poliamor ✧ knowmin

capitulo quince

Seungmin ni siquiera había podido pegar los ojos en toda la noche, había llorado tanto que su cabeza le dolía demasiado y tampoco había comido. Estaba tan arrepentido de haber dejado a Minho solo, sabía que debía apoyarlo, no abandonarlo. Por eso, apenas amaneció y se dio una ducha rápidamente para después irse a casa, pero Chaeyoung no le permitió irse sin antes desayunar algo.

—Tienes que comer—. le hizo sentarse para después servirle unos hotcakes y leche— Después te iras.

—Pero no puedo dejar solo a Minho.

—Es un adulto, no un niño.

Chaeyoung no tenía idea de lo que había estado pasando con ellos, Seungmin pensó que no tenía caso decirle, aquello debía quedarse entre él y Minho (aunque también Changbin lo sabía). Pero nadie más debía saber.

—Bien— contestó sin más y se dispuso a desayunar rápidamente. Cuando termino, se despidió de ella y tomó un taxi para dirigirse a casa.

En verdad rogaba para que nada malo le haya pasado a Minho, jamás iba a perdonárselo si fuese así. Dio un gran suspiro antes de entrar y finalmente lo hizo. Lo primero que pasó fue que un olor increíblemente agradable inundó sus fosas nasales; químicos de limpieza.

Miró con asombro la casa, todo estaba limpio y en orden, cuando se había imaginado que sería todo lo contrario. Dejó su maleta en la sala y comenzó a observar todo, entonces lo notó; no había nada de Jisung y no pudo evitar sonreír.

—¿Minho?—habló en voz alta pero no obtuvo respuesta. Lo busco por toda la casa y no estaba, así que comenzó a entrar en pánico pero no duró mucho, pues el sonido de una llave entrando al picaporte se escuchó. Seungmin dirigió su mirada rápidamente y entonces lo vio; a su precioso novio.

Sus miradas se conectaron y el corazón de ambos latió con fuerza. Minho no estaba hecho un desastre como creía, estaba limpio, bien vestido e increíblemente guapo.

—Seungmin, estás aquí...

—Honnie, lo siento—corrió hacía él y lo abrazó con todas sus fuerzas—¡Lo siento tanto, no debí dejarte solo, perdóname!

Minho le correspondió el abrazo y dejó las flores que había comprado para Seungmin en el sofá—quien ni siquiera se había dado cuenta de ellas— para también abrazarlo fuertemente.

—Perdóname tu a mi, bebé... lo siento tanto, sé que ha sido tan difícil para ti.

Tomó su rostro entre sus manos y se miraron fijamente. Seungmin tenía lágrimas en los ojos, pero Minho ya no, ya no estaba dispuesto a llorar.

—Las cosas serán distintas desde hoy—borró sus lágrimas con su dedo índice y besó rápidamente sus labios—Te amo tanto, gracias por regresar a pesar de todo.

—Te amo, Honnie.

No sabía porque había cambiado de la noche a la mañana, pero lo que sí sabía era que había sido un cambio muy bueno. Y podía ver la sinceridad en sus ojos; las cosas estarían bien desde aquel día.