o la hora, puso en TN, eran las once de la noche, un cosquilleo se generó en mi estómago al ver mi nombre en la televisión, roberto apagó automáticamente la tele, me están buscando, mi familia me está buscando, me levanto de donde estaba para irme a mi habitación pero su mano me detiene

-Seria medio iluso que imagines que te van a buscar, sabes perfectamente que dejaré que eso pase- me dijo apretando mi brazo haciendo que me doliera, estaba ejerciendo cierta fuerza, saldría un morado después, un morado más ya no me haría nada, ya es costumbre su fuerza
Asiento y me suelta, voy hacia "mi" habitación

Roberto es una persona muy bipolar emocionalmente, un día es todo...como decirlo... "bueno" y al otro día se vuelve un psicópata, agresivo y después hace como si nada pasó momentos atrás.

Cuando llegue a la cama, me puse a pensar en todo, en mi familia, en Benja hasta en Julián.
Ya al menos sabía que me estaban buscando, sonrio, me están buscando.
Apoyo mi mano sobre mi rodilla sin querer, me duele.

Narra julian:

Dos meses...

No había rastro de ninguno de los dos, ni de nahuel ni de roberto, es como si la tierra se los hubiese tragado.

Desde ese día nada volvió a ser como antes, se podía notar un quiebre, un gran quiebre.

A pesar de todo el apoyo de todas las personas que quieren a la familia Gallardo, de todos los aportes para recompensas que es hoy en día un super cifra millonaria, no había nada.

El celular de marce sonó y llego rápido y atendió, lo miré y al parecer era algo importante, era algo sobre nahuel tal vez porque me hizo una seña con la mano y agarro su saco y nos dirigíamos al garaje, cortó la llamada

-Parece que vieron a roberto por una cámara de seguridad- me dice entrando al auto- quiero que te quedes aquí y estés atento al celular- me dice y antes de que cierre la puerta del auto le doy un beso

-Por favor avísame- le digo y me dice que si, sale rápido, veo como se va, cierro el portón del garaje

Espero que sea así, espero que nahuel esté bien y sobre todo que pueda regresar a su casa

....

El tiempo pasaba y no tenía ni un mensaje o llamado de marcelo, me desesperaba.
Fácil pasó cuatro horas.

....

A las horas volvió marce, me abrazó bien entró a casa, era buena o mala señal?

-Está al parecer fuera de la ciudad- nos sentamos y me explica- fué a comprar algo en una casa de ropa de jóvenes y una cámara de una estación de servicio grabó esa secuencia, otra cámara grabó hasta donde el auto sale de la cuidad, hay una gran posibilidad julian-dice y lo abracé- ese camino da solos dos lugares, ambos son campos, uno a Piedra Buena y el otro a Tambó, ahora están mandando civiles a cada uno- dice y creo que me vuelve el alma al cuerpo

-Tenemos que esperar, no hay que perder la esperanza- digo y siento como me aprieta contra el- le dijiste a Geraldine?- pregunto y asiente

Solo era momento de esperar, es una gran oportunidad.

Narra nahuel:

Con el pasar de los días, pude notar que Roberto estaba muy tenso, algo pasaba

No quise preguntar

Roberto no salía, estaba metido aquí todo el día y eso era mi calvario.

Podía notarlo paranoico, alterado. Algo no andaba bien

cuando estaba por entrar a la habitación, me empuja haciendo que caiga sobre la cama, otra vez.

Lagrimas silenciosas empezaron a caer, se empezó a sacar la ropa y con ello mi ropa, se colocó entre mis piernas y delineó cada hematoma que tenía mi cuerpo, algo totalmente psicópata.
Empezó a besar mi cuello y mis ganas de vomitar volvieron.
Reprimi un grito por el dolor que me causó al entrar en mi de golpe, como siempre.

Me tapé la cara, no podía más, no aguantaba más escuchar su voz, sentir sus manos, no aguantaba más.

El dolor era inexplicable, con su mano sacó bruscamente mis manos de mi rostro dejando al descubierto mis lágrimas, sonrió y empezó a moverse más rápido haciendo que mi cuerpo duela más

Luego cuando pensé que ya todo iba terminar como siempre, no. Todo fué diferente, porque terminó dentro mi, jamás lo había hecho y hoy lo hizo. Entré en pánico, sabía muy bien lo que podria pasar, y el lo sabía. Saqué fuerzas de donde no sabía, y lo empuje pero fué tarde porque bien lo empuje su mano impactó en mi cara, otra vez.

Me quedé ahí desconcertado, el se levantó, se vistió, me tapó y se fué.
Cuando se fué me hice bolita y lloré, me sentía sucio, usado, etc

Me levanté como pude, sentí mis piernas como gelatina, me levanté al baño y como pude me bañé, pasé horas porque cuando me di cuenta el agua de la bañera estaba helada.

A tu lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora