Capítulo 42: La noche de boda✨

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LEVI

Meto mis manos debajo de su vestido sintiendo su ropa interior, se siente diferente en cuanto a la textura. Continuo besandola mientras rodea mi cuello con sus brazos.

Su piel es más suave de lo común y también huele diferente. Me gusta su olor natural, es como la primavera pero ésta vez huele a rosas.

Ya que estamos solos en nuestro hogar, podría perder el control sobre mí mismo, más de lo que ella me ha descontrolado hasta ahora. ¿Qué pasa si soy muy fastidioso?

La dejo sobre la cama y me inclino para besarla mientras siento que esta desabrochando mi camisa.

Tocame.

Sus dedos me causan cosquillas, dejo caer mi camisa en el suelo, y me quito los zapatos con ambos pies, ella desabrocha mi pantalón y lo deja caer, luego se levanta y me toma de los hombros para que me siente sobre la cama.

¿Qué va a hacer? Me pone nervioso cada vez que hace cosas así.

Comienza a subir lentamente su vestido hasta quitárselo por completo.

Me siento incapaz de decir una palabra ante ella, me siento diminuto y más nervioso que cuando estaba esperándola en la boda.

Debo parecer un estúpido con la abierta.

Llevo mis manos a sus caderas para acercarla hasta a mi cara, en donde mi respiración choca con su vientre y lo primero que percibo es un delicioso aroma, es una clase de esencia.

Dejo un beso en su vientre y luego recuesto mi mentón de el para mirarla, ella acaricia mi pelo suavemente.

Es hermosa de la cabeza a los pies, no importa lo que use y está arreglada o no, para mí siempre lucirá tan hermosa como el día que la conocí.

Me levanto y hago que se siente en la cama.

—Me encanta —susurro, dibujando la líneas de su lencería.

Llevo mis manos hasta su espalda para comenzar a quitarle la prenda.

Dejo pequeños besos sobre su cuello sintiendo que todo mi cuerpo poseerla en este mismo instante.

Al llegar a sus pechos la llevo más hacia mí y los suspiros que emite me hacen descontrolarme.

Comienzo a chupar suavemente uno de sus pezones teniendo cuidado de controlarme lo suficiente para no lastimarla.n

Ahora llevo mis labios a los suyos para recostarla sobre la cama, siento su lengua rozar con la mía haciendome presionarme contra ella.

Solo me detengo para sacarme la ropa
Comienzo a moverme dentro de ella  mientras observo su rostro.

Me sumerjo en sus caricias, en sus besos y en todo lo que me hace sentir.

Su voz y su expresión son dignos de una diosa, hago temblar mis caderas solo para escucharla una vez más.

Estoy agradecido de llamarla mi esposa, prometo que siempre la amaré.

Me remuevo un poco abriendo mis ojos cuando siento que ella también también se mueve entre mis brazos.

—¿Estas incómoda? —le pregunto, temiendo que no haya podido dormir bien.

—Estoy bien ¿Qué hora es?

Observo el reloj en la mesita al lado de la cama.

—Es la una de la mañana —le respondo apartándome un poco para verla, su cara hinchada es muy linda.

El lado oculto de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora