Capítulo 2

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Un lugar grande, inmenso. Chicos llenos de piercings y con ropa negra saltaban por todos lados. Música electrónica, rock.

El lugar perfecto para todos aquellos que desean divertirse.

Pero un lugar aún mas perfecto sólo para Sonia y Barb.

En la "Deport City" habían frikis y emos por todas partes. Pero sobre todo... Adolescentes hormonales que querían divertirse.

Todo entre nuestras protagonistas aparentaba ser un juego, nunca creyeron que podría llegar a ser más que eso.

¿Estás ahí, Sonia? ¿Estas leyendo esto?

Porque sólo quiero decirte que... Nunca digas nunca.

Porque hay un dicho muy famoso que dice:

"El nunca más nunca se cumple y el para siempre, siempre termina"

Nada mas real.

Y ahora ellas lo saben.

¿Novias?

¡Es sólo un juego!

Todo casual y en broma ¿no?

O al menos eso creían.

Se besaban delante de todos.

Como siempre... Besos de pico.

Y como Barb diría... "Nada intenso".

Besos insignificantes ¿no, Barb?

¿Quién diría que se iban a necesitar una a la otra?

Que pronto esos besos insignificantes pasarían a mas que eso.

Representarían más que eso.

Barb estaba tan emocionada que contó las veces que se besaron ese día.

Cuatro veces, cuatro amigas, cuatro besos.

Creo que Barb le quitaba demasiada importancia a los besos y ese era su problema.

Al volver de tantos brincos, saltos y besos, en el transporte público, Sonia le dedicó una canción.

Pero no una canción cualquiera, era una canción que representaba el deseo que Sonia era incapaz de controlar hacia Barb.

No era una canción... Era su canción, de ellas, sólo suya.

Sólo ellas supieron atesorar ese momento como uno importante, y guardarlo en un rincón de su mente donde supieran que jamás lo olvidarían.

Pero Barb... Para ella todo seguía siendo un juego, sólo eso.

Así que la canción no significó gran cosa para ella, sólo parte del espectáculo.

El show debe continuar.

Al día siguiente, Bárbara fue a casa de Sonia a estudiar.

Y creo que ya sabemos que este duo, solo, en un cuarto, es peligroso.

Barb se pasó el día provocándole como de costumbre.

Y ella seguía sucumbiendo a sus encantos.

Al final del día, Barb tenia que regresar a su casa pues ya oscurecía así que para darle un toque final de intriga le dijo a Sonia:

- Te iba a decir algo pero creo que mejor no lo diré.

A Sonia le disgustaba mucho que la dejaran con la curiosidad y las palabras en el aire.

Y eso Bárbara lo sabia.

- Pues hasta que no me digas, no te vas. - se puso delante de la puerta para bloquear la salida y que Barb no intentara escapar.

Pero Barb no iba a escapar.

Todo lo contrario.

Fue al interruptor de la luz y la apagó.

Así porque si. Porque en la oscuridad se entendían mejor.

O a lo mejor era porque Bárbara quería escapar de su mirada. De esa mirada que la volvía loca aveces y era la razón inexplicable por la cual estaba haciendo todo eso.

Y como ella misma diría:  "super pro".

Se acercó a ella y en voz baja le dijo:

- Déjame salir.

- No.

Se desencadenó una serie de frases como "déjame ir" "no" y así consecutivamente.

Pero luego pasó a ser: "dime lo que me ibas decir" "no"

Y así siguieron un largo rato.

Mientras esto pasaba se acercaban demasiado. Tanto, que podían sentir sus propias respiraciones. Sus pechos colapsaban en latidos sorprendentemente fuertes.

Lo único que se escuchaba en la habitación eran sus respiraciones aceleradas, sólo eso.

La frente de Barb estaba pegada por completo a la de Sonia y si se acercaban un milímetro más, sus labios podían juntarse.

Sonia se acercaba, se reía y se alejaba.

Desencadenando así un suculento juego de provocaciones en las que supuestamente se besarían pero terminaban alejándose.

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¡Hola, hola!

Por aquí Isa.

Espero les haya gustado este capítulo.

Si es así, háganmelo saber con sus votos y comentarios.

Comenten sobre Barb y Sonia.

Díganme que opinan.

Sin mas que contarles...

¡Nos leemos!

Isa, Barb y Sonia.

Amar sin FronterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora