Prólogo.

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¿Fácil? Fácil se le llamaría a una típica historia de amor cliché. Pero esta historia... Esta historia es extraordinaria e increíble de principio a fin. La narraré yo desde mi perspectiva pero... No creo que ni de cerca, llegue a describir bien cada uno de los sentimientos sentidos por las protagonistas. No creo que ni siquiera logre abarcar todos los detalles de esta historia, pero al menos lo intentaré, sólo para transmitirles el mensaje y que les llegue de esta bella forma la enseñanza a todos aquellos en busca de respuestas, aunque ni siquiera hayan formulado las preguntas.

Para comenzar, lo haremos por el principio, claro. ¿Pero estamos seguros de que este es el verdadero principio? No lo sé, eso sólo lo sabe ella.

Comenzaré hablándoles de Bárbara.

Cada palabra que brota de mi mente respecto a ella, viene desde el mas puro amor, aprecio y cariño. Pues ella es eso. Su cabello son finas hebras rubias que le caen como una cascada alrededor de sus hombros, lleva un cerquillo que cubre su frente pero no llega a hacerlo con sus rubias y pobladas cejas. Sus ojos, son del verde de un campo alegre, pero en realidad lo que esconden, es la más violenta de las tormentas. Un huracán bajo su rostro y una sonrisa de dientes afuera. Eso es ella. Su tez es blanca y es bastante esbelta. Y aunque ella varias veces al espejo se desprecia, es la más hermosa de las chicas. Un corazón de porcelana, tan frágil. Las grietas que lo cubren fueron selladas con experiencia y una coraza de hierro en la que nadie jamás ha podido penetrar, al menos no hasta hace unos meses. Fue víctima de los maltratos físicos y psicológicos de su madre. Siempre dijo y cito: "Todos los niños le temían al monstruo de debajo de la cama, mi monstruo era ella". Personas queridas para ella fueron testigos de la mas gruesa de sus lágrimas hasta la más sincera sonrisa. Sólo esas personas son las que la han visto caer y volverse a levantar, sólo esas personas pueden ver su valentía y audacia para enfrentarse a la vida. Pero como todos tenemos nuestros altos y bajos. Ella tuvo los suyos. Ella todas las noches le preguntaba a Dios con lágrimas en los ojos "¿por qué a mi?" pero no estaba consciente de que esa no era la pregunta que le traería las respuestas. Como último recurso y escape del dolor emocional puso la cuchilla entre sus dedos. Y comenzó a cortarse en el lugar donde menos lo notaría nadie. Sus dedos. No estoy segura, pero quizás observaba la sangre caer. Nunca hubo testigo de como se sintió verdaderamente cuando se cortaba pero... Yo de alguna manera sé, que sufrió mucho. Es difícil de explicar todo lo que ella trataba de ocultar y lo que mostraba en realidad. Va a decirte "no me importa, no me duele" pero si que le duele, le carcome el interior. Todo éste tiempo creyendo que era malo sentir, para acabar sintiendo de la manera más hermosa posible. Y Bárbara... Bárbara es esto... Ella dirá "Problemas e inseguridades" y yo diré "Es simplemente ella".

Y como para complementar una historia de amor tiene que haber dos personas.

Les hablaré de Sonia.

Su tez es oscura y sus ojos achinados en loma abajo haciéndolos mas finos y con mirada mas sensual. Son oscuros pero a la luz del sol, hermosamente carmesíes, que transmiten en una sola mirada miles de sentimientos sin contar, sin decir. Ocultos en la nada y en el todo de su mente. Ocultos simplemente en el infinito de su mirada. Labios carnosos y apetecibles. Su contorno parecía dibujado por un delicado pincel traído por los mismos ángeles. Sonrisa hermosa, más cuando es verdadera. Y mucho mas cuando le sonríe a ella. A ella que se convirtió en su mundo. Una sonrisa de dientes blanquecinos que deja deslumbrada a cualquier persona. Es nada mas y nada menos que su sonrisa. También es bastante esbelta y es por eso que se complementa de manera física con Bárbara. Ellas son... Tal para cual. Ellas simplemente se buscaban sin buscarse. Sonia tiene un carácter imponente y rebelde dado el hecho que siempre tiene algo que decir. Con respecto a sus padres, siempre saben como quitarle esa fortaleza y hacerla sentir débil. Y a ella no le queda de otra que tragarse su orgullo y callarse. Es un poco fría en actitud. Pero con ella... Con ella ha logrado ser lo que nunca con nadie. Con ella ha sacado el lado más escondido de su ser sólo para mostrarle todo lo que tiene. No le gustan las multitudes y conocer gente le asusta. A pesar de querer ocultarlo no puede. Es claustrofóbica y cuando esta rodeada de gente que no conoce se pone un poco nerviosa, a tal punto que se le corta la respiración y sus pulmones empiezan a exigir aire. ¿A que le teme Sonia? A su mirada. A esa mirada que le hace sentir tanto aún cuando ella no quiere sentir nada. Porque sólo ella puede mirarla a los ojos y ver lo mas profundo de su realidad.

Como bien saben o deben saber jamás se termina de conocer a una persona. Y yo nunca terminaré de conocerlas a ambas.

Esto es sólo la superficie de lo que son en realidad. Porque me temo, chicos, que ni nosotros mismos llegamos a conocernos del todo.

Pero al menos, espero que en alguna parte de su mente, se albergue fervientemente el mensaje que quiero transmitirles.

Amar sin FronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora